Un nuevo protocolo detecta 52 casos con indicios de trata de menores
Andaluc¨ªa declara a nueve ni?os y adolescentes en situaci¨®n de desamparo
Es dif¨ªcil imaginar en Espa?a a un menor solo. Acompa?ado por un desconocido, en un lugar extra?o, sin referencias, sin documentaci¨®n, sin identificar, sin nombre... Un menor captado por redes de explotaci¨®n sexual y laboral, extorsionado por esclavistas, para la venta de sus peque?os y preciados ¨®rganos, para la adopci¨®n ilegal, para ser prostituido, para lo inimaginable. Las Administraciones espa?olas reconocen que no tienen un control total sobre los menores inmigrantes que llegan a Espa?a y que pueden ser v¨ªctimas de trata de seres humanos. Asumen que son bastante invisibles. Pero ahora empieza a haber alguna luz.
Bajo la premisa de que la defensa de los derechos del menor est¨¢ por encima de todo, en julio de 2013 comenz¨® a funcionar en Andaluc¨ªa un programa de trabajo coordinado entre los Defensores del Pueblo estatal y auton¨®mico, las fiscal¨ªas, los cuerpos de seguridad del Estado, Protecci¨®n de Menores de la Junta y Cruz Roja. Desde ese momento y hasta el pasado junio han intervenido de forma conjunta en 52 casos por indicios de trata de menores en Andaluc¨ªa, se han declarado cerca de 30 en situaci¨®n de riesgo y nueve, en desamparo. El trabajo en esta comunidad es clave. De julio de 2013 a finales del a?o, de los 38 menores que entraron al pa¨ªs de forma irregular, 23 lo hicieron por Andaluc¨ªa, seg¨²n datos del Defensor del Pueblo Andaluz.
Cruz Roja aporta adem¨¢s otros datos de inmigrantes que entraron por las costas espa?olas de abril de 2013 a abril de 2014: registraron 77 menores acompa?ados de mujeres con indicios de v¨ªctimas de trata, 19 presuntas menores v¨ªctimas de estos delitos y 30 embarazadas en iguales condiciones. En su mayor¨ªa proced¨ªan de Nigeria, Camer¨²n, Congo y Ghana. ¡°En estos meses de trabajo conjunto, la situaci¨®n ha cambiado radicalmente. Empezamos a tener datos de esta lacra y las mafias han cambiado su sistema de trabajo, han dejado de enviar a menores acompa?ados de adultos que no son sus familiares¡±, asegura el defensor del Menor y del Pueblo Andaluz, Jes¨²s Maeztu, que esta semana supervis¨® que el protocolo de detecci¨®n de menores v¨ªctimas de trata funcionara en las costas andaluzas ante la masiva llegada de personas en situaci¨®n irregular.
Una base para el marco de acci¨®n estatal
"Alguien tiene que dar respuesta inmediata y urgente a los casos de trata de menores y la Administraci¨®n es la que debe tomar medidas para atajar esta cuesti¨®n", consider¨® Rogelio Mu?oz, fiscal coordinador de Menores del Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa en unas jornadas celebradas en junio en Sevilla para presentar los primeros resultados del programa de acci¨®n conjunta entre Administraciones y asociaciones que trabajan en ello. Seg¨²n el fiscal, el registro de Menores Extranjeros No Acompa?ados (Menas), cuyos objetivos incluyen la localizaci¨®n, identificaci¨®n, determinaci¨®n de edad, puesta a disposici¨®n del servicio p¨²blico de protecci¨®n de menores y documentaci¨®n, est¨¢ funcionando "bastante bien". Los menores pueden ser rese?ados con huellas dactilares, fotograf¨ªas, informes¡ "Y las pruebas de ADN, que tardan como m¨¢ximo 20 d¨ªas, facilitan bastante la situaci¨®n", a?adi¨®. A 31 de diciembre de 2013, hab¨ªa en Espa?a 2.841 menores en este registro.
El pasado 22 de julio, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social incluy¨® a este registro un protocolo marco de Menas para establecer c¨®mo, cu¨¢ndo y qui¨¦n debe actuar cuando un menor extranjero no acompa?ado por un adulto aparece en territorio espa?ol. ¡°Este nuevo documento extiende a Espa?a lo que ya se implantaba en Andaluc¨ªa como medida de prevenci¨®n y detecci¨®n de menores que puedan ser v¨ªctimas de trata¡±, detalla Rosa Flores, referente de la trata de seres humanos de la Cruz Roja y coordinadora de este programa en Andaluc¨ªa. ¡°En el texto se establece paso a paso c¨®mo proceder si se detectan estas situaciones¡±, a?ade Flores. El nuevo protocolo, que ha sido consensuado y firmado por los ministerios de Justicia, de Asuntos Exteriores y Cooperaci¨®n, de Interior, de Sanidad, de Servicios Sociales e Igualdad, y de la Fiscal¨ªa General del Estado y adem¨¢s, en su elaboraci¨®n han participado las comunidades aut¨®nomas, puede chocar con la orden aprobada a mediados de julio por el Tribunal Supremo en la que proh¨ªbe someter a todos los menores inmigrantes a pruebas de edad.
