Rejones con poco brillo

No empezaron con buen pie las Corridas Generales de Bilbao. Una mala corrida de los Herederos de ?ngel S¨¢nchez abort¨® cualquier posibilidad de triunfo de los rejoneadores. Animales sosos, con poca codicia y que buscaron las tablas en lugar de hacer hilo con los caballos.

Ah¨ª se ahogaron la mayor¨ªa de las ilusiones de la tarde, porque era un festejo importante, con la presencia de Diego Ventura, que llevaba a?os reclamando su inclusi¨®n en la feria bilba¨ªna. Pero lleg¨® sin el duelo deseado con Hermoso de Mendoza, que aparece anunciado en una mixta junto a Enrique Ponce el martes.

La ausencia del navarro tambi¨¦n rest¨® p¨²blico en los tendidos y adem¨¢s no tuvieron oportunidad de observar el brillante espect¨¢culo que acostumbran a brindar los rejoneadores.

Ventura fue quien firm¨® un paso m¨¢s discreto. Se esperaba mucho del lisboeta sevillano, pero en su primer toro estuvo muy desafortunado. Marr¨® en los dos rejones de castigo y s¨®lo con Nazar¨ª dej¨® alg¨²n destello. Con Morante se limit¨® a la bochornosa suerte de morder al toro y mat¨® mal.

Una vez arrastrado el toro, Ventura desde el callej¨®n hizo un gesto de 'en el siguiente' pero nadie le estaba aplaudiendo. Pareci¨® otro torero, desorientado y con poco acierto. Tampoco en el quinto pudo desquitarse; acab¨® perdido en un quiero y no puedo ante un rajado ejemplar que enga?¨® con mejores maneras en los primeros compases.

La actuaci¨®n m¨¢s aseada la complet¨® Andy Cartagena, debido a que bas¨® sus faenas en lucir a su cuadra lejos de los toros, rejoneo de otra ¨¦poca, m¨¢s de lucimiento equino que de toreo a caballo, pero por momentos logr¨® sacudir el tedio de los tendidos y pase¨® el primer trofeo de la Aste Nagusia.

Andr¨¦s Romero lleg¨® en sustituci¨®n del lesionado Leonardo Hern¨¢ndez y demostr¨® que le queda mucho recorrido a¨²n. En su primero permiti¨® que dos monturas, Carb¨®n y Guajiro, fueran heridas y esto enfri¨® los tendidos. En el sexto dio con su cuerpo en la arena en los primeros compases y se estrell¨® con un toro lesionado.

Faltaron los toros y los rejoneadores pasaron de puntillas por Bilbao. Una oportunidad perdida para Diego Ventura, que siempre ha reclamado un sitio en esta plaza.

Bilbao comienza sus fiestas, una semana de desenfreno sin pausa, y la feria taurina necesita brillo, ¨¦xitos y momentos que ilusionen a los espectadores que se acerquen a Vista Alegre. En la primera tarde no hubo suerte, pero quedan ocho intensos d¨ªas por delante.