El director de un colegio ser¨¢ juzgado por vetar al hijo de una pareja gay
La Audiencia de Sevilla aprecia indicios de que el centro privado se neg¨® a escolarizar al menor debido a la condici¨®n sexual de sus padres
Cuando se presentaron como una pareja gay, no hab¨ªa plaza para escolarizar a su hijo. Cuando no dijeron que eran una familia homoparental, s¨ª hab¨ªa una vacante en el colegio para el ni?o. Es, a grandes rasgos, lo que supuestamente ocurri¨® con el hijo de Iv¨¢n Vallejo y Ricardo Lucas, una pareja que hace dos a?os intent¨® inscribir al menor, que tuvieron a trav¨¦s de un complicado proceso de gestaci¨®n subrogada, en el colegio privado Yago School de Sevilla. El peque?o tiene ahora cinco a?os.
El director y la responsable de admisi¨®n del centro, ambos imputados por un delito ¡°contra los derechos fundamentales y las libertades p¨²blicas garantizadas por la Constituci¨®n¡±, tendr¨¢n que ir a juicio por la negativa a escolarizar al hijo de esta pareja. As¨ª lo han decidido los tres magistrados de la Secci¨®n Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla encargados de analizar este caso. Los jueces ?ngel M¨¢rquez, Luis Gonzaga de Oro-Pulido y Pilar Llorente entienden que ¡°se deduce indiciariamente que la negativa a la escolarizaci¨®n del menor fue debida a la condici¨®n sexual de los padres¡±.
Los magistrados confirman en un auto firmado el pasado 10 de octubre que se debe celebrar el juicio contra el director del Yago School, Ram¨®n R., y su hermana Maravillas, responsable de admisi¨®n del centro. Las defensas de ambos hab¨ªan recurrido a la Audiencia la decisi¨®n de un juez de instrucci¨®n de Sevilla de abrir juicio oral contra ellos. Entre otras cosas, los imputados argumentaban que se les iba a someter a una ¡°pena de banquillo¡±. ¡°No se puede hablar de pena de banquillo (...) ante la existencia de aquellos indicios¡±, sostiene la Audiencia.
Cinco a?os de lucha
La voluntad de Iv¨¢n Lucas y Ricardo Vallejo por formar una familia normal con su hijo ha supuesto una sucesi¨®n de batallas. La primera fue la de su nacimiento. La pareja tuvo que recurrir a una gestaci¨®n por subrogaci¨®n en Estados Unidos para que una mujer llevase adelante el embarazo de su peque?o. En Espa?a esa pr¨¢ctica est¨¢ prohibida, y Lucas y Vallejo ¡ªque llevan 16 a?os de relaci¨®n¡ª, tuvieron que dedicar una buena cantidad de dinero (unos 60.000 euros) y tiempo (m¨¢s de un a?o desde que empezaron el proceso hasta que pudieron volver a Espa?a con su ni?o en brazos) para lograr su prop¨®sito de ser padres.
Despu¨¦s, se encontraron con que la legislaci¨®n espa?ola no les permit¨ªa inscribirle como hijo de ambos. En los registros se puede presentar una madre soltera, pero no un padre ¡ªo unos padres, en este caso¡ª sin madre.
Lucas y Vallejo iniciaron una lucha que ellos y otras parejas han ido ganando a t¨ªtulo individual. Todav¨ªa no hay un procedimiento generalizado para dar cobertura a estos menores, que se encuentran con la situaci¨®n de que no son legalmente hijos de uno de sus padres. Para ellos se exige que figure una madre en la documentaci¨®n, aunque esta haya renunciado ¡ªlegalmente, seg¨²n las normas de su pa¨ªs¡ª a todo derecho y deber respecto al peque?o.
La soluci¨®n definitiva puede llegar de Europa. En junio pasado, el Tribunal de Derechos Humanos conden¨® al Estado franc¨¦s por impedir el registro de los hijos de dos parejas que los hab¨ªan tenido por gestaci¨®n subrogada en el extranjero. El argumento b¨¢sico del fallo es que la protecci¨®n del menor debe ser prioritaria.
