Las terrazas de Valencia tienen 30 d¨ªas para ajustar el ¨¢rea que ocupan
El espacio concedido deber¨¢ ser marcado con pintura verde en el pavimento Los vecinos reclaman que se cumplan las sanciones
La nueva Ordenanza de Ocupaci¨®n de Dominio P¨²blico de Valencia lleva vigente desde agosto, aunque es ahora cuando empieza a aplicarse a las terrazas de locales de ocio, en las que introduce cambios. Los vecinos dicen valorar positivamente este apartado de la extensa ley ¡ª231 p¨¢ginas en las que se pretende regular al detalle todo lo que acontece en la calle¡ª. Los empresarios recibir¨¢n, presumiblemente esta semana, una carta del Ayuntamiento para comenzar, en el plazo de un mes, los tr¨¢mites de adaptaci¨®n.
Primero deben remitir al Consistorio sus datos y un croquis con su propuesta de ocupaci¨®n de la v¨ªa p¨²blica. Seg¨²n la nueva norma, los l¨ªmites los establece la capacidad que tenga el interior de cada local. El ¨¢rea de la terraza nunca podr¨¢ sobrepasar el equivalente a 1,75 metros cuadrados por cada persona para la que haya aforo. As¨ª, un local que pueda albergar un m¨¢ximo de 30 personas, podr¨¢ tener una superficie de terrazas de 52,5 metros cuadrados. Las dimensiones del establecimiento conllevan unos l¨ªmites adicionales: los que tengan menos de 200 metros cuadrados solo pueden ocupar 60 de v¨ªa p¨²blica; los que oscilen entre 200 y 800, podr¨¢n tener 100 de terraza. En bares y caf¨¦s con ambientaci¨®n musical, el l¨ªmite ser¨¢ de 60 metros cuadrados.
El espacio propuesto debe dejar en la acera una zona de tr¨¢nsito de 1,5 metros ¡ª1,2 en el caso de Ciutat Vella¡ª para los peatones, as¨ª como guardar medio metro de distancia con la calzada.
Un t¨¦cnico, acompa?ado por agentes municipales, acudir¨¢ luego a dar el visto bueno y marcar con pintura verde las esquinas del ¨¢rea concedida, algo que ya se ha empezado a hacer de manera experimental en Ciutat Vella. En el caso de suelos de tierra, unos pivotes servir¨¢n de se?alizaci¨®n. Para evitar la picaresca, estas esquinas ser¨¢n fotografiadas. La novedad es que, dentro del per¨ªmetro, los regentes de las terrazas podr¨¢n disponer mesas, sillas y mobiliario ¡ªcomo calentadores, toldos y humidificadores¡ª como mejor les parezca.
Cumplir las sanciones
Tanto la Asociaci¨®n de Vecinos de Russafa como la de Amics del Carme ¡ªdos de los barrios m¨¢s afectados por la proliferaci¨®n de terrazas desde que se prohibi¨® fumar en los garitos¡ª aseguran que valoran el esfuerzo del Ayuntamiento para regular el fen¨®meno, y que es uno de los aspectos de la ambiciosa ley que m¨¢s les gustan. Sin embargo, tienen cr¨ªticas.
Se da el caso de que los ni?os no pueden jugar a la pelota. Las terrazas tienen una presencia indamisible en el centro Toni Casola, Amics del Carme
"Representa una mejora", dice Giovanni Donnini, presidente de los vecinos de Russafa, que menciona "lo desagradable que es andar por el barrio y que est¨¦ todo lleno de mesas y sillas". Para ¨¦l, la clave est¨¢ en que se cumpla con lo que previamente se estipula en la ley: "El Ayuntamiento hace la ley, manda a los agentes a que inspeccionen, pero en el caso de las infracciones que m¨¢s molestan, como cerrar dos horas m¨¢s tarde de lo permitido, no es el que sanciona". Donnini se refiere al hecho de que es la Generalitat la que se encarga de ejecutar las sanciones por incumplimientos graves o muy graves. Dice saber de buena tinta que muchas de las multas acaban prescriben sin haber sido ejecutadas.
"Hemos pedido los datos de la lista de espera para ejecutar las sanciones infinidad de veces, y nunca njos las han dado", exclama indignado Toni Casola, presidente de Amics del Carme. Casola cree que la ley se queda corta, y que en el casco hist¨®rico de Valencia habr¨ªa que establecer que en plazas y jardines no se pueda ocupar m¨¢s del 50 % de la superficie con mesas. "Se da el caso de que los ni?os no pueden jugar a la pelota. Las terrazas tienen una presencia indamisible en los espacios p¨²blicos del centro", dice Casola, cuyo barrio sufre m¨¢s que ning¨²n otro la presi¨®n tur¨ªstica, y con calles bastante m¨¢s estrechas. En las reuniones, cuenta, han trasladado esta inquietud, pero el Ayuntamiento "no ha mostrado ninguna sensibilidad hacia este tema".
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