¡°El cambio clim¨¢tico acentuar¨¢ la pobreza extrema y la desigualdad¡±
El experto en medio ambiente y desarrollo participar¨¢ en la cumbre del clima de Lima
El investigador Simon Anderson (Londres, 1957) viaja el viernes a la cumbre sobre el clima COP20 que la ONU celebra este viernes en Lima (Per¨²). Su complicado reto, hacer comprender la m¨¢xima de sus estudios: ¡°La reducci¨®n de emisiones de CO2 tiene que ir de la mano de la reducci¨®n de la pobreza extrema¡±. Anderson es director del grupo de cambio clim¨¢tico del gabinete de expertos de medio ambiente y desarrollo brit¨¢nicos IIED. Ha trabajado durante m¨¢s de 30 a?os asesorando a gobiernos y organizaciones en la relaci¨®n entre la gesti¨®n de los problemas en el clima y el desarrollo econ¨®mico. Lima, una cumbre vital en la que se negocia la fundaci¨®n de un nuevo modelo econ¨®mico que vislumbre un tratado que sustituya al pol¨¦mico protocolo de Kioto, es un momento clave para sus ideales. ¡°Lo fundamental esta vez es conseguir un acuerdo legal y vinculante que incentive a todos los actores y que ayude a los pa¨ªses con mayores riesgos. Que haya una distribuci¨®n m¨¢s justa de los beneficios¡±.
¡°El cambio clim¨¢tico acent¨²a m¨²ltiples factores socioecon¨®micos¡±. Su laboratorio de ideas (think-tank) conclu¨ªa en un reciente estudio que la tercera parte de la poblaci¨®n de Banglad¨¦s se ver¨¢ obligada a trasladar su lugar de residencia en solo 25 o 30 a?os, por culpa de los cambios ambientales acelerados por el cambio clim¨¢tico: ¡°la degradaci¨®n del suelo, la altura del pa¨ªs respecto al nivel del mar, los trastornos ecol¨®gicos...¡±. Una situaci¨®n de este calado podr¨ªa ser extrapolable antes o despu¨¦s a todo el planeta Sus consecuencias, aunque todav¨ªa hipot¨¦ticas, son muy variadas: migraciones extremas o una mayor desigualdad entre pa¨ªses ricos y pobres son solo algunos efectos. ¡°El problema va mucho m¨¢s all¨¢ que el cambio clim¨¢tico¡±.
Pero para Anderson, todo tiene que empezar de abajo a arriba. ¡°Los gobiernos deben ser los motores que lo legitimen todo, pero por debajo tiene que haber una serie de nodos interconectados que sepan c¨®mo responder a planes concretos. Ayuntamientos, empresarios, grandes multinacionales¡¡±. Ese camino ha llevado a este investigador escoc¨¦s a recalar en Bilbao antes de viajar a Latinoam¨¦rica. Anderson participa este jueves en las jornadas Klimagune organizadas por el centro de estudios BC3, especializado en el an¨¢lisis de los efectos socioecon¨®micos del cambio clim¨¢tico, para explicar el papel del medio rural en la problem¨¢tica. ¡°Es una parte olvidada, pero que no solo afecta a c¨®mo deber¨ªamos producir, sino a c¨®mo deber¨ªamos consumir¡±, explica Unai Pascual, promotor de estas sesiones. ¡°El consumidor tambi¨¦n tiene un papel¡±.
Anderson toma como muestra dos pa¨ªses ejemplo que han sabido, frente a las pol¨ªticas globales o de Naciones Unidas, construir un ¡°marco de incentivos, leyes e impuestos capaz de sobrevivir a los ciclos pol¨ªticos¡±. El programa de adaptaci¨®n clim¨¢tica de Escocia, exigido por una ley puesta en marcha este mismo 2014, al favorecer la disposici¨®n a adaptarse al cambio clim¨¢tico con una evaluaci¨®n de riesgos y al establecer unos objetivos claros y concretos en un periodo determinado. Escocia ya convive con algunos de los efectos, aunque hayan sido algo positivos: "El verano se ha alargado. No llueve. Y en invierno no hay nieve, por lo que muchas pistas de esqu¨ª se han tenido que adaptar en zonas de bicicleta". El programa del Gobierno de Etiop¨ªa crea, por su parte, una ambiciosa agenda que conecta la resiliencia clim¨¢tica con la econom¨ªa, a trav¨¦s de un Ministerio de Finanzas encargado tambi¨¦n del medio ambiente busca de un salto hacia un nuevo modelo verde.
