El final de la inocencia
Los incondicionales del ¡®president¡¯ han descubierto que su m¨ªtico l¨ªder no supo resistir a la tentaci¨®n del dinero
La alucinante aparici¨®n de Jordi Pujol en la escena p¨²blica, a trav¨¦s de una confusa confesi¨®n de sus pecados en v¨ªsperas del oto?o grande del soberanismo, ha significado el final de la inocencia y la s¨²bita irrupci¨®n del principio de realidad, en un proceso excesivamente idealizado. Despu¨¦s de tantos a?os de o¨ªrle predicar que Catalu?a "no era un pa¨ªs cualquiera", los incondicionales del president, los ciudadanos de orden que asumieron su figura como representaci¨®n de la naci¨®n, han descubierto que su m¨ªtico l¨ªder no supo resistir a las tentaciones del dinero ni supo poner a la familia en su sitio, y que una enorme trama clientelar ¡ªque nada ten¨ªa que envidiar a las G¨¹rtel, B¨¢rcenas, Eres y un largo etc¨¦tera¡ª se enriquec¨ªa a costa de las instituciones.
Al mismo tiempo, se ha comprendido que los gobiernos espa?oles estaban al tanto de las cosas que pasaban en Catalu?a y que no tuvieron reparo en proteger por acci¨®n o por omisi¨®n al president Pujol mientras este actuaba como garante de que el nacionalismo no cruzar¨ªa determinadas l¨ªneas rojas en sus aspiraciones y reivindicaciones. Fin de la inocencia sobre las virtudes de un pa¨ªs que ha resultado ser como todos, fin de la inocencia sobre un proceso que, a menudo, se ha presentado como un camino de rosas hacia la independencia, por la fuerza del voto ciudadano.
Un proceso de independencia afecta a la distribuci¨®n del poder, una cuesti¨®n que se ha soslayado demasiado?
El proyecto independentista ha abierto en canal a la m¨¢s emblem¨¢tica organizaci¨®n pol¨ªtica del nacionalismo conservador, ha pulverizado el sistema de partidos vigente, y, por tanto, adquiere su sentido como expresi¨®n de la necesidad de un cambio profundo en las estructuras de gobierno y en las hegemon¨ªas pol¨ªticas y sociales. Y, al mismo tiempo, se va tomando conciencia de que un proceso de independencia no es una fiesta ¡ªla fiesta si acaso llega al final del camino¡ª, porque afecta a algo fundamental que es la distribuci¨®n del poder. Una cuesti¨®n que se ha soslayado demasiado por inter¨¦s de todas las partes, centradas en apelaciones y contraapelaciones sobre la primac¨ªa de la ley y la del voto, sobre a?ejos t¨®picos acerca de unos y otros nacionalismos, sobre las interpretaciones de la historia y los agravios del pasado y del presente.
Una secesi¨®n afecta directamente al reparto del poder. Se trata de hacerse con una parte del poder que ahora est¨¢ en otras manos ¡ªen algunas directamente, en otras indirectamente, por efecto de las decisiones de los que lo tienen¡ª: poder pol¨ªtico, pero tambi¨¦n econ¨®mico y medi¨¢tico. Y, por definici¨®n, los poderes dan pocas facilidades a la hora de ceder. M¨¢xime si les arropa una larga cultura de ordeno y mando y si la pugna es desigual, porque de una parte est¨¢ un poderoso aparato de Estado, unos fuertes poderes econ¨®micos poco amigos de cambios en el statu quo, y la complicidad de los Gobiernos del entorno, y, en la otra, pr¨¢cticamente no hay otra fuerza que la voluntad que los catalanes puedan expresar con su voto. La resistencia a ceder poder se pone de manifiesto en la negativa a autorizar un refer¨¦ndum. Ser¨ªa un reconocimiento de Catalu?a como sujeto pol¨ªtico, base de partida de cualquier posible soluci¨®n pactada. Pero para PP y PSOE es una concesi¨®n excesiva.
La resistencia a ceder poder se pone de manifiesto en la negativa a autorizar un refer¨¦ndum
Para valorar el impacto de la confesi¨®n de Pujol sobre el proceso soberanista, habr¨¢ que encontrar respuesta a dos preguntas. Primera, ?detr¨¢s de la declaraci¨®n del expresidente, hay alg¨²n pacto con las instituciones espa?olas para acotar las denuncias y las revelaciones y minimizar las consecuencias para ¨¦l y su familia? Segunda, ?cabe la posibilidad de que el Gobierno espa?ol ofrezca un pacto a Artur Mas para proteger a Converg¨¨ncia de los efectos en cascada del caso Pujol a cambio de reconducir el proceso soberanista? Los partidarios de las terceras v¨ªas lo esperan, el soberanismo lo teme. Dicen que Mas ha ido ya demasiado lejos para poder frenar sin pegarse un trompazo. Ciertamente, hay demasiados cabos que atar y demasiada informaci¨®n en la calle para que estos apa?os de la vieja pol¨ªtica sean posibles. Pero Converg¨¨ncia se puede encontrar con un goteo constante de informaciones que aceleren su descomposici¨®n. Con lo cual se consolidar¨ªa la tendencia al desplazamiento del eje pol¨ªtico del proceso hacia Esquerra Republicana y a la confirmaci¨®n de Oriol Junqueras como interlocutor principal. Y sobre todo, el futuro del proceso soberanista quedar¨ªa en manos de la presi¨®n ciudadana, que tiene en este momento dos caras bien distintas, los movimientos soberanistas (por la ruptura territorial) y los movimientos sociales (por el cambio pol¨ªtico institucional) que solo convergen en un punto: votar. Con el sistema catal¨¢n de partidos patas arriba, la reacci¨®n de los electores del nacionalismo moderado, en crisis de orfandad pol¨ªtica, se convierte en factor decisivo a corto plazo. A largo, esto no ha hecho m¨¢s que empezar. El fin de la inocencia recuerda que el buen manejo de los tiempos, sobre la base de una justa evaluaci¨®n de las relaciones de fuerza, es el verdadero arte de la pol¨ªtica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Caso Pujol
- ERC
- Consulta 9-N
- Jordi Pujol
- Para¨ªsos fiscales
- Autodeterminaci¨®n
- Generalitat Catalu?a
- Refer¨¦ndum
- Corrupci¨®n pol¨ªtica
- Catalu?a
- Delitos fiscales
- Corrupci¨®n
- Partidos pol¨ªticos
- Espa?a
- Elecciones
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Conflictos pol¨ªticos
- Tributos
- Finanzas p¨²blicas
- Delitos
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica
- Finanzas
- Justicia