Un cl¨¢sico del XXI por descubrir

¡°En 47 a?os que llevo en los escenarios no he encontrado nunca un texto como este de un autor vivo¡±, dice el actor Roberto Quintana tras enjugarse las l¨¢grimas despu¨¦s de uno de los primeros ensayos de Una hora en la vida de Stefan Zweig. Hace dos a?os Sergi Belbel, uno de los directores m¨¢s reputados del pa¨ªs, qued¨® casi igual de tocado tras la lectura de La punta del iceberg. Y parece que la reacci¨®n es contagiosa.

Antonio Tabares, un periodista de La Palma de 41 a?os, un absoluto desconocido para el mundo de la escena hasta que en 2011 obtuvo el Premio Tirso de Molina, es el responsable de esta ola de entusiasmo en la escena nacional que ha afectado, entre otros, a Jos¨¦ Luis G¨®mez, a quien le bast¨® el pasado a?o una r¨¢pida lectura para decidirse a montar La punta del iceberg en el Teatro de la Abad¨ªa y bajo la direcci¨®n de Belbel. ?Y qu¨¦ tienen las obras de Tabares para ganar tantos y tan incondicionales adeptos?

¡°Una obra tiene que hablar de nosotros mismos. De personas de carne y hueso y de temas que no nos resulten ajenos; pero eso que parece tan f¨¢cil es lo m¨¢s dif¨ªcil. Como dec¨ªa Lorca: No vamos al teatro a ver qu¨¦ pasa, sino a ver qu¨¦ nos pasa¡±, contesta el mismo Tabares despu¨¦s de asistir, por primera vez, a uno de los ensayos de Una hora en la vida de Stefan Zweig, una obra que el actor y productor Gregor Acu?a encontr¨® por casualidad y que, tras sumarse a la lista de admiradores del dramaturgo canario, decidi¨® montar con Exc¨¦ntrica Producciones en Sevilla y bajo la direcci¨®n de Sergi Belbel, que repite autor.

La obra sobre el escritor austr¨ªaco ser¨¢ la segunda producci¨®n nacional de un texto de Tabares

¡°Tabares es una de las voces m¨¢s interesantes, completas, complejas y prometedoras de la dramaturgia espa?ola contempor¨¢nea¡±, asegura Belbel, tambi¨¦n dramaturgo y guionista.

La obra, cuyo estreno est¨¢ previsto a finales de febrero en el Casino de la Exposici¨®n de Sevilla ¡ªun espacio que permitir¨¢ que el p¨²blico rodee a los actores¡ª, ser¨¢ la segunda producci¨®n nacional de una obra de Tabares, que ha pasado de ser un desconocido a recibir varias ofertas de las que rehusa hablar hasta que no sean firmes. ¡°S¨ª puedo adelantar que he recibido un encargo de un compositor canario, Alberto Roque, para el libreto de una ¨®pera de c¨¢mara¡±, apunta Tabares, periodista en el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma.

¡°Yo quiero muchos actores as¨ª¡±, espet¨® el dramaturgo a Amparo Mar¨ªn (Lotte), Roberto Quintana (Zweig) y Gregor Acu?a (Fridman) justo despu¨¦s de terminar el ensayo en una de las salas del Casino de la Exposici¨®n en la que Quintana soltaba, con la impasibilidad de quien ya no espera nada, frases como: ¡°La vida se ha convertido en algo tremendamente m¨¢s triste que la muerte¡±. ¡°En pleno siglo XX, la humanidad ha retrocedido a la ¨¦poca de las cavernas¡±.

Tabares, con cinco obras publicadas, est¨¢ especialmente interesado en c¨®mo los conflictos b¨¦licos afectan a las personas. Adem¨¢s de Una hora en la vida de Stefan Zweig, que trata la represi¨®n nazi, ha escrito Cuarteto para el fin del tiempo, sobre la estancia del compositor Olivier Messiaen en un campo de concentraci¨®n o La sombra de don Alonso, su primera obra de 1998 ¡ªaunque se public¨® en 2002 tras recibir el Premio Internacional de Teatro P¨¦rez Minik de la Universidad de La Laguna¡ª sobre la Guerra Civil en Canarias. ¡°Me gusta fabular en torno a un personaje hist¨®rico, me parece especialmente fruct¨ªfero porque los conflictos surgen de esos personajes sometidos a grandes tensiones¡±, apunta Tabares, todav¨ªa aprendiendo a digerir el ¨¦xito de su trabajo. ¡°Cuando Sergi Belbel me llam¨® para decirme que el Teatro La Abad¨ªa quer¨ªa montar La punta del iceberg, lo primero que pens¨¦ fue ?d¨®nde est¨¢ la c¨¢mara oculta?¡±, afirma el dramaturgo.

¡°Hay alg¨²n demiurgo por ah¨ª que ha movido hilos y ha funcionado¡±, dice Belbel convencido para explicar tanta coincidencia alrededor de quien ya considera un cl¨¢sico del siglo XXI.

La obra es una fabulaci¨®n a partir de un hecho real: el escritor jud¨ªo-austr¨ªaco Stefan Zweig y su esposa Lotte, exiliados en Brasil, deciden suicidarse el 22 de noviembre de 1942 ante el convencimiento de que el avance del nazismo es imparable. Tabares introduce en la escena a un personaje inventado, Fridman, una inoportuna visita que hace que el matrimonio remueva sus recuerdos y sus miedos en un discurso trufado de referencias literarias, musicales y pict¨®ricas relacionadas con la obra de Zweig pero que siempre le conducen al des¨¢nimo.

¡°Nuestro mal reside en el alma y ¨¦sta no puede escapar de s¨ª misma¡±. Y con esta cita del humanista franc¨¦s Montaigne, el nuevo cl¨¢sico del siglo XXI sintetiza el pensamiento de Zweig.