Lo fundamental es conseguir un acuerdo legal y vinculante con incentivos e impuestos
¡°Los objetivos fundamentales deben ser dos: analizar los casos concretos de riesgo y buscar una respuesta con metas que empujen un efecto cascada. Pero sin un estudio de la situaci¨®n particular no hay nada. Tenemos que saber cu¨¢ndo no se podr¨¢ hacer nada m¨¢s¡±. Por eso, el escoc¨¦s aboga por programas localizados o de envergadura m¨¢s peque?a, que conozcan el entorno y act¨²en con objetivos claros. ¡°El alcalde dar¨¢ una respuesta a sus ciudadanos y despu¨¦s cada uno de los nodos deber¨¢ trabajar para que todo el programa global funcione de manera interconectada¡±.
¡°Tenemos el tiempo que tenemos. Lo perfecto hubiera sido que Kioto funcionara, pero todav¨ªa hay posibilidades¡±. El V informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Clim¨¢tico? conclu¨ªa hace unas semanas que la temperatura del planeta subir¨¢ dos grados antes de final de siglo. Anderson cree que reducir las emisiones para parar este incremento es factible, con incentivos y leyes concretas. ¡°Es verdad que con la trayectoria actual es imposible, pero estamos a tiempo de controlarlo. De hecho, lo m¨¢s probablemente es que si las emisiones siguen subiendo, lleguemos a un fin de ciclo donde la temperatura baje, aunque sea de manera leve. Tiene que haber compromiso y un esfuerzo enorme de la industria y todos los actores¡±. Lo que tiene claro es que los agentes ya no se limitan a gobiernos, tambi¨¦n deben incluir a multinacionales. ¡°Deben ser capaces de dejar un legado a largo plazo y no limitarse a una legislaci¨®n¡±.
En 25 a?os, un tercio de la poblaci¨®n de Banglad¨¦s tendr¨¢ que trasladarse por culpa de los cambios ambientales acelerados
Los acuerdos a los que se lleguen en Lima tendr¨¢n que esperar un a?o entero, sin embargo, para ser refrendados en la pr¨®xima cumbre en Par¨ªs. Ninguno de esos planes comenzar¨¢, asimismo, a vislumbrarse hasta por lo menos 2020, cuando acabe la vigencia de Kioto. Pese a la lentitud de los acuerdos, Anderson tiene esperanzas de encontrar soluciones a tiempo. Otra de las razones por las que ha viajado al Pa¨ªs Vasco para compartir propuestas entre regiones m¨¢s peque?as, pero de caracter¨ªsticas similares. ¡°Kioto fall¨® por la falta de enfoque y por ser demasiado complejo. La convenci¨®n tiene que dar soluciones t¨¦cnicas, pero tambi¨¦n pol¨ªticas y sociol¨®gicas. Mientras tanto, hay que trabajar desde estados m¨¢s peque?os¡±.
Anderson lleva un reto casi ut¨®pico a Lima, donde se reunir¨¢ con otros expertos durante las jornadas de fin de semana para apoyar el grupo de 48 pa¨ªses menos desarrollados (de 198) que deber¨¢n servir de bisagra en las negociaciones. ¡°Cada vez tienen m¨¢s voz y Europa suele buscar su ayuda. Tenemos que lograr cero emisiones y cero pobreza extrema en una generaci¨®n, 20 o 25 a?os. No podemos dejar que la variabilidad clim¨¢tica siga incrementando esta pobreza en pa¨ªses donde los efectos ser¨¢n inmediatos. La pobreza solo se reduce con pol¨ªticas globales con una distribuci¨®n de responsabilidades m¨¢s justa y responsabilidad hist¨®rica¡±.
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