Esto va en serio

Los seis a?os transcurridos desde la disoluci¨®n de La Cabra Mec¨¢nica suenan a eternidad, pero esa brecha se hace m¨¢s abisal si atendemos a que el ¨²ltimo disco de la banda, Hotel Lichis, data de 2005. Acaso este par¨¦ntesis haya tenido algo de temerario para Miguel ?ngel Hernando, creador tan deslumbrante como disperso, y puede que sus desconcertantes intermitencias expliquen la t¨ªmida media entrada en Joy Eslava este mi¨¦rcoles para celebrar su regreso como solista. Pero dig¨¢moslo pronto: el barbecho le ha sentado la mar de bien. El hombre que se puso de punta en blanco al frente de una apisonadora musical de ocho m¨²sicos es ahora un tipo centrado, resolutivo, al¨¦rgico a los rodeos. Esto va en serio, parece decirnos con gesto orgulloso.

No hay sentimentalismos, discursos engolados ni miramientos: m¨¢s que volver, Lichis ha renacido. Es otro. Renuncia en gran medida a su dimensi¨®n m¨¢s callejera y canalla, a la rumbita y el gracejo instant¨¢neo. Pero el ingenio pervive, rutilante, en esos textos sobre colisiones sentimentales, disensiones, opciones dilapidadas. Hay que atesorar mucha sorna para escribir una canci¨®n como Tinkywinky. Y toneladas de vivencias para acertar con Televisi¨®n de madrugada, una de las piezas (como Pobrecito coraz¨®n)donde el ascendente del rock argentino es manifiesto.

Porque el reinventado Lichis suena californiano y radiante en la espl¨¦ndida Salir a asustar, abraza el blues y la mala baba con Tics raros, incluso se nos pone negroide para Enemigos. La huella de La Cabra Mec¨¢nica es ¨ªnfima: prefiere entregar Felicidad con deje arrastrado antes que conservar su primigenio ritmillo y apela a versiones (Gabinete Caligari, Antonio Vega) para completar el repertorio y eludir su pasado. El presente se llama Modo avi¨®n y, sobre todo cuando irrumpe su tripleta de metales, suena al disco que Leiva a¨²n parece muy lejos de enhebrar.