Redbull pierde las alas
Una bebida gallega gana dos pleitos al gigante austr¨ªaco por el dise?o de su logotipo
Al gigante Red Bull lo acaba de torear una vaca gallega. Pinkcow, un refremixer elaborado a base de extractos vegetales que, seg¨²n sus creadores, agita las famosas endorfinas de la felicidad, naci¨® a medio camino entre los verdes y parecidos prados de la Galicia interior y los Alpes italianos de Lombard¨ªa. Inmediatamente plasm¨® su filosof¨ªa en una elegante vaca alada que molest¨® a los due?os de los dos toros granates. La multinacional austr¨ªaca denunci¨® ante la Oficina de Armonizaci¨®n del Mercado Interior (OAMI-OHIM), la agencia de la Uni¨®n Europea que regula las marcas, que esa vaca voladora era una mala copia de su marca y su leitmotiv ¡°te da alas¡± para ¡°aprovecharse¡± de su ¡°enorme reputaci¨®n y prestigio en el mercado¡±. Es decir, que los ¨¢vidos consumidores de refrescos podr¨ªan confundir a la vaca rosa con el toro grana.
Un a?o despu¨¦s del primer envite legal, ya son dos las batallas perdidas por los austr¨ªacos. La divisi¨®n de oposici¨®n de la OAMI dictamin¨® inicialmente que no hab¨ªa conflicto alguno porque las diferencias son ¡°claras y evidentes¡±. Red Bull interpuso entonces un duro recurso de apelaci¨®n que acaba de ser desestimado. La resoluci¨®n ratifica que no existe ¡°riesgo de confusi¨®n¡± porque no es lo mismo una vaca alada que levita pac¨ªficamente y dos toros enfrentados que parecen entrar en combate. ¡°Los signos no coinciden visualmente¡±, detalla el texto. La decisi¨®n de la agencia que vigila a todas las marcas comerciales europeas tambi¨¦n destaca que no existe v¨ªnculo conceptual alguno entre el dise?o del logotipo gallego ¡°meramente figurativo¡± y el lema de la bebida energ¨¦tica. Los t¨¦cnicos aseguran que esa palabra es ¡°un concepto abstracto que se refiere a una variedad de situaciones¡± que bajo ning¨²n concepto puede asociarse exclusivamente ni a la marca austr¨ªaca, ni a su famoso lema. ¡°Una vaca voladora es un concepto diferente a te da alas¡±, insiste en la resoluci¨®n.
Flavio Morganti, un restaurador y escritor italiano afincado a las afueras de la ciudad de Ourense, asegura que ni ha copiado a nadie ni quiere aprovecharse de nada. ¡°Nuestra bebida est¨¢ basada en todos los valores positivos de la mujer, del feminismo o el positivismo y no comparte nada con los valores que promueve una bebida energ¨¦tica. Incluso rechazamos registrar nuestra marca como un producto de ese sector¡±, matiza. Morganti confiesa que ¡°de entrada nos asustamos¡± porque ¡°nuestros recursos son los que son y frente a un gigante como Red Bull no sabes muy bien qu¨¦ hacer¡±. Ahora, m¨¢s tranquilo y con dos fallos de la OAMI que lo llenan de razones, asevera que van a defender ¡°con u?as y dientes¡± su producto ¡°porque es muy bueno¡±. ¡°Si siguen adelante con esta batalla judicial y ganan, destrozar¨¢n nuestra idea¡±, se lamenta.
¡°Soy m¨¢s partidario de colaboraciones que de enfrentamientos, pero no nos ha quedado m¨¢s remedio¡±, explica este innovador restaurador, autor de una ristra de interesantes proyectos que han revolucionado algunos rincones del mercado culinario. De hecho, la bebida que ha erizado a Red Bull se convirti¨® en una de las grandes revelaciones de la edici¨®n de Madrid Fusi¨®n del a?o pasado. Pero esta cruda batalla por unas alas todav¨ªa puede ampliar recorrido. Finalizada la v¨ªa administrativa, Red Bull dispone del plazo de dos meses para interponer otro recurso ante el Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea en Luxemburgo. Este diario se ha puesto en contacto con la divisi¨®n espa?ola de la bebida energ¨¦tica austr¨ªaca para recabar su postura sobre el conflicto con Pinkcow pero, tras varios d¨ªas de espera, no ha obtenido respuesta alguna.
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