Wayne Shorter, sabio del jazz

Es un tipo raro. Afable, pero raro. Hablar con Wayne Shorter ¡ªsaxofonista, compositor, visionario¡­¡ª constituye una experiencia m¨ªstica equiparable, si acaso, a su m¨²sica. ?Qu¨¦ mueve a ¨¦ste gigante del jazz de 81 a?os a continuar en la brecha?: ¡°si estoy aqu¨ª es porque todav¨ªa creo que la carretera es la v¨ªa m¨¢s r¨¢pida para abrir las puertas al arte. En esto, coincido mi amigo Sonny Rollins. No se trata de tocar m¨²sica por tocarla. Cuando uno tiene una misi¨®n en mente, hay algo que le mueve a no quedarse en casa sentado del televisor, cosa que, en cualquier caso, no hago. Sabes que all¨ª fuera hay gente que toma nota de cuanto haces, a la que puedes ayudar en su desarrollo personal porque la m¨²sica crea nuevas razones para existir¡±.?

Para m¨ª, jazz significa ¡®sigue adelante, no te quedes parado

En su concierto del domingo, Shorter y sus habituales Danilo P¨¦rez (piano), John Patitucci (contrabajo), y Brian Blade (bater¨ªa), saldr¨¢n a escena, asegura el saxofonista, sin programa, ¡°apenas una pincelada aqu¨ª y all¨¢¡­ cada noche es un reto que da sentido a lo que hago. Uno puede agarrarse al pasado, pensar que el trabajo ya est¨¢ hecho y dejarse llevar, no lo critico. Para m¨ª, existe ¨²nicamente el futuro, avanzar hacia lo desconocido, descubrir otros pa¨ªses¡­ eso es lo que me mantiene en pie. Me horroriza pensar que pueda terminar mis d¨ªas recorriendo el planeta repitiendo la misma cantinela una y otra vez".

Que el mejor compositor de jazz vivo se niegue en redondo a ¡°versionarse¡± a s¨ª mismo no significa que renuncie a un pasado que, quiera o no, le acompa?a donde va. ¡°Es algo que ni puedo ni quiero evitar. Mi m¨²sica es una celebraci¨®n del futuro a partir de la historia. Hay que entender que sin Lester Young, sin Charlie Parker, sin Miles Davis, ni usted ni yo estar¨ªamos aqu¨ª. Los j¨®venes, hoy, ignoran lo que es una m¨¢quina de escribir, o quienes fueron Marilyn Monroe, Brigitte Bardot o Humphrey Bogart. En nada estar¨¢n pregunt¨¢ndose qu¨¦ es un coche, ?un animal?¡±.

Wayne Shorter, en el Festival de Jazz de Montreal en 2003

En el horizonte musical de Wayne Shorter, la idea de ¡°una m¨²sica que no suene a m¨²sica¡± heredada de su maestro y mentor, Miles Davis: ¡°No hay m¨¢s que escuchar la radio: todo suena igual. Nos enga?an, venden como popular algo que est¨¢ hecho para vender, y son muchos los que caen en la trampa y son incapaces de apreciar la ¡®otra¡¯ m¨²sica, la que marca la diferencia, lo que llamamos ¡®arte?. Esa es la m¨²sica a la que se refer¨ªa Miles, la que no suena por la radio y no nos resulta familiar; la m¨²sica que ofrece la oportunidad de encontrarse con lo desconocido inesperado. Como seres humanos, necesitamos abrir esa puerta, adentrarnos en la autopista del verdadero conocimiento. S¨®lo necesitas desprenderte de tus miedos y tus prejuicios¡±.

No hay m¨¢s que escuchar la radio: todo suena igual. Nos enga?an

Miedos, ?qui¨¦n ha hablado de miedos?... ¡°existe el miedo a resultar herido y ser llevado a un hospital y el miedo a hacer algo diferente a lo ¡®normal¡±. Es como cuando dos personas quieren casarse pero no se atreven a dar el paso porque piensan que son demasiado diferentes; no entienden que lo que tienen en com¨²n son precisamente esas diferencias. Ese es el punto de partida para la aventura. Y con la m¨²sica es lo mismo. Si algo suena extra?o, o no suena en absoluto, debes hacerlo; y si suena a conocido, ?sal corriendo!¡±.

Miles Davis and Wayne Shorter, en 1967

Amante de la ciencia ficci¨®n, y de la ciencia a secas, Wayne Shorter busca en la raz¨®n su motivo de existir como improvisador: ¡°me gusta definir mi m¨²sica como ¡®abstracci¨®n con coraz¨®n¡±. En sentido inverso, la ciencia se aproxima a Shorter para identificar los resortes ocultos de la improvisaci¨®n: ¡°un grupo de astrof¨ªsicos suizos nos invit¨® a Herbie [Hancock] y a m¨ª a tocar ante ellos. Estudiaban la viabilidad de un sistema de predicciones capaz de sustituir a las f¨®rmulas matem¨¢ticas. Quer¨ªan ver lo que la improvisaci¨®n puede revelar a quien se halla frente a un universo desconocido regido por leyes distintas a las nuestras y, ?qu¨¦ es la improvisaci¨®n, sino la b¨²squeda de lo inesperado?¡±. Una b¨²squeda que tiene sus riesgos: ¡°en una ocasi¨®n alguien entre el p¨²blico muy ofendido por lo que escuchaba grit¨®: ?!ahora sorprendedme!¡¯. La respuesta que le di no es publicable¡±.

Mi m¨²sica es una celebraci¨®n del futuro a partir de la historia

En el recuerdo, los abucheos a John Coltrane durante su concierto en la sala Olympia de Par¨ªs, junto a Miles Davis (v¨¦ase Miles Davis live in Paris 1960, recientemente reeditado): ¡°con Coltrane pas¨¦ horas hablando de filosof¨ªa, de la vida, y muy poco o nada sobre m¨²sica¡±. Shorter acabar¨ªa sustituyendo a su compa?ero de palique en el quinteto de Miles Davis; de aquellos tiempos, su amistad inquebrantable con Herbie Hancock: ¡°la ¨²ltima vez, fui a Europa con Herbie a d¨²o, ¨¦l tocando instrumentos electr¨®nicos y yo el saxo. No ten¨ªamos la menor idea de lo que ¨ªbamos a hacer, s¨®lo quer¨ªamos una m¨²sica que no sonara a jazz, y hubo a qui¨¦n no le gust¨® demasiado. Para m¨ª, la palabra jazz significa ¡°sigue adelante, no te quedes parado¡±¡­"

Wayne Shorter Quartet. Domingo 26 de octubre. Auditorio Nacional (Sala Sinf¨®nica) Calle Pr¨ªncipe de Vergara, 146. 20.00. Entradas de 15 a 40 euros.