Madrid exporta 41 cabras montesas a Francia en medio de una gran pol¨¦mica
Ecologistas y cazadores claman contra la venta de la especie end¨¦mica
La cabra mont¨¦s ha vuelto a la vertiente francesa del Pirineo tras su extinci¨®n en 1910. El Gobierno espa?ol desbloque¨® este verano el env¨ªo de ejemplares para repoblar los riscos franceses. Los 41 herb¨ªvoros soltados hasta el momento ¡ª23 hembras y 18 machos¡ª proceden de la Sierra del Guadarrama, y tal aportaci¨®n ha reportado al Gobierno regional 85.000 euros. En tres a?os, Madrid tiene previsto contribuir con otros 200 b¨®vidos. En la vertiente pirenaica espa?ola, la ¨²ltima hembra de bucardo (la subespecie de cabra que habitaba el Pirineo), muri¨® en 2000.
Los investigadores se encuentran divididos. La Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (UICN) dio el visto bueno en 2011. Pero expertos en ungulados como Ricardo Garc¨ªa-Gonz¨¢lez, investigador del Instituto Pirenaico de Ecolog¨ªa del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), ponen en duda la justificaci¨®n cient¨ªfica de la medida, que se basa en ¡°algo tan gen¨¦rico como la restauraci¨®n de la biodiversidad en los ecosistemas pirenaicos¡±. Se pregunta si es la mejor forma de llevarlo a cabo, ¡°porque ni siquiera se trata de la misma subespecie¡±.
Lo aconsejable, en su opini¨®n, ser¨ªa realizar una moratoria para desarrollar propuestas de reintroducci¨®n con fundamento gen¨¦tico. Pero desde la UICN consideran que utilizar una subespecie similar a la extinta es apropiado. A Garc¨ªa le preocupa tambi¨¦n la sobreabundancia de ungulados en los Pirineos, al carecer de depredadores. Por este motivo indica que ser¨ªa m¨¢s adecuado repoblar estas zonas con grandes o medianos carn¨ªvoros, y ocuparse de otras especies como el desm¨¢n, que est¨¢ desapareciendo de los r¨ªos pirenaicos aragoneses, o la rana pirenaica y la perdiz nival. ¡°Pero se restaura lo que llama la atenci¨®n, lo que da dinero, parece que obedece a criterios econ¨®micos y pol¨ªticos¡±, puntualiza.
Las cr¨ªticas de los cazadores tambi¨¦n arrecian. Califican de ¡°barbaridad¡± sacar de Espa?a un recurso cineg¨¦tico exclusivo del pa¨ªs, que atrae a personas de todo el mundo y desempe?a un papel fundamental en la econom¨ªa rural. Un buen trofeo se cotiza a partir de 6.000 euros y la media de capturas anuales se sit¨²a en unos 2.100 ejemplares, indican desde la Federaci¨®n Espa?ola de Caza.
Desde el Ministerio de Medio Ambiente recuerdan que, al contrario que en Espa?a, con una poblaci¨®n de entre 60.000 y 100.000 ejemplares, en Francia la especie est¨¢ protegida. ¡°Nos parece muy bien que se repueble, pero no con la ¨²nica especie aut¨®ctona que tenemos de caza¡±, explica Luis Fernando Villanueva presidente de Aproca (Asociaci¨®n de propietarios de fincas y cotos). Vaticina que de aqu¨ª a diez a?os la poblaci¨®n de b¨®vidos en Francia habr¨¢ crecido hasta tal punto que ser¨¢ sometida a un control poblacional. ¡°Un eufemismo bajo el que se esconde la caza¡±, desvela.
Un ejemplo de la capacidad de adaptaci¨®n de la especie es la sierra madrile?a, donde no quedaba ni una cabra mont¨¦s en los ochenta. Ahora sobran. Los 67 ejemplares que se soltaron entre 1989 y 1992 se han multiplicado hasta rozar los 4.000 en 2013, seg¨²n Jos¨¦ Lara Zab¨ªa, jefe del ?rea de Conservaci¨®n de Flora y Fauna de la Comunidad de Madrid. El problema actual es c¨®mo controlar la superpoblaci¨®n, porque el b¨®vido carece de depredadores naturales. De momento, se capturan en jaulas y se trasladan a otros puntos o se cazan con arco.
El 10 de julio pasado comenz¨® la pol¨¦mica e hist¨®rica suelta en el Parque Nacional de los Pyr¨¦nn¨¨s con la presencia de la ministra de Medio Ambiente francesa, S¨¦gol¨¨ne Royal. La ocasi¨®n lo merec¨ªa: se iniciaba una reintroducci¨®n demandada durante a?os por Francia. Ning¨²n miembro del Ejecutivo espa?ol asisti¨® al acontecimiento.
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