El olmo bicentenario, en la UCI
El jard¨ªn bot¨¢nico de Madrid intenta salvar a ¡®Pantalones¡¯, uno de sus ¨¢rboles m¨¢s emblem¨¢ticos Ha vivido 225 a?os sin sucumbir al hongo que diezma a sus cong¨¦neres
El olmo Pantalones siempre ha sido el m¨¢s mimado del Real Jard¨ªn Bot¨¢nico de Madrid. Los conservadores llevan tres d¨¦cadas vigil¨¢ndolo muy de cerca en busca de se?ales de la grave enfermedad que ha acabado pr¨¢cticamente con todos los olmos viejos de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica y de buena parte de Europa y Estados Unidos. Pantalones, as¨ª apodado por la forma de pantal¨®n invertido de sus dos ramas principales, resist¨ªa imponente a la amenaza del hongo de la grafiosis, capaz de acabar con un ejemplar de m¨¢s de 30 metros de altura en apenas una semana. A sus aproximadamente 225 a?os, la estrella de las excursiones escolares sucumbi¨® la pasada primavera. Mariano S¨¢nchez, conservador del jard¨ªn bot¨¢nico desde hace casi tres d¨¦cadas, descubri¨® en uno de sus paseos una ramita de color marr¨®n p¨¢lido. Pantalones estaba enfermo.
¡°Menudo susto¡±, recuerda S¨¢nchez junto al ¨¢rbol, uno de los escasos 80 de sus caracter¨ªsticas que calcula quedan en Espa?a despu¨¦s de d¨¦cadas de plaga de grafiosis. Tras la muerte del c¨¦lebre olmo de Somontes, cerca de El Pardo, que a sus 250 a?os cay¨® ¡°fulminado¡± solo unos d¨ªas despu¨¦s de ser atacado por el hongo, Pantalones tiene ahora el honor de ser el m¨¢s longevo de la Comunidad de Madrid. Y S¨¢nchez est¨¢ empe?ado en que siga si¨¦ndolo muchos a?os m¨¢s.
Tras los an¨¢lisis pertinentes ¡ªtoma de muestras, extracci¨®n del ADN, secuenciaci¨®n de un fragmento interno del ribosoma...¡ª que demostraron que se trata de la especie m¨¢s virulenta del hongo, empez¨® el tratamiento intensivo. Es como si Pantalones estuviera en una UCI: permanentemente examinado para actuar a la menor descompensaci¨®n. ¡°En cuanto se detecta la grafiosis, hay que podar inmediatamente¡±, explica S¨¢nchez. Las ramas afectadas se tienen que cortar para impedir que la enfermedad se extienda a trav¨¦s de los vasos por los que circula la savia. Mientras tanto, tambi¨¦n hay que evitar nuevos contagios. El escarabajo Scolytus scolytus es al olmo lo que el picudo a las palmeras: en sus patas traseras tiene una especie de p¨²as o espinas en las que transporta esporas del hongo desde ejemplares enfermos a otros sanos. Los escol¨ªtidos son capaces de volar tres kil¨®metros, y les gustan especialmente los olmos viejos.
S¨¢nchez ha sido uno de los encargados de evitar que el fat¨ªdico escarabajo se posara sobre las ramas de Pantalones. ¡°Taladra para comer, hace la puesta de los huevos y, con ellos, deja las esporas. Solo con que un ejemplar traiga una espora puede ser el fin de un olmo centenario¡±, subraya este t¨¦cnico del CSIC y jefe de la unidad de Horticultura del Bot¨¢nico. En el caso de Pantalones, el ataque ha sido ¡°masivo¡± pese al tratamiento preventivo de cada primavera, cuando todo el ¨¢rbol se fumiga con insecticida. Es la ¨¦poca de mayor peligro, cuando los vasos se ensanchan y permiten que circule el hongo. S¨¢nchez muestra trozos de una rama talada en los que se aprecian las galer¨ªas que bajo la corteza han ido haciendo los escarabajos al comer.
Ahora el paciente est¨¢ estable. Se le van talando ramas en cuanto se detecta la enfermedad y se le ponen inyecciones con un fungicida que ¡°no mata el hongo, pero lo controla¡±, dice el conservador. El tratamiento cuesta unos 3.500 euros al a?o. S¨¢nchez no quiere ponerse en lo peor, pero si Pantalones no sobreviviera, al menos su genotipo dejar¨ªa testimonio de lo que fue. Hace dos a?os se clonaron varios de estos ejemplares centenarios, dignos resistentes de una enfermedad letal, que ya miden un metro de alto. La pr¨®xima primavera sabremos si Pantalones resiste.
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