Entre cocinas emergentes
Este joven y viajado chef rememora los sitios donde pas¨® su infancia y juventud
1. Nakeima. Ha tenido un aut¨¦ntico ¨¦xito desde su apertura. Pocas formas mejores para empezar a salir un ¡®juernes¡¯ que zamparse su bundwich de pan chino, chorizo criollo y huevo de codorniz o esos dumplings castizos. Conseguir sitio es otra cosa. (Mel¨¦ndez Vald¨¦s, 54).
2. La Tabacalera. Un espacio donde el arte, la calle, el aprendizaje y la gente son uno. Conciertos, talleres, mercadeo y un compromiso con el que empatizo... La ¨²ltima vez que la visit¨¦ fue junto a mi familia para ver unos conciertos contra la gesti¨®n de Coca-Cola. (Embajadores, 53).
3. Plaza del 2 de Mayo. Donde se hizo m¨¢s palpable la "ley seca" impuesta por el Ayuntamiento. Guardo muy buenos recuerdos de aquellos a?os en los que nos sent¨¢bamos en el suelo y habl¨¢bamos y habl¨¢bamos durante horas interminables con aquel hombre con perro y botella como parte sempiterna del cuadro. Ahora todo ha cambiado tanto¡
4. Madrid R¨ªo. Hoy por hoy me parece el mejor rinc¨®n de la ciudad para pasear. Es la conexi¨®n habitual entre mi Carabanchel y el centro (el restaurante). Suelo ir a sacar al perro para distraerme tras las 16 horas de curro. Ese recorrido incluye adem¨¢s la m¨ªtica sala La Riviera, donde he ido a conciertos inolvidables como el de Femi Kuti o los brit¨¢nicos Us3.
5. TriCiclo. Es fundamental reservar pero la propuesta merece la pena. Mi plan: darse una vuelta por el Retiro y luego pasarse a comer una raci¨®n de sus alcachofas con vieras, foie y trufa cuando es temporada o el molusco del d¨ªa. Cocina a pelo, sin historias superfluas. (Santa Mar¨ªa, 28).
6. Pistas de f¨²tbol en Opa?el. All¨ª crec¨ª en los a?os 80. No es solo una direcci¨®n. Es m¨¢s bien una emoci¨®n latente. Aquellas manzanas fueron mi gran universo de la infancia. Mi familia al completo viv¨ªa a menos de 100 metros a la redonda y todo parec¨ªa girar en torno a estas pistas. Melanc¨®lico que es uno. (Mercedes Arteaga, 15).
Platos viajeros
Samy Al¨ª (Madrid, 1981) es todo fusi¨®n. Por herencia gen¨¦tica y propuesta culinaria. Su adictivo, atrevido y trabajado baile gastron¨®mico deja Valdemorillo. La Candela estrena emplazamiento (Amnist¨ªa 10) y men¨² degustaci¨®n.
7. Aeropuerto Adolfo Su¨¢rez Barajas. El lugar donde m¨¢s emociones se concentran por metro cuadrado. Recuerdo mi primer vuelo solo como si fuera ayer. Volaba a Sud¨¢n con escala en Francfort para ver a mi familia sudanesa. Ten¨ªa 18 a?os, apenas hablaba ingl¨¦s y nada de ¨¢rabe. Aquellos cosquilleos en el est¨®mago, la incertidumbre y tambi¨¦n la ilusi¨®n, el deseo, la sensaci¨®n de libertad. Ya lo echo de menos. Llevo casi dos a?os sin viajar, plantado y feliz en la cocina del restaurante.
8. Montia. Un templo. Lo que est¨¢n haciendo Daniel Ochoa y Luis Moreno me parece ejemplar. Si alguien no tiene claro lo que es amor y dedicaci¨®n por la gastronom¨ªa y quiere saberlo, deber¨ªa pasarse por aqu¨ª. (San Lorenzo de El Escorial. Calvario, 4).
9. Un banco cualquiera. Es indeterminado, s¨ª, pero es un lugar importante para m¨ª en lo personal. Noelia, mi mujer, me cont¨® que, cuando le leyeron la mano, le vaticinaron que conocer¨ªa al amor de su vida en un banco. Acert¨® a medias. No fue en una oficina bancaria. ?Qui¨¦n no recuerda el cartel de Manhattan'? Uno que est¨¢ bajo el puente de Segovia podr¨ªa pasar por uno de mis favoritos.
10. Bacira. Abierto hace un par de meses. Vicente, Carlos y "el chino falso" no solo son amigos sino que hacen una cocina sincera. Madrid est¨¢ creciendo, sacando pecho a nivel gastron¨®mico y platos como sus alb¨®ndigas guisadas de rabo de toro son fruto y parte de ese mayor reconocimiento. (Castillo, 16).
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