¡®Tambor¡¯, un pura sangre virtual

Tambor se hab¨ªa convertido en un caballo que le ha dado mucho dinero a sus due?os y eso que no exist¨ªa. Este pura sangre era tan solo virtual y se basaba en un v¨ªdeo manipulado de Internet. Sus dos falsos due?os han sido detenidos ahora acusados de un delito de estafa continuada, seg¨²n ha informado la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid. Los arrestados hab¨ªan falsificado incluso los documentos sanitarios del supuesto animal, lo que les permit¨ªa obtener grandes sumas de dinero sin llegar a mandar en ning¨²n momento el equino que hab¨ªa reservado m¨¢s de un comprador. Esto les hab¨ªa permitido conseguir m¨¢s de 130.000 euros desde que comenz¨® el a?o.

?Los agentes de la Brigada Provincial de Polic¨ªa Judicial iniciaron las pesquisas en junio tras la denuncia presentada por el Colegio de Veterinarios de Madrid por un delito de intrusismo. En la misma acusaban a un hombre de emitir certificados veterinarios en los que se aseguraba que se hab¨ªa revisado y peritado un caballo. Se firmaban con el n¨²mero de colegiado de un veterinario que en la actualidad se encontraba de baja en la actualidad.

Los supuestos estafadores se hab¨ªan apropiado de un v¨ªdeo obtenido en un conocido portal de Internet como reclamo para posibles compradores. En este se pod¨ªa ver a un pura sangre llamado Tambor, que result¨® de gran utilidad para cometer los enga?os. Por la compra de este equino "virtual" recibieron grandes sumas de dinero a trav¨¦s de transferencias bancarias. En un caso, llegaron a estafar 35.000 d¨®lares a un empresario de los Estados Unidos que les hab¨ªa encargado de cinco equinos. Hasta el momento se han conocido numerosos casos de estafados

El importe total, desde principios de a?o, podr¨ªa superar 130.000 euros y no se descarta que se produzcan m¨¢s denuncias por hechos similares.

Los dos arrestados son Ricardo R. L., de 59 a?os, y su esposa, Bego?a C. F., de 51. Ambos actuaban en connivencia con su hijo y se les imputan los delitos de estafa, falsificaci¨®n de documentos, intrusismo profesional, receptaci¨®n (comprar material robado a sabiendas) y blanqueo de capitales.