?ltima parada: Parla
El tranv¨ªa, que acumula denuncias por su pol¨¦mica ampliaci¨®n, es un medio de transporte muy valorado y usado por los residentes en la ciudad
Tom¨¢s G¨®mez, alcalde socialista de Parla entre 1999 y 2008 y actual secretario general del PSOE madrile?o, tom¨® durante su mandato como regidor una importante decisi¨®n que cambiar¨ªa la ciudad: construir¨ªa un tranv¨ªa que uniese el centro del municipio con el nuevo barrio de Parla Este (11.000 viviendas). La Comunidad, gobernada por el PP, hab¨ªa dejado al pueblo fuera del trazado del Metrosur, la l¨ªnea que iba a conectar por metro los grandes municipios del ¨¢rea metropolitana sur. A?os despu¨¦s, la fiscal¨ªa, el Tribunal de Cuentas y la oposici¨®n denuncian posibles ¡ªno probadas¡ª irregularidades en el proyecto de modificaci¨®n de las obras del tranv¨ªa. De 108 millones pas¨® a costar 149. El actual gobierno municipal, tambi¨¦n socialista, no puede ni afrontar los pagos del servicio.
?Pero funciona el pol¨¦mico tranv¨ªa? EL PA?S ha pasado dos d¨ªas consultando a los usuarios y probando el servicio.
Numerosas conversaciones telef¨®nicas en Parla comienzan cada ma?ana de la siguiente manera: ¡°Dime, que voy en el tranv¨ªa¡±. Los trenes verdes recorren casi en completo silencio el paisaje parle?o siguiendo la pista de las v¨ªas, que trazan un recorrido de 8,3 kil¨®metros. Desde su primer viaje en 2007, ha transportado a 28 millones de usuarios; el a?o pasado, realiz¨® 4,5 millones de viajes. Presta servicio principalmente al desarrollo urban¨ªstico de Parla Este y sirve de enlace a los vecinos con la ¨²nica estaci¨®n de Cercan¨ªas que hay en el municipio.
Al quedar Parla fuera del circuito de Metrosur, la principal conexi¨®n en transporte p¨²blico con la capital es la estaci¨®n de Cercan¨ªas de esta ciudad de 125.000 habitantes. A la salida del tren, las v¨ªas del tranv¨ªa rodean las de Renfe. Un par de m¨¢quinas expendedoras de billetes y dos andenes, uno para cada sentido de la l¨ªnea, aguardan a los viajeros en cuanto ponen un pie en la calle. Es la parada de Parla Centro Bulevar Norte, una de las 15 que tiene, y la m¨¢s utilizada por aquellos que trabajan en Madrid.
¡°Me viene genial. Trabajo en Sol y lo utilizo todos los d¨ªas para ir y venir¡±, explica Ruth Alcarazo. El tranv¨ªa le permite ahorrar 30 minutos cada ma?ana, los que tardar¨ªa en ir caminando desde su casa hasta el Cercan¨ªas. ¡°Por las ma?anas va lleno: los que vamos a trabajar, las madres con ni?os al cole¡ Y funciona a la perfecci¨®n¡±. Ella es uno de los 12.000 viajeros que, de media, se suben cada d¨ªa, seg¨²n los datos de 2013 (los ¨²ltimos disponibles), aunque entre semana esa cifra es de 14.200 trayectos, mientras que en fin de semana se reduce a 7.500. La cifra cay¨® en 2013 un 1,20%, aunque supera los 3,6 millones al a?o de viajes que se preve¨ªan cuando se inaugur¨®.
Los trenes circulan desde las 4.45 y en hora punta pasan cada siete minutos
El servicio para los parle?os es casi de sobresaliente, seg¨²n una encuesta realizada en octubre de 2013 por la empresa que gestiona el tranv¨ªa, en la que los viajeros le pusieron de nota un 8,59. Lo m¨¢s valorado fue la limpieza y el cuidado de los trenes y la puntualidad. Los convoyes pasan cada siete minutos en hora punta, aunque en el resto de la jornada los tiempos de espera pueden ser de 10 o 15 minutos.
