Sana envidia

La publicaci¨®n es extremadamente austera: un folleto de 12 p¨¢ginas formato cuartilla, impreso en color aunque sobre un papel de escaso gramaje, de manera que todo el op¨²sculo no pesa m¨¢s de 18 gramos, de cara a facilitar y abaratar su env¨ªo por correo postal a millones de ciudadanos. La portada y la contraportada son id¨¦nticas y exhiben el t¨ªtulo del booklet, que no necesita ¡ªcreo¡ª traducci¨®n: The 2014 Scottish Independence Referendum. Voting Guide. El editor responsable es The Electoral Comission, un organismo independiente que act¨²a en el conjunto del Reino Unido y que ha obtenido del Parlamento Escoc¨¦s la informaci¨®n p¨²blica relativa al voto del pr¨®ximo 18 de septiembre.

Si la p¨¢gina 2 contiene el sumario y los cr¨¦ditos del folleto, las p¨¢ginas 3 a 6 concentran todos los datos relativos al ejercicio del voto: tienen derecho a ¨¦l los mayores de 16 a?os residentes en Escocia que sean ciudadanos brit¨¢nicos o irlandeses, ciudadanos de los dem¨¢s pa¨ªses de la Uni¨®n Europea o ciudadanos de la Commonwealth con permanencia legalizada en el Reino Unido; para poder votar, es preciso estar inscrito en el registro electoral, un tr¨¢mite que pod¨ªa realizarse hasta la medianoche del pasado 2 de septiembre.

El op¨²sculo reproduce tambi¨¦n el modelo de papeleta para el refer¨¦ndum (no sin la advertencia: ¡°ponga una cruz en una sola casilla, o su voto no ser¨¢ computado¡±), y explica las tres v¨ªas para hacer efectivo el sufragio: en persona, por correo o by proxy, a trav¨¦s de una persona de confianza debidamente registrada que reemplace al elector impedido de ejercer su derecho.

La segunda mitad de la publicaci¨®n que describo ofrece informaci¨®n sobre los argumentos de las dos campa?as en liza y la posici¨®n de ambos gobiernos. En las p¨¢ginas 8 y 9 se confrontan pac¨ªficamente sendos anuncios del s¨ª (El futuro de Escocia en manos de Escocia) y del no (Lo mejor de ambos mundos para Escocia), el primero muy centrado en las ilusiones del futuro, y el segundo en sus riesgos e incertidumbres. Por ¨²ltimo, las p¨¢ginas 10 y 11 resumen, a la luz del acuerdo de octubre de 2012 entre los Gobiernos de Londres y de Edimburgo, las consecuencias pol¨ªticas de cada uno de los dos escenarios posibles dentro de siete d¨ªas: la victoria del s¨ª, o el triunfo del no.

El Reino Unido de la Gran Breta?a e Irlanda del Norte tiene bien asumida, comenzando por el nombre, su pluralidad interna, su car¨¢cter compuesto

Ll¨¢menme fetichista, pero este sencillo folleto ¡ªque un amable corresponsal tuvo a bien remitirme desde el condado de Fife¡ª me parece, con su tono institucional y libre de estridencias, con su exquisita neutralidad, con su fair play, un paradigma, una s¨ªntesis espl¨¦ndida de lo mucho que el sistema pol¨ªtico brit¨¢nico tiene de envidiable.

S¨ª, ya s¨¦ ¡ªlos ministros de Rajoy se han encargado de recordarlo con insistencia¡ª que los s¨²bditos de Su Graciosa Majestad, pobrecillos, no tienen Constituci¨®n escrita. Poseen un pu?ado de cosas much¨ªsimo mejores: una tradici¨®n parlamentaria ininterrumpida desde el siglo XIII; una cultura democr¨¢tica en la que episodios como la censura de la presentaci¨®n de la novela Victus por parte de la embajada espa?ola en La Haya ser¨ªan, sencillamente, inconcebibles; una dilatada experiencia en la resoluci¨®n negociada y transaccional de conflictos territoriales y de soberan¨ªa, experiencia gracias a la cual, en pleno siglo XXI, la reina Isabel II sigue siendo jefa del Estado de diecis¨¦is naciones soberanas (unas quince m¨¢s que don Felipe VI) y cabeza de una Commonwealth que agrupa a cincuenta y cuatro pa¨ªses independientes.

Por a?adidura, el Reino Unido de la Gran Breta?a e Irlanda del Norte tiene bien asumida, comenzando por el nombre, su pluralidad interna, su car¨¢cter compuesto. Para no invocar las cuatro selecciones futbol¨ªsticas nacionales, pongamos otro ejemplo, bien reciente: tal vez don Mariano Rajoy no se percatase de ello pero, la pasada semana, durante la cumbre de la OTAN en Cardiff, todas sus comparecencias formales igual que las de los dem¨¢s l¨ªderes all¨ª reunidos se hicieron ante un photocall en el que pod¨ªa leerse en grandes letras: ¡°Wales Summit¡±... Y bien, ?se imaginan ustedes una conferencia internacional organizada por el Gobierno espa?ol bajo el r¨®tulo ¡°Cumbre de Catalu?a¡±? Es dif¨ªcil imaginarlo, cuando en el Foro Econ¨®mico del Mediterr¨¢neo Occidental, celebrado en Pedralbes hace ahora poco menos de un a?o, al presidente Artur Mas no se le permiti¨® siquiera pronunciar unas palabras de bienvenida a los asistentes.

Por supuesto que la campa?a previa al refer¨¦ndum escoc¨¦s del pr¨®ximo jueves ha conllevado debates acalorados, y divisi¨®n de opiniones, y un cierto abuso de promesas id¨ªlicas por parte de unos y de augurios siniestros por parte de otros. Pero todos (pol¨ªticos, artistas, escritores, eclesi¨¢sticos, empresarios, activistas...) han podido movilizarse y opinar libremente, sin amenazas, ni insultos, ni guerras sucias, ni querellas por sedici¨®n.

No tengo ni idea de cu¨¢l ser¨¢ el veredicto de las urnas, el d¨ªa 18. Pero, gane el s¨ª o gane el no, unionistas e independentistas, escoceses, ingleses, galeses y norirlandeses ya han ganado en t¨¦rminos de civilidad y de calidad democr¨¢tica. Aqu¨ª, en cambio, vamos perdiendo todos.

Joan B. Culla i Clar¨¤ es historiador