Al salir de la c¨¢rcel

"Yo, personalmente...", Andr¨¦s, de 53 a?os, rodeado de periodistas, duda un segundo, acaba de recibir un diploma que acredita su capacitaci¨®n para desarrollar tareas de auxiliar de almac¨¦n tras haber realizado un curso para la reinserci¨®n de reclusos, pero finalmente se lanza: "estaba mejor dentro que fuera". Andr¨¦s, que tras haber pasado 12 a?os interno disfruta desde 2010 de la libertad condicional, se explica. "Personalmente prefiero estar dentro de la c¨¢rcel, tienes una rutina, escrib¨ªa, y pasa el tiempo. Ahora tengo 53 a?os, si para la gente joven, con estudios y preparada, est¨¢ dif¨ªcil, yo que no tengo ninguna preparaci¨®n... Se habla de reinsertar con mucha facilidad, pero...".

Andr¨¦s, junto a otros 16 reclusos o exreclusos de la c¨¢rcel de Martutene, en San Sebasti¨¢n, ha participado en el programa Reincorpora de La Caixa, que junto a la asociaci¨®n Erroak Sartu ha impartido un curso de auxiliar de almac¨¦n. Un programa cuyo objetivo es formar a personas que o bien han salido de la c¨¢rcel o est¨¢n a punto de ello para que tengan mayores oportunidades laborales. 210 horas entre talleres pr¨¢cticos y te¨®ricos, pr¨¢cticas en un centro comercial y colaboraci¨®n con organizaciones sociales como el Banco de Alimentos de Gipuzkoa. La iniciativa se completa con un asesoramiento individualizado posterior para la b¨²squeda de empleo, que ya ha obtenido sus frutos, dos de los participantes han encontrado un trabajo.

El programa se desarrolla desde hace cuatro a?os y en cada edici¨®n, a excepci¨®n de esta ¨²ltima, han participado 15 personas, como ha precisado Concha Clavero, responsable de Erroak Sartu, una entidad especializada en la formaci¨®n de colectivos en situaci¨®n desfavorable.

"Te sirve para estar entretenido, para ocupar el tiempo y para adquirir conocimientos", reconoce Andr¨¦s, quien sin embargo exige que este tipo de iniciativas tengan continuidad para garantizar que las posibilidades de los exreclusos de reinsertarse en la sociedad sean las m¨¢ximas y pone como ejemplo las nuevas tecnolog¨ªas. "Yo entr¨¦ en la c¨¢rcel en 1997, sal¨ª por primera vez en 2010 y la sociedad hab¨ªa cambiado un mont¨®n, te tienes que ir introduciendo poco a poco, he hecho un mont¨®n de cursos de inform¨¢tica, pero claro, sin la pr¨¢ctica y la continuidad...".

Andr¨¦s, que asegura haber escritos varios relatos y textos hist¨®ricos durante su estancia en la c¨¢rcel, haber ganado concursos de carteles de fiestas y haber participado en programas de radio y revistas, afirma resignado que ahora se tiene que "inventar" su d¨ªa a d¨ªa. "Me levanto, cojo la bici, ahora reparto publicidad, hago cursillos, voy al monte...", relata esta persona, que vive en un piso compartido en Ir¨²n, pero que acaba concluyendo: "aunque resulte duro decirlo, volver¨ªa a entrar".

La cierta desaz¨®n de Andr¨¦s, contrastaba, entre otros, con el optimismo y alegr¨ªa de Martin y Patxi, de 27 y 43 a?os, respectivamente. "Ya empiezan a llamar", asegura Patxi, en referencia a las empresas, "con un poco de suerte, algo saldr¨¢. Llevo en la c¨¢rcel desde 2011, llevo un a?o con el tercer grado. Antes, trabaj¨¦ como carrocero de camiones, pero el tema del transporte hoy est¨¢ muy mal", detalla Patxi, esperanzado con que el curso, al igual que otros dos compa?eros, le abra la puerta a un trabajo.