Duran y su viaje al centro de la pol¨ªtica
El l¨ªder de Uni¨® lleva a?os aspirando a ser el macho alfa de la pol¨ªtica catalana y dejar de ser telonero del l¨ªder convergente de tutno
Josep Antoni Duran Lleida lleva muchos a?os aspirando a ser el macho alfa de la comunidad pol¨ªtica catalana y dejar, por fin, de ser telonero del l¨ªder convergente de turno. Primero el dirigente democristiano trat¨® de desbancar al jefe de CiU sin salir de la coalici¨®n, pero la condici¨®n de partido sat¨¦lite de Uni¨® Democr¨¤tica y de subordinaci¨®n al poder de CDC impidi¨® su promoci¨®n interna. Artur Mas gan¨® la partida y Duran se fue al Congreso de los Diputados, refugi¨¢ndose en su lujoso cuartel de la suite del hotel Palace de Madrid.
Ahora, en pleno apogeo del debate soberanista, a las puertas del proceso participativo del 9-N y ante unas hipot¨¦ticas elecciones auton¨®micas anticipadas para conseguir la independencia de Catalu?a, Duran se plantea cambiar de estrategia y emprender su particular viaje al centro de la pol¨ªtica para conseguir situarse en la cresta del actual tsunami pol¨ªtico. Sin duda, una haza?a casi semejante a la que realizaron Axel y su t¨ªo, el profesor Lidenbrock, en la novela de Julio Verne Viaje al centro de la Tierra, de la que este noviembre se cumplen 150 a?os de su publicaci¨®n. Duran, con su dominio de la alquimia pol¨ªtica, parece haber conseguido descifrar el mensaje secreto del pergamino que contiene las instrucciones para llegar al centro de la pol¨ªtica y se dispone a superar todo tipo de peripecias, a sortear vientos y tempestades, y a deambular rodeado de peligrosos monstruos. Una proeza tan solo al alcance de un animal pol¨ªtico de cabo a rabo y de un profesional del maquiavelismo m¨¢s exigente.
Conocedor de los comportamientos b¨¢sicos que describe la etolog¨ªa, el nuevo m¨¦todo que ahora intenta Duran es, sin ir m¨¢s lejos, el mismo que utiliza el bonobo o chimpanc¨¦ pigmeo, es decir, establecer alianzas pol¨ªticas interesadas para conseguir derrotar al macho alfa y ocupar su dominio. Harto de ser un segund¨®n, Duran quiere convencer a sus correligionarios para que inicien la traves¨ªa y se aproximen a nuevas formaciones pol¨ªticas y, si es preciso, emanciparse de CDC, el partido que les ha dado de comer los ¨²ltimos 36 a?os, desde que se form¨® la coalici¨®n CiU en 1978.
Duran ha empezado por tirar los tejos a Miquel Iceta y convencerle para formar una pareja alfa que en un futuro domine el arco parlamentario catal¨¢n. No importa que Uni¨® sea democratacristiana y de derechas, y que el PSC se defina socialista y de izquierdas, ni que los primeros defiendan el galimat¨ªas del Estado confederal y los segundos insistan en el Estado federal. No molesta que Uni¨® sea comparsa del PP en el Grupo del Partido Popular Europeo y que el PSC forme parte de la Alianza Progresista de Socialistas y Dem¨®cratas en el Parlamento Europeo. Tampoco incomoda que sea el mismo Duran, que en su d¨ªa lleg¨® a defender a los m¨¦dicos que ¡°curaban¡± la homosexualidad con terapias reconductuales, quien se atreva a pedirle a Miquel Iceta que juntos traten de sanar la pol¨ªtica catalana. Y para colmo de este juego de los disparates, S¨¢enz de Santamar¨ªa ha bendecido la alianza y los socialistas admiten que ¡°el PSC est¨¢ dispuesto a asumir el coste pol¨ªtico¡±. Realmente, cuando a uno le queda poco ¡°coste pol¨ªtico¡± que perder, puede estar dispuesto a agarrarse a un clavo ardiendo, como plantearse un pacto a la griega y con Uni¨®.
Si falla el PSC, Duran buscar¨¢ nuevos aventureros que lo acompa?en en su odisea centr¨ªpeta para situarse en la cima del sistema de partidos catal¨¢n y guiar al pueblo que lo aclama. Otros partidos, como el PP, que tambi¨¦n necesitan ant¨ªdotos pol¨ªticos para combatir el independentismo, pueden estar dispuestos a sacrificarse para garantizar el ¨¦xito de la haza?a, sobre todo si reconocen la tozuda fatalidad que muestran los datos demosc¨®picos. En cualquier caso, todos los aliados susceptibles de a?adirse a la epopeya de Duran tienen tantas lacras y tanto plomo en el ala (casi como Uni¨®) que incluso pueden repeler a los electores m¨¢s centrados.
De momento, para construir un nuevo espacio de centro pol¨ªtico Duran ya ha creado la plataforma c¨ªvica Catalunya al Centre, que previsiblemente empezar¨¢ a reactivarse despu¨¦s del 9-N. A principios de agosto afirm¨® que nunca se ir¨ªa a otro partido, pero no ser¨¢ f¨¢cil convencer a todos los dirigentes y militantes de su partido para que le sigan hacia una dimensi¨®n pol¨ªtica desconocida, sobre todo si tenemos en cuenta que un porcentaje muy elevado de ellos todav¨ªa vive ¡ª-e influye¡ª gracias a CDC. Es muy probable que en el actual contexto pol¨ªtico que vivimos en Catalu?a la jugada le salga mal, frustre sus ambiciones y pase de su actual condici¨®n de macho beta a macho omega y acabe siendo ninguneado por todos, incluso por los suyos.
Los personajes de Julio Verne empezaron el viaje en Islandia y lo terminaron sanos y salvos en la isla italiana de Estr¨®mboli. Veremos en qu¨¦ latitud ideol¨®gica y en qu¨¦ estado de salud pol¨ªtica se encontrar¨¢n Uni¨® y su intr¨¦pido l¨ªder al final de su apasionante viaje al centro de la pol¨ªtica.
Jordi Matas Dalmases es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la UB.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.