Turbulencias en el oasis escandinavo de Alicante

Arne Tollefsen, el socio n¨²mero 10.605 del Club Noruego Costa Blanca, denunci¨® el pasado jueves en fiscal¨ªa un sobrecoste de 270.000 euros en la construcci¨®n del centro social de la asociaci¨®n escandinava en l'Alf¨¤s del Pi. En el escrito presentado ante el Ministerio P¨²blico, este ciudadano noruego acus¨® al Ayuntamiento y a la presidencia del club de "administraci¨®n desleal" por hacer creer a sus miembros que la cesi¨®n de los terrenos donde se ubica es permanente y no por 25 a?os como consta en el acuerdo municipal.

Tollefsen es uno de los 2.500 noruegos empadronados en L'Alf¨¤s del Pi (se calcula que la poblaci¨®n flotante llega a los 8.000), el epicentro del oasis escandinavo en la comarca alicantina de La Marina Baixa. A este pueblo y sus alrededores llevan viniendo especialmente los noruegos desde los a?os setenta del pasado siglo. En ¨¦l se han construido una burbuja de sol y playa en la que viven un idilio de tranquilidad y silencio. Lo hacen a su modo: con sus m¨¦dicos, sus dentistas, sus escuelas e incluso la iglesia de San Olav, el patr¨®n del pa¨ªs de los fiordos.

Un perito judicial valora en 540.000 el edificio, que cost¨® 810.000 euros

El nuevo centro social del club, inaugurado esta primavera despu¨¦s de que se quedara peque?o el anterior, es una construcci¨®n sencilla y moderna de 505 metros cuadrados con dos plantas que ten¨ªan un presupuesto b¨¢sico de 196.000 euros y que acab¨® costando entorno a los 810.000 euros, cantidad abonada por los cerca de 1.000 socios que tiene el club. Tollefsen present¨® en Fiscal¨ªa el trabajo de un perito judicial en el que la estimaci¨®n de costes gira entorno a los 540.000 euros.

Tras la peritaci¨®n, Tollefsen sostiene que por el precio final en la zona podr¨ªa haberse comprado un terreno y edificado el mismo espacio. "Nos enga?aron, en 2010 el Ayuntamiento anunci¨® en una asamblea del club una cesi¨®n gratuita y la gente piensa que lo que hemos pagado es de nuestra propiedad", dice en ingl¨¦s este empresario, hoy jubilado. En Noruega, existe la posibilidad de que el gobierno ceda suelo a una asociaci¨®n y que lo que esta construya sea exclusivamente de su propiedad. En esa figura legal inexistente en Espa?a, entiende Tollefsen que est¨¢ la supuesta "estafa" que menciona en su denuncia a fiscal¨ªa.

Los cerca de 1.000 escandinavos que pertenecen al Club Noruego Costablanca son en su mayor¨ªa jubilados, gente que vive al margen de la crisis econ¨®mica y que no ha requerido de un aprendizaje del espa?ol para poder hacer vida en L'Alf¨¤s. Son el principal sustento del pueblo. Salvo por los hijos de aquellos que se establecieron en la comarca, el noruego b¨¢sico de la zona vive como en sus pueblos originales pero con sol, un entorno valenciano y una moneda nacional potent¨ªsima al cambio. "Hay gente que prefiere mirar hacia otro lado, no quieren meterse en l¨ªos, son mayores y temen ser marginados", apunta un Tollefsen que se sabe una molestia por su insistencia pidiendo documentaciones que dice que le niegan.

El letrado de la asociaci¨®n sostiene que ¡°todo es p¨²blico y verificable¡±

Esta semana el alcalde socialista Vicente Arques presentar¨¢ una queja contra ¨¦l en la asociaci¨®n n¨®rdica. En el Ayuntamiento defienden que no han hecho m¨¢s que ofrecer lo que pidi¨® el club, un terreno, y cobrarles las tasas municipales por su uso. Es el mismo acuerdo que tienen con la primera escuela noruega que se asent¨® en el municipio hace 42 a?os o la iglesia de San Olav. Aunque admiten que no es un contrato habitual, "el club sabe lo que tiene". La misma empresa que ejecut¨® la obra de la escuela, la constructora benidorm¨ª, JPC, hizo la del centro. "Todo es muy p¨²blico y verificable", argumenta Benito S¨¢ez, abogado de la asociaci¨®n escandinava. Los 810.000 euros del centro social fueron pag¨¢ndose puntualmente con cada certificado de obra, asegura el letrado. El arquitecto firmante del proyecto, Juan Manuel Calleja, defiende que el estudio de peritaje "est¨¢ mal hecho, se consult¨® presupuesto a nueve prestigiosas constructoras de la comarca y fueron los noruegos los que escogieron la oferta m¨¢s barata pero con calidad de proyecto asegurada".