Sanidade retira los f¨¢rmacos abandonados en un psiqui¨¢trico

Un error aunque con matices. La Conseller¨ªa de Sanidade ha retirado cientos de medicamentos psiqui¨¢tricos que permanec¨ªan abandonados en el hospital Doctor Cabaleiro Go¨¢s, en el municipio ourensano de To¨¦n, te¨®ricamente cerrado desde enero de 2012, cuando se orden¨® su clausura porque el viejo sanatorio levantado hace medio siglo ya no re¨²ne las condiciones adecuadas para el tratamiento de enfermos.

?Tras inspeccionar nuevamente las instalaciones, fuentes sanitarias consultadas por este diario admiten un ¡°error¡± porque ¡°los f¨¢rmacos no deb¨ªan estar all¨ª¡±, aunque matizan que el centro ¡°no es de libre entrada¡± porque se ¡°bloquearon los accesos¡±, aunque reconocen que desde la supresi¨®n de los vigilantes de seguridad privada que patrullaban el recinto, de casi cuatro hect¨¢reas, los saqueadores ¡°han forzado las puertas y se han producido robos de todo tipo¡±. ¡°Incluso se bloquearon las carreteras con fosas para evitar que pudiesen acceder con furgonetas¡±, recuerdan las mismas fuentes.

La Conseller¨ªa explica que los medicamentos abandonados formaban parte de un ¡°contenedor de desechos¡± que qued¨® olvidado en la antigua farmacia hospitalaria, tras la clausura del psiqui¨¢trico y el traslado de los internos al cercano hospital de Pi?or, otro de los centros del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense. Entre los cientos de f¨¢rmacos que han permanecido al alcance de cualquiera durante casi tres a?os figuran anticonvulsivos, antidepresivos para el trastorno obsesivo-compulsivo, antipsic¨®ticos, corticoides contra la esquizofrenia, alg¨²n derivado opi¨¢ceo o pastillas para el tratamiento del c¨¢ncer de mama.

Todos estos f¨¢rmacos requieren receta m¨¦dica y algunos incluso tienen un nivel de seguridad mayor ya que precisan de un visado espec¨ªfico emitido por la inspecci¨®n sanitaria al ser de prescripci¨®n restringida. Se trata de medicinas de especial control m¨¦dico (ECM) de gran eficacia pero que pueden provocar efectos secundarios muy graves. Tambi¨¦n permanec¨ªan sin vigilancia agujas, jeringuillas, botes con polvos, jarabes y otro material sanitario como v¨ªas o pa?ales, muchos en cajas sin estrenar.

A los 10 edificios del viejo hospital p¨²blico Cabaleiro Go¨¢s puede acceder cualquier persona que llegue al lugar tras una caminata de poco m¨¢s de cinco minutos, ya que la pr¨¢ctica totalidad de las puertas est¨¢n desbloqueadas y abren sin esfuerzo al empujar con la mano. Ninguna ha sido tapiada con bloques o ladrillos. S¨ª se bloque¨® con vallas met¨¢licas el acceso al viejo centro social, formado por un auditorio, una cafeter¨ªa, la capilla o una sala de exposiciones, aunque una de las puertas est¨¢ abierta de par en par. Al otro lado del muro se amontonan colchones, camas, mobiliario y maquinaria m¨¦dica en una especie de vertedero sanitario que, seg¨²n Sanidade, se guarda all¨ª ¡°por si llegado el momento pueden ser cedidos a otros pa¨ªses o instituciones para otros usos ya que se han quedado obsoletos¡±. Tambi¨¦n han sido retirados los contratos repletos de datos privados de trabajadores, cuadrantes de turnos laborales o n¨®minas que, olvidados tras la mudanza, sobrevivieron a los robos y a la humedad en las oficinas que ocupaban los sindicatos.