¡°Necesitamos arte para recargar nuestra alma¡±

Entrevistar telef¨®nicamente a Anne Sophie Mutter, una de las divas del viol¨ªn, puede llevar a enga?o. Una voz cantarina, alegre y muy musical ¡ªcomo no¡ª que no deja entrever la madurez ¡ª51 a?os¡ª de una de las grandes int¨¦rpretes del panorama actual. Mutter protagoniza hoy el concierto inaugural del Palau de la M¨²sica ¡ªcon todas las entradas agotadas¡ª con el Concierto para viol¨ªn y orquesta n¨²m. 1 de Max Bruch. ¡°Sin duda uno de los mejores conciertos rom¨¢nticos de viol¨ªn que es muy popular porque es preciosa. Y que he dejado de tocar durante un tiempo porque me he dedicado m¨¢s a la m¨²sica contempor¨¢nea¡±, explica.

Un concierto que, a priori, ha sido especial en la carrera de la violinista alemana ya que lo grab¨® en 1981 ¡ªcon solo 18 a?os¡ª con la Filarm¨®nica de Berl¨ªn y de la mano de uno de sus maestros: Herbert von Karajan. Nada que ver aquella jovencita con jersey rojo de la car¨¢tula del disco que toca bajo la atenta mirada de Karajan con la sofisticaci¨®n posterior de la violinista que ha subido a muchos escenarios luciendo porte. Ella intenta restar importancia al hecho de que fuera una de las primeras mujeres en escalar a ese grado de virtuosismo con el viol¨ªn y ser solista en medio de un mar masculino. Frente los sempiternos fracs o trajes negros de ellos, Mutter irrump¨ªa con ce?idos vestidos ¡ªrojos, negros, verdes¡ª con escotes palabra de honor. ¡°Crec¨ª en un momento en que la apariencia f¨ªsica de un m¨²sico no era importante y, francamente, creo que ahora ya est¨¢ todo superado¡±, afirma.

En Barcelona, Mutter tocar¨¢ probablemente su obra m¨¢s conocida con la Orquesta Nacional de Espa?a (ONE) de la mano del director Miguel Harth-Bedoya. Y ese mismo concierto llevar¨¢ al Auditorio de Madrid ma?ana y pasado y abrir¨¢ la temporada del Carnegie Hall de Nueva York con la Filarm¨®nica de Berl¨ªn el 1 de octubre. Dice que tocar en el Palau es especial ¡°por la espectacularidad de la sala¡± que no visitaba desde julio de 2003. Explica que repite el repertorio porque ahora le apetece: ¡°Me gusta mucho la m¨²sica rom¨¢ntica pero tambi¨¦n la contempor¨¢nea porque es un reto para los espectadores, tambi¨¦n para uno mismo y es la inspiraci¨®n de la m¨²sica el futuro¡±.

Como violinista, le hubiera encantado que Mozart le hubiese dedicado alguna de sus composiciones. Eso lo ha dicho en m¨¢s de una ocasi¨®n: ¡°lamentablemente eso no podr¨¢ ser pero no me puedo quejar porque he tenido el honor de que compositores contempor¨¢neos hayan creado alguna obra pensada para m¨ª¡±. Uno de ellos es Andr¨¦ Previn ¡ªsu ex marido¡ª y tambi¨¦n un compositor polaco, Krzysztof Penderecki.

A la pregunta de c¨®mo ve el panorama actual de la m¨²sica sinf¨®nica, la violinista contesta sin rodeos: ¡°est¨¢ en una posici¨®n muy dif¨ªcil porque informativamente no existe en los medios de comunicaci¨®n donde estamos subestimados frente a la pol¨ªtica, la econom¨ªa y muchas cosas m¨¢s. Si a eso se a?ade que la m¨²sica cl¨¢sica es pr¨¢cticamente inexistente en las programaciones de televisiones y radios hace que las nuevas generaciones no tengan ni idea. Y peor todav¨ªa cuando en las escuelas se est¨¢ arrinconando la educaci¨®n musical cuando son peque?os y es importante que crezcan con ella¡±. ¡°Al fin y al cabo¡±, zanja, ¡°no todo en la vida es trabajar y sobrevivir financieramente. Si nos paramos a pensar, la m¨²sica es clave en momentos importantes. En los malos o en las grandes crisis, porque despu¨¦s de la guerra mundial las salas se llenaron; y en los buenos¡±.

Mutter entiende que la coyuntura actual de crisis econ¨®mica no ayuda y que la gente est¨¢ concentrada en problemas m¨¢s materialistas pero ¡°al final del d¨ªa¡±, dice, ¡°no somos solo consumidores que gastan y necesitamos el arte para recargar nuestra alma¡±. Para la violinista, un concierto debe ser una fant¨¢stica experiencia ¡°que te haga olvidar los problemas y vivir dos horas sin preocupaciones¡±.

Un arte, el de la m¨²sica, que no es barato y que est¨¢ poblando las plateas de las salas de conciertos y auditorios de un p¨²blico que supera la cincuentena porque es el que tiene m¨¢s poder adquisitivo. Mutter afirma que tanto las salas como los gobiernos tienen que ayudar m¨¢s: ¡°Hace falta tener diferentes tipos de entradas, sobre todo para j¨®venes y estudiantes. En Pittsburgh los estudiantes pagan 15 d¨®lares y eso est¨¢ muy bien. Pienso que la m¨²sica es abordable y que los gobiernos deben desarrollar pol¨ªticas culturales que la promocionen, aunque solo sea porque los m¨²sicos somos unos buenos embajadores¡±.

Ella ha decidido poner un grado de arena en la divulgaci¨®n y entre sus pr¨®ximos proyectos est¨¢ el de hacer un disco precisamente para los j¨®venes que no suelen escuchar m¨²sica cl¨¢sica. Mutter interpretar¨¢ temas de George Gershwin y otros autores con unos ritmos que pueden ser introductorios a la cl¨¢sica.