Voz a las partituras silenciadas

Los silencios escritos en una partitura pueden provocar que una obra sea emocionante, vibrante, pero no todos los silencios en la m¨²sica son siempre agradecidos. Las mujeres compositoras no han disfrutado a lo largo de la historia de la voz y la difusi¨®n que han tenido sus compa?eros de profesi¨®n. Han estado silenciadas o marginadas por a?os. ¡°Solamente y por excepci¨®n, vi el otro d¨ªa en una orquestilla una compositora, profesora de armon¨ªa que tocaba el fagot, espect¨¢culo que me quit¨® el apetito por unos d¨ªas¡±, critic¨® Joaqu¨ªn Turina (1882-1949) sobre una obra en la que participaba una mujer, seg¨²n recuerda Teresa Catal¨¢n, que con 39 a?os fue la primera catedr¨¢tica de Composici¨®n e Instrumentaci¨®n de Espa?a. Ahora tiene 63 y es todav¨ªa la ¨²nica. Seg¨²n detalla Catal¨¢n, tampoco ha habido nuevas oposiciones.

Ahora la cr¨ªtica no llega a ese extremo, pero las compositoras consideran que siguen encontrando dificultades para ser reconocidas como creadoras de m¨²sica. Ellas no quieren ser m¨¢s pero tampoco menos, esperan que su actividad profesional se normalice. ¡°No se trata de hacer un gueto ni de luchar contra nadie. Simplemente somos pocas, tenemos cosas que decir, y estamos juntas. Generamos y aportamos el patrimonio intangible de la m¨²sica a la sociedad¡±, detalla convencida.

Ella forma parte junto a otras 11 del Taller de Mujeres Compositoras del Festival de M¨²sica Espa?ola de C¨¢diz, que naci¨® con la idea de difundir sus obras y de crear un espacio en el que debatir tanto la t¨¦cnica de sus trabajos como el contexto sociol¨®gico en el que se mueven. Cada a?o estrenan obras en esta cita, se publican sus partituras y se graban. En esta edici¨®n, el pr¨®ximo s¨¢bado 22, a las 16.30, se celebrar¨¢ una mesa redonda sobre la documentaci¨®n y transmisi¨®n del legado de las compositoras en la Biblioteca P¨²blica Provincial, y a las 19.30 comenzar¨¢n los estrenos de las 12 obras en el Claustro de la Diputaci¨®n Provincial.

¡°Es una propuesta fant¨¢stica aunque hay compa?eros que la consideran anacr¨®nica. Nosotras no lo vemos as¨ª, a la problem¨¢tica general de esta profesi¨®n en la que la composici¨®n no se considera una pr¨¢ctica art¨ªstica remunerada, a nosotras se nos suma la cuesti¨®n de ser mujer y su complejidad para la conciliaci¨®n...¡±, detalla Diana P¨¦rez, compositora y participante en este taller, que comenz¨® a celebrarse en 2005 y que describe como ¡°pionero¡±.

¡°Es dif¨ªcil que una orquesta interprete una composici¨®n contempor¨¢nea y m¨¢s dif¨ªcil a¨²n que la obra sea de una mujer. El sector de por s¨ª es complejo, la invisibilidad y la precariedad en este ¨¢mbito es general, pero m¨¢s para la mujer¡±, coincide Catal¨¢n, que a?ade que se agudiza en Espa?a. ¡°En otros sitios de Europa est¨¢ m¨¢s normalizado, por ejemplo, la compositora sevillana Elena Mendoza acaba de conseguir una c¨¢tedra en el conservatorio de Berl¨ªn, all¨ª no es tan extra?o¡±, matiza la catedr¨¢tica.

Durante la edici¨®n anterior decidieron entre todas un instrumento y un int¨¦rprete para que diera voz a sus partituras escritas para este a?o. El instrumento fue el viol¨ªn, y el int¨¦rprete Manuel Guill¨¦n, quien desde junio estudia las obras de las 12 compositoras del taller para estrenarlas el s¨¢bado 22 en C¨¢diz. ¡°Es un placer poder tocar todas sus obras en estreno absoluto. He tenido que estudiar much¨ªsimo, es un trabajo de una enorme dificultad, habr¨¦ invertido cientos de horas a las 12 composiciones¡±, detalla Guill¨¦n.

El violinista cree que las mujeres le seleccionaron porque ya tiene una amplia trayectoria en el estreno de obras y por estar habituado a tocar el viol¨ªn sin acompa?amiento. ¡°Est¨¢s solo frente a todo el mundo, es m¨¢s dif¨ªcil que si interpretas con un piano o un grupo de c¨¢mara. Pero es interesante¡±, detalla. Sobre las obras, dice que cada una tiene un estilo diferente, no solo porque las compositoras que participan en el taller van desde los 30 hasta los 80 a?os, sino porque ¡°obviamente cada una tiene su estilo, y adem¨¢s algunas me piden que interprete m¨¢s matices¡±, se?ala Guill¨¦n. Por ejemplo, la composici¨®n de Diana P¨¦rez The voice of the devil va acompa?ada con textos recitados por el violinista. ¡°Est¨¢ basada en una obra de William Blake en la que se plantea una disquisici¨®n entre lo que est¨¢ bien y lo que est¨¢ mal¡±, a?ade P¨¦rez.

En el caso de la visibilidad para las mujeres, ellas coinciden en que est¨¢ bien que se d¨¦ sonido a sus partituras. "?Ojal¨¢ todas nos unamos. As¨ª seguiremos componiendo!", exclama con voz alentadora Catal¨¢n. Van escribiendo juntas sobre los otros silencios de la composici¨®n.?