La queja m¨¢s repetida entre los parle?os sobre su funcionamiento es que no llega hasta el hospital Infanta Cristina. ¡°Un tercio de la poblaci¨®n se queda sin servicio, el sur de Parla no tiene tranv¨ªa¡±, asegura Pedro Villaescusa, reci¨¦n jubilado, que espera en la parada de Parque Parla Este, donde ha quedado con sus amigos. Los vecinos de este gran desarrollo urban¨ªstico, unas 11.000 viviendas, son los principales beneficiados. Pero la parte oeste del municipio y, sobre todo, el sur, donde est¨¢ ubicado el hospital, quedan desconectados del trazado, que se tarda en recorrer 27 minutos.
Las v¨ªas y los cables van dejando atr¨¢s calles peatonales, la iglesia, el pol¨ªgono industrial o la plaza de toros, que queda a unos metros de las cocheras del tranv¨ªa. En el casco urbano, las v¨ªas ocupan el espacio central de la calle Real, peatonal. Cuando llega a la parada de los Reyes Cat¨®licos, el trazado del convoy ya comparte espacio con los coches en la calzada. Circula por las calles y pasa por el medio de las rotondas que abundan en las amplias avenidas de Parla Este. Nicol¨¢s Jim¨¦nez, vecino de la zona y conductor, se queja de que a veces interrumpe la circulaci¨®n y de que el problema del transporte p¨²blico se podr¨ªa haber solucionado con m¨¢s autobuses. ?rsula Garc¨ªa, que tambi¨¦n tiene coche pero utiliza el tranv¨ªa, por ejemplo, para ir al centro, replica: ¡°Pero con el autob¨²s pillas caravana y pasa cada 20 minutos¡±.
Me ahorro media hora cada ma?ana al ir a trabajar
Una vecina
¡°Recuerda validar tu billete¡±, habla una voz femenina por la megafon¨ªa de los trenes. Los cuatro vagones que lleva cada convoy, pr¨¢cticamente llenos en las paradas que discurren por el centro, se van vaciando en las estaciones que transcurren por Parla Este. No hay ning¨²n control de acceso, solo dos m¨¢quinas ya dentro del tren: una para pasar el abono de transportes (son v¨¢lidos solo aquellos a partir de la zona B2) y otra para introducir el billete: el sencillo cuesta 1,30 euros y un abono de diez viajes, 8,50. El 66% de sus usuarios viaja con abono de transportes.
¡°Hay revisores, pero mucha gente aprovecha para colarse¡±, apunta Mar¨ªa Antonia Fern¨¢ndez, mientras espera en el and¨¦n de la estaci¨®n Reyes Cat¨®licos. Utiliza el tranv¨ªa ¡°much¨ªsimo¡±, aunque critica que las frecuencias y los horarios ¡ªcomienza a las 4.45 y termina a las 0.45¡ª deber¨ªan ajustarse a los de Cercan¨ªas. ¡°A veces llegas en tren por la noche y tienes que esperar 20 minutos. Para eso vas andando a casa¡±.
Justo detr¨¢s de la parada de Reyes Cat¨®licos ¡ªdos marquesinas de color gris y aspecto moderno a uno y otro lado de las v¨ªas¡ª se encuentra la fruter¨ªa de Mar¨ªa. El tranv¨ªa pretend¨ªa vertebrar Parla, conectar sus puntos neur¨¢lgicos y mejorar la calidad de vida en el centro. La frutera opina, sin embargo, que el problema de transporte se habr¨ªa solucionado reforzando las tres l¨ªneas de autobuses que circulan en Parla. ¡°Como negocio nos ha perjudicado, porque antes esto era una avenida muy amplia, donde la gente aparcaba en doble fila y nos ven¨ªa bien¡±.
¡°Clonc¡±. El tranv¨ªa anuncia su llegada con un sonido met¨¢lico y se despide de cada estaci¨®n con el mismo aviso. Virginia Moreno, que acaba de bajarse del Cercan¨ªas, llega a la parada de Parla Centro empujando el carrito de su hija justo para ver c¨®mo el convoy desaparece, camino de la siguiente estaci¨®n, junto a la iglesia. ¡°Uf, ocho minutos¡±, exclama, mirando las pantallas que indican el tiempo de espera. ¡°Mejor nos vamos andando, que tardamos lo mismo¡±. A las cuatro de la tarde, con la jornada de trabajo ya finalizada para muchos, las 50 personas que llenan el and¨¦n prefieren quedarse esperando al siguiente tranv¨ªa.
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