¡°Es una cuesti¨®n que viene de tiempo atr¨¢s pero que era invisible. La sociedad espa?ola no ten¨ªa la conciencia que hoy se tiene de las redes¡±, reconoci¨® la defensora del Pueblo de Espa?a, Soledad Becerril, en unas jornadas celebradas en Sevilla en junio para dar a conocer los avances de este programa conjunto. ¡°Esos ni?os no exist¨ªan para Espa?a. Apenas estaban rese?ados, sin edad conocida y sin v¨ªnculos a un adulto, por lo tanto, despu¨¦s era muy dif¨ªcil hacerles un seguimiento. Ahora se empiezan a identificarlos con la persona que han entrado¡±, detalla Rosa Flores, referente de la trata de seres humanos de la Cruz Roja y coordinadora de este programa en Andaluc¨ªa. ¡°Era necesario ver el papel de cada responsable y armar un protocolo para analizar la tarea de cada ¨®rgano¡±, detalla Maeztu.
Las comunidades aut¨®nomas tienen la obligaci¨®n de asumir la tutela de los menores desprotegidos, pero para ello deben despejar primero si los que llegan a Espa?a de forma irregular acompa?ados de personas mayores son sus verdaderos padres o son desconocidos, tienen que descubrir su edad para saber qu¨¦ protocolo de actuaci¨®n aplicar y tienen que descartar que, en caso de que vengan con un familiar, el adulto no pertenezca a ninguna red. Son m¨²ltiples las inc¨®gnitas a las que se enfrentan los profesionales que en primera instancia atienden a estos menores, y normalmente se mueven por indicios. Rosa Flores ve a los inmigrantes reci¨¦n llegados a tierra espa?ola. ¡°Se hacen entrevistas individuales, se analiza el apego de las madres a los menores y viceversa, se ven sus v¨ªnculos¡ Y si se detectan probabilidades de que puedan pertenecer a mafias se redacta un informe para enviarlo a fiscal¨ªa, polic¨ªa y menores y as¨ª organizar lo antes posible su identificaci¨®n y protecci¨®n¡±, detalla.
Durante la ejecuci¨®n del protocolo suelen ser acogidos en centros de menores, y si definitivamente se intuye que pueden haber llegado entramados en una red, se activan los distintos procedimientos para su protecci¨®n. Durante este tiempo, se han declarado a nueve menores en situaci¨®n de desamparo. De ellos, tres son adolescentes que ven¨ªan acompa?adas por desconocidos, una lleg¨® con un hombre que aseguraba ser su padre y cinco han sido declarados bajo este estatus a¨²n viniendo con sus madres. ¡°Es un proceso muy traum¨¢tico porque las madres tienen que dejarlos para pagar las deudas que contraen con las mafias. Es una tarea muy dura y dif¨ªcil pero est¨¢ funcionando, algunas incluso reconocen que son v¨ªctimas de trata. A la vez, iniciamos procesos especiales para que puedan estar juntos lo antes posible¡±, declara Flores.
Josefa Murillo, subdirectora general de Personas Mayores, Infancia y Familias de la Junta, detall¨® tambi¨¦n en las jornadas la complejidad de esta acci¨®n. ¡°En estos casos, la intervenci¨®n es much¨ªsimo m¨¢s cuidadosa. Las madres pueden llegar a pensar al principio que se cumplen las amenazas de las mafias, que les dicen que somos peores que ellos porque se les separa de sus hijos¡±, detall¨® Murillo. ¡°Pero con esta actuaci¨®n no se trata de criminalizarlas sino de proteger a los hijos de mujeres que no pueden decidir sobre ellos porque dependen de las mafias. No podemos hacer m¨¢s da?o del que queremos evitar¡±, matiza Maeztu.
En Andaluc¨ªa, estos menores son atendidos en los centros de la Cruz Roja en Alcaudete (Ja¨¦n), Algeciras (C¨¢diz), Puente Genil (C¨®rdoba), Sevilla y Utrera (Sevilla). El pr¨®ximo objetivo, seg¨²n adelanta Jes¨²s Maeztu, es que este protocolo se expanda a Europa. ¡°Tenemos que conseguir que la ruta sea completa. Los menores que entran por aqu¨ª pueden terminar en Bruselas o Bangladesh. No lo podemos permitir¡±, declara.
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