Un caf¨¦ para adoptar un gato

Media hora con un caf¨¦ mientras se acaricia a un gato cuesta cuatro euros. Y si entre maullido y maullido surge el amor a primera vista y el cliente decide adoptarlo, mejor. La Gatoteca (Argumosa, 28), el ¨²nico cat caf¨¦ que hay en Madrid, acaba de celebrar su primer aniversario como punto de referencia para los amantes de los felinos y hogar provisional para aquellos gatos abandonados que no consiguen encontrar una nueva familia.

Las dos plantas del local, en Lavapi¨¦s, son territorio conquistado por los 14 gatos que componen la colonia. Los animales se mueven a su gusto entre sof¨¢s, estanter¨ªas y tazas de caf¨¦, las de los clientes que se acercan hasta all¨ª a pasar un rato entre felinos. Pero el concepto de cat caf¨¦, muy arraigado en Jap¨®n ¡ªdonde hay unos 200 negocios de este tipo¡ª, es diferente en La Gatoteca. "No quer¨ªamos que fuera simplemente un establecimiento hostelero con gatos", explica su responsable, Eva Aznar. Por eso es la sede de la Asociaci¨®n Ben¨¦fica por el Rescate e Inserci¨®n de Gatos en Adopci¨®n (ABRIGA). Reciben gatos adultos, abandonados y especialmente dif¨ªciles de dar en adopci¨®n que llegan desde otras asociaciones y refugios con los que colaboran. En su primer a?o han conseguido que 24 sean adoptados.

La colonia de La Gatoteca espera a su nueva compa?era, la n¨²mero 15, una gata a¨²n sin nombre, que encontraron abandonada en un patio de luces. Llevaba tres meses aguardando una plaza para entrar en La Gatoteca, que suele tener en lista de espera unos 15 felinos. En este primer a?o de vida, sus 25 voluntarios han aprendido de sus errores. "Al principio atend¨ªamos casos particulares, de personas que ya no pod¨ªan ocuparse de su mascota", cuenta Aznar, "pero los gatos que se han criado como hijos ¨²nicos no se integran bien en la colonia". Los que s¨ª lo consiguen necesitan unas dos semanas para adaptarse.

Jack y Penny han sido los ¨²ltimos en abandonar el grupo. Llegaron juntos a La Gatoteca y se fueron juntos. ¡°Intentamos que la adopci¨®n sea personalizada, no solo porque alguien viene y uno de los gatos le parece bonito¡±, asegura Aznar. Para adoptar es necesario hacerse socio de ABRIGA ¡ªla cuota anual es de 50 euros¡ª y apuntarse a lo que en la Gatoteca llaman el curso b¨¢sico del gato. "Ayudamos a animales sin hogar, pero tambi¨¦n a los que ya tienen. Muchos due?os no saben c¨®mo tratarlos correctamente", explica Aznar, mientras dos clientas se sientan en uno de los sof¨¢s a tomar un caf¨¦. Abel las mira y deja que acaricien su pelaje negro unos segundos, antes de saltar al siguiente sof¨¢.