Servicio comunitario, ?obligatorio?

A partir del pr¨®ximo curso el Servicio Comunitario dejar¨¢ de ser una experiencia voluntaria para los alumnos de 3? y 4? de ESO, y pasar¨¢ a ser ¡°una materia m¨¢s del curr¨ªculum¡±, por tanto, materia obligatoria para los j¨®venes de 15 y 16 a?os. As¨ª lo anunci¨® hace algunas semanas el Departamento de Ense?anza de Catalu?a.

Este planteamiento no nos parece, de entrada, censurable: primero, se prueba un nuevo proyecto o actividad en unos cuantos institutos y, en caso que funcione, se hace la propuesta de generalizarlo al resto de centros de secundaria de Catalu?a. No obstante, antes de que esto ocurra, es decir, que deje de ser una actividad que realizan ¨²nicamente algunos centros de manera voluntaria para pasar a convertirse en una actividad obligatoria en todos, quedan muchos aspectos por esclarecer. Como federaci¨®n de madres y padres de alumnos m¨¢s representativa de Catalu?a nos hubiera gustado participar aportando la visi¨®n de las familias en este asunto. Lamentablemente, esta omisi¨®n no es un hecho aislado.

En primer lugar, lo que ha anunciado el departamento no es lo que dice exactamente la documentaci¨®n oficial que acompa?a la presentaci¨®n del Servicio Comunitario. En este documento no queda claro si es una materia m¨¢s o un contenido dentro de una materia llamada Educaci¨®n para el desarrollo personal y la ciudadan¨ªa (sic) que, por el momento, no figura en ning¨²n decreto o ley de educaci¨®n. Por tanto, se quiere implementar algo de manera generalizada sin tener bien claro qu¨¦ ser¨¢ necesario exigir que hagan los centros.

A la FaPaC nos parece muy bien que los centros hagan proyectos propios, en ejercicio de su propia autonom¨ªa, y tengan una valoraci¨®n positiva, pero esto no quiere decir necesariamente que se tenga que generalizar de manera autom¨¢tica al resto. Es necesario recordar que nuestros hijos e hijas de secundaria ya realizan cada a?o un proyecto transversal (trabajo de s¨ªntesis, proyecto de investigaci¨®n) que requiere un esfuerzo organizativo suplementario en los institutos. Ahora nos encontramos con que se quiere implementar obligatoriamente una nueva actividad, materia, o como quiera uno llamarlo, pero, lo que es mucho m¨¢s importante, se tendr¨¢ que ver c¨®mo se acomodar¨¢ dentro del apretado horario semanal de nuestros alumnos (30 horas de clase, deberes, extraescolares, intercambios,...)

Nuestros hijos tendr¨¢n que elegir, obligatoriamente, entre religi¨®n cat¨®lica o Valores c¨ªvicos y sociales

?Se har¨¢ en horario lectivo o extraescolar? ?C¨®mo se evitar¨¢n los riesgos que comporta realizar actividades fuera del centro? ?Qu¨¦ recursos a?adidos habr¨¢, si es que habr¨¢ alguno? Si esto es solo para 10 o 20 horas anuales, ?era necesario hacerlo extensible a todos los centros? ?No se estaban trabajando estos valores en los institutos? Estos interrogantes nos hacen ver esta propuesta con poco entusiasmo.

Por otro lado, no podemos dejar de pensar que, ante el panorama desolador para el pr¨®ximo curso en cuanto a la gesti¨®n de la educaci¨®n p¨²blica del Gobierno de la Generalitat ¡ªuna tenue resistencia a muchos aspectos de la LOMCE (Ley Org¨¢nica para la Mejora de la Calidad Educativa), sentencias del TSJC contra la inmersi¨®n, m¨¢s recortes en la inversi¨®n p¨²blica en educaci¨®n, etc¡ª esta propuesta podr¨ªa tratarse de una cortina de humo para difuminar el alud que nos viene encima.

Que el Servicio Comunitario se haya presentado como un ¡°contenido¡± dentro de una materia llamada Educaci¨®n para el desarrollo personal y la ciudadan¨ªa nos hace venir a la memoria que una de las primeras medidas del ministro Wert fue anunciar la retirada de la asignatura Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa. La LOMCE ha derogado el art¨ªculo que la regulaba y ha establecido que lo que tenemos para el curso que viene es que nuestros hijos tendr¨¢n que elegir, obligatoriamente, entre religi¨®n cat¨®lica o Valores c¨ªvicos y sociales. Por su parte, la Conferencia Episcopal se ha salido con la suya y, tras a?os y sentencias del Tribunal Supremo sin darles la raz¨®n, el Gobierno del Partido Popular les ha puesto el plato que quer¨ªan: la religi¨®n cat¨®lica ser¨¢ evaluable y tendr¨¢ una alternativa ¡ªValores c¨ªvicos y sociales¡ª, que tambi¨¦n lo ser¨¢. Ambas contar¨¢n para la media del curso y tambi¨¦n para solicitar una beca. Muchos creemos que la mayor¨ªa de chicos y chicas sabr¨¢n r¨¢pido cu¨¢l de las dos materias les conviene m¨¢s para sus resultados acad¨¦micos, ni que sea como un mal menor.

Mientras tanto, no hemos escuchado ninguna voz del Departamento de Ense?anza escandalizarse por este retroceso en los derechos de aquellos padres y madres que creen que la religi¨®n cat¨®lica ¡ªo de otras confesiones¡ª no forma parte del n¨²cleo de la educaci¨®n entendida como un servicio p¨²blico para todos. Dicho esto, el voluntariado obligatorio puede servir de contrapeso ¡ªo no¡ª al aterrizaje de la religi¨®n cat¨®lica como una materia curricular con plenitud de derechos el pr¨®ximo curso. ?O es que este voluntariado obligatorio no puede ser implementado en la materia de religi¨®n cat¨®lica, o en su alternativa, de manera indistinta?

Xavier Olivella es miembro de la Junta de FaPaC (Federaci¨® d¡¯Associacions de Mares i Pares d¡¯Alumnes de Catalunya)