Los magistrados resumen esos indicios en solo dos p¨¢rrafos de su auto. Explican que los denunciantes se pusieron en contacto con el centro en septiembre de 2011 a trav¨¦s de un correo electr¨®nico para escolarizar a su hijo al curso siguiente. Lo hicieron ¡°sin ocultar que eran una familia homoparental¡±, explican los jueces. El colegio les respondi¨® que no hab¨ªa plaza y que lo intentaran de nuevo un a?o despu¨¦s. En febrero de 2012, los padres volvieron a preguntar a trav¨¦s de otro correo. Y la respuesta fue de nuevo negativa.
Los magistrados sostienen que la pareja empez¨® ¡°a sospechar¡± que la negativa era por ¡°su condici¨®n sexual¡±, al ver que a otras familias les dec¨ªan que hab¨ªa vacantes. As¨ª que uno de los padres se volvi¨® a poner en contacto con la escuela, ¡°omitiendo esta vez el dato de ser una familia homoparental¡±. La responsable de admisi¨®n cit¨® entonces al padre y en esa cita, celebrada el 16 de febrero de 2012, le comunic¨® que s¨ª hab¨ªa plazas y que las anteriores negativas se deb¨ªan a un ¡°malentendido administrativo¡±, siempre seg¨²n el relato que hace la Audiencia. Cuatro d¨ªas despu¨¦s, la responsable de admisi¨®n volvi¨® a telefonear al padre para comunicarle ¡°de nuevo que no hab¨ªa plazas¡±. Los magistrados entienden que hay indicios suficientes para deducir que la negativa se debi¨® ¡°a la condici¨®n sexual de los padres¡±.
Yolanda Herv¨¢s, la abogada que defiende los intereses de la pareja, sostiene que en todo el proceso ha resultado determinante un informe de la Inspecci¨®n educativa andaluza que apuntaba que el menor no hab¨ªa recibido ¡°igualdad de trato en el proceso de admisi¨®n¡±. ¡°Hubo diferentes versiones a los padres en relaci¨®n a las plazas libres por parte de la direcci¨®n del centro cuando estos se presentaron como familia homoparental o cuando uno de ellos se person¨® y pidi¨® informaci¨®n sin mencionarlo¡±, sostiene la Inspecci¨®n. El centro tiene abierto un expediente sancionador, que la Junta de Andaluc¨ªa ha suspendido temporalmente mientras se resuelve el caso en los tribunales.
Los centros privados, como es el caso del Yago School de Sevilla, tienen reservado el derecho de admisi¨®n. Pero este derecho nunca puede quedar por encima de la Constituci¨®n, que impide que cualquier persona pueda ser discriminada.
Las defensas de los dos responsables del centro imputados pidieron el archivo de la causa a la Audiencia. En el caso del director, su letrada argument¨® que su cliente nunca lleg¨® a mantener contacto directo con los padres. Y que el ideario del colegio est¨¢ ¡°comprometido con los valores opuestos a la discriminaci¨®n o segregaci¨®n de cualquier tipo¡±. Ese ideario, expuesto en la web del centro, fue precisamente lo que hizo que los padres quisieran llevar all¨ª a su hijo. ¡°La teor¨ªa es buena, pero hacen una selecci¨®n de sus clientes que va en contra de ese ideario¡±, ha dicho Ricardo Lucas a EL PA?S.
En el caso de la directora de admisi¨®n, su defensa se ha basado en que fueron los padres los que ¡°tomaron la decisi¨®n de no formular solicitud ni hacer el ingreso en ese colegio¡±. Adem¨¢s de pedir a la Audiencia que evite ¡°los efectos perniciosos que tiene la pena de banquillo¡±, el letrado de la responsable de admisi¨®n rechaza que se produjera un ¡°acto discriminatorio¡±. Seg¨²n su argumentaci¨®n, al no haberse producido un acto formal de rechazo del menor, el delito se ¡°difiere¡± de ¡°una suposici¨®n o un juicio de intenciones futuras¡±. ¡°El pensamiento no delinque¡±, resume el letrado, cuyos argumentos han sido rechazados por la Audiencia sevillana.
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