Noticias de Gurb sobre Catalu?a
La propuesta federal es una soluci¨®n inteligente y la m¨¢s viable de las posibles
Gurb fue nuestro primer sabio friki. Se lo invent¨® Eduardo Mendoza en una novela de 1991 titulada Sin noticias de Gurb. Entonces lo tomamos como un entretenimiento burl¨®n e ir¨®nico ¡ªlo era¡ª, y sin mayor trascendencia. Hoy Gurb flipar¨ªa: le faltar¨ªa tiempo para emitir sus informes y tomar notas sobre las cosas que ve y le cuentan. Estoy seguro de que en sus comunicaciones interestelares escribir¨ªa admirado sobre la encuesta que este peri¨®dico public¨® el domingo pasado. A menudo estos sondeos tienen la virtud de complicar las cosas, y a Gurb esa oportunidad no se le escapar¨ªa. Es probable que sintiese, como buen marciano, la obligaci¨®n de subrayar una distancia extra?¨ªsima entre las voces de los medios y los ecos sociales que transmite una encuesta. A Gurb habr¨ªa de producirle alguna verg¨¹enza, sin duda, tener que contar a sus superiores que el pa¨ªs vive atrapado entre dos monoman¨ªas con razones plausibles y a la vez, en apariencia, irreconciliables.
Gurb sentir¨ªa el alivio de saber que la sociedad catalana no est¨¢ inhabilitada para el pensamiento cr¨ªtico, ni vive en la inopia de los mensajes religiosos ni est¨¢ abducida por un mal fario. Es verdad que lo parece, pero a Gurb le encanta meterse en problemas, sobre todo cuando sirven para deshacer espejismos o apariencias fabricadas. Para Gurb la gente no est¨¢ totalmente chiflada, y por eso ha cogido con las dos manos la encuesta del domingo y ha metido la nariz en las columnas, los datos y los porcentajes: necesita espabilarse.
All¨ª se dice que existe un espacio ideol¨®gico y pol¨ªtico desasistido pero real y muy poblado; se dice que el n¨²mero de ciudadanos que repudian el inmovilismo pol¨ªtico como ley es mayoritario. Se dice que gran parte de la poblaci¨®n, incluidos los votantes de los partidos soberanistas, prefiere acudir a unas elecciones anticipadas que a una ruptura con las instituciones del Estado (esquivando al Constitucional). Se dice que muy poca gente conf¨ªa en unas elecciones de car¨¢cter plebiscitario porque no lo ve claro y nadie sabe bien qu¨¦ puedan ser unas elecciones plebiscitarias. O mejor dicho, s¨ª lo saben pero recelan.
Te¨®ricamente esas elecciones permitir¨ªan votar a varios partidos agrupados bajo una sola lista y un ¨²nico principio: un programa expl¨ªcito para iniciar el proceso de independencia de Catalu?a. La poblaci¨®n desconf¨ªa de ese m¨¦todo quiz¨¢ porque neutraliza bajo una sola l¨ªnea las m¨²ltiples disparidades ideol¨®gicas entre quienes podr¨ªan desearla. El 58% prefiere, pues, unas elecciones auton¨®micas de formato cl¨¢sico frente al 32% que est¨¢ a favor del perfil plebiscitario, y ese porcentaje encaja bastante bien con el independentismo claro e inequ¨ªvoco, que es el de ERC, CUP y la mitad de CiU (un 40% prefiere una soluci¨®n federal).
A Gurb no le sorprende que el votante del PSC se haya reconciliado por fin con el PSC y encuentre en ¨¦l lo que ha encontrado siempre: una posici¨®n netamente catalanista sin necesidad de separar al pa¨ªs. Por eso el 70% de su votante est¨¢ a favor de un modelo federal, que es lo mismo que sucede con el votante de Podemos y, muy en particular, con el votante de IC-V.
Si el PSC ha logrado escapar a la ambig¨¹edad y su proyecto sigue siendo lo que era ¡ªfederalista¡ª, lo que sucede ahora con ICV es todo lo contrario. Su votante tambi¨¦n opta en un 70% por un modelo federal que ampl¨ªe y aclare el reparto de poderes entre Estado y Generalitat, y sin embargo su c¨²pula acaba de escurrir el bulto sobre lo que promueve o propone la formaci¨®n pol¨ªtica como tal. Iniciativa ofrece su formaci¨®n para que pueda servir tanto para promover la independencia de Catalu?a como para promover una forma de renegociaci¨®n federal.
Debe ser m¨¢s l¨®gico de lo que parece, porque Uni¨® Democr¨¤tica de Catalunya ha hecho lo mismo: escurrir el bulto y sumarse a una forma de tacticismo que evaluaba ayer Francesc de Carreras en estas p¨¢ginas con estupefacci¨®n anal¨ªtica. La debilidad ideol¨®gica de esa indecisi¨®n me parece a m¨ª muy grande, y deja a su electorado en una posici¨®n angustiosa o flotante, como si diese un poco igual lo uno y lo otro, cuando llevamos dos a?os reconcentrados en el tema.
Esa indefinici¨®n me parece que da?a a fondo el cr¨¦dito pol¨ªtico de ambas formaciones pero sobre todo debilita aquello que precisamente est¨¢ hoy m¨¢s desasistido: un proyecto de reforma de tipo federal que s¨ª figura en el ¨¢nimo de la ciudadan¨ªa y que incluso cree que es la soluci¨®n menos da?ina. No son cuatro gatos ni son porcentajes marginales; no es una postura socialmente minoritaria ni es un disparate de laboratorio: es una soluci¨®n inteligente y la m¨¢s viable de las posibles. Quiz¨¢ incluso sacar¨ªa de encima a Gurb la sensaci¨®n de vivir en un pa¨ªs chiflado, por decirlo con su natural buen humor.
Jordi Gr¨¤cia es profesor y ensayista.
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