M¨¤rius Sampere, visible por un rato

La fuerza de un poeta, solo a veces, es tal que, incluso invisible, es omnipresente. M¨¤rius Sampere (Barcelona, 1928), sabe de eso. Hoy es la cabeza simb¨®lica de una generaci¨®n que fue ¡ªque es quiz¨¢ a¨²n¡ª injustamente transl¨²cida (Felicia Fuster, Jordi Sarsanedas, Albert R¨¤fols Casamada, Bartomeu Fiol...), ni?os en plena Guerra Civil, que sufrieron en la piel la cruda primera posguerra, inclemencias a las que respondieron, como mecanismo de defensa, con un espacio de creaci¨®n y libertad interior, intangible. Menos intransferible de lo que la cr¨ªtica literaria catalana ha postulado, asustada por el verso libre y el poema en prosa.

Lo recordaba con tino el cr¨ªtico y estudioso Sam Abrams, en un inusual acto de desagravio de las letras catalanas al poeta del Barcelon¨¨s Nord, an¨®malo porque el poder cultural suele acordarse cuando uno es ya ausencia. Pero esta vez no: en primera fila, en el acto organizado por la Instituci¨® de les Lletres Catalanes (ILC) en el Arts Santa M¨°nica de Barcelona, Sampere tuvo que escucharse a s¨ª mismo, en un v¨ªdeo, en el que admit¨ªa: ¡°Quer¨ªa ordenar todo el pensamiento humano, hasta que descubr¨ª que todo lo que quer¨ªa decir y hacer pod¨ªa plasmarlo en una hoja en banco con la poes¨ªa¡±.

S¨ª tuvo que o¨ªr como amigos, familiares y disc¨ªpulos, en n¨²mero de unos 150 sampereianos, desglosaban vida y obra y poemas y le consideraban ¡°hermano mayor¡± (Francesc Parcerisas, decano de la ILC); o que sus pilares po¨¦ticos son ¡°Dios, vida, amor y muerte, soldados por la alegr¨ªa, la tristeza, el placer y el sufrimiento¡± (Laura Borr¨¤s, directora de la ILC).

Su poes¨ªa ¡°siempre interpela e inquieta, obliga a salir de la zona confortable, te electrifica¡±, resumi¨® Abrams. Y el autor de Les immin¨¨ncies lo demostr¨® leyendo algunas de sus composiciones, voz estent¨®rea y pu?os cerrados con fuerza antigua que reduc¨ªan los temblores. Y mientras, el amigo y escultor Josep Maria Cam¨ª le iba sugiriendo versos o recuerdos, como el brazalete de ¨¦bano y plata que le dise?¨® para su tambi¨¦n ayer inseparable mujer, Maria del Carme Tarr¨¦s, y en el que el poeta cincel¨® sus versos m¨¢s breves: ¡°De M¨¤rius a Carme: Et porto cap a mi / on els passos no et perdren¡±.

M¨¢s vigente que nunca a trav¨¦s de una APP (Infinit, con sus poemas v¨ªdeos y obra gr¨¢fica en orden distinto cada vez que se abre), 11 poetas catalanes subieron para recitar versos de su admirado maestro. Entre ellos, Llu¨ªs Calvo recordo c¨®mo le gusta a Sampere desafiar a la divinidad (¡°No, Pare, el dolor no calia¡±), mientras Jordi Juli¨¤ recorda c¨®mo se hac¨ªa eco del exigente ¡°Vull que em tornin el meu temps¡±, N¨²ria Mart¨ªnez-Vernis empezaba declar¨¢ndose (¡°T¡¯estimo!¡±) y Jordi Valls, el ¨²nico que le recit¨® de memoria, fue a buscar unos versos grabados en un monolito (¡°Cam¨ª vol dir que no hi ha fronteres...¡±).

¡°De tus palabras y pensamientos hemos construido los nuestros¡±, admit¨ªa el consejero de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, antes de hacer subir a Sampere, al que hab¨ªa le¨ªdo en 1976, para una foto de familia. Y ah¨ª se hizo visible: De ning¨² m¨¦s i l¡¯ombra, su ¨²ltima recopilaci¨®n, con todos y a plena luz. As¨ª se hizo por fin Sampere visible, ni que fuera por un rato.