El conflicto de los gitanos pervive pese al ultim¨¢tum que dio el fiscal
Los llamados ¡®zamoranos¡¯ siguen sin vender en las ferias y viven de ayudas
El conflicto por el que 410 gitanos de O Porri?o y Tui se vieron empujados a abandonar sus viviendas y huir de Galicia hace m¨¢s de mes y medio no ha llegado a su fin. A punto de expirar, en A?o Nuevo, el plazo que impuso el fiscal jefe, Carlos Varela, para llegar a una ¡°resoluci¨®n consensuada y pac¨ªfica¡± del enfrentamiento que provoc¨® el ¨¦xodo de familias enteras, el bando d¨¦bil de esta guerra sigue sin ocupar sus puestos en los mercadillos de Pontevedra y sin poder llevar dinero a casa. Mientras tanto, seg¨²n Francisco Romero Alvite, presidente de la Asociaci¨®n Galega de Ambulantes e Aut¨®nomos, que no es de etnia gitana pero se ha convertido en portavoz de los exiliados, en varias de las ferias semanales que se celebran en diferentes municipios de la provincia los desaparecidos han sido suplantados por otros comerciantes. No obstante, seg¨²n otras fuentes, hay varios Ayuntamientos, ¡°como Tui o Redondela¡±, donde los gobernantes han ordenado pedir la autorizaci¨®n municipal a todo el que pretenda instalar su puesto y ¡°no dejan montarlo a nadie¡± sin permiso.
Los que el d¨ªa 8 de noviembre pegaron la estampida y ahora, ya de vuelta, permanecen recluidos en sus casas son los llamados gitanos zamoranos, aunque casi todos ellos nacieron en Galicia, despu¨¦s de asentarse sus abuelos en el sur pontevedr¨¦s hace cerca de medio siglo. Sobreviven desde el inicio del conflicto con ahorros que ya se han agotado, la ayuda de vecinos y la comida que les entregan los servicios sociales, sin atreverse a trabajar en las ferias donde cuentan con autorizaci¨®n municipal. Ellos prefieren permanecer callados: ¡°Aguantan unidos y en silencio¡±, explica un vecino de muchos de ellos en O Porri?o, ¡°esperando que la fiscal¨ªa solucione las cosas¡±. ¡°Est¨¢n en la miseria, determinados a resistir porque no quieren seguir siendo esclavos, estar sometidos ni ligados a los intereses de la familia dominante¡±.
Esta otra familia, que se atribuye la representaci¨®n de los gitanos gallegos en este conflicto, es la del conocido como rey de los gitanos Olegario Gim¨¦nez, alias Mor¨®n. Seg¨²n Alvite, se trata de una ¡°mafia de los mercadillos que extorsiona a seres humanos que quieren trabajar en libertad¡±. Supuestamente, en la ¨®rbita de esta familia se encuentra una cooperativa de vendedores que gestionaba los pagos de impuestos de un buen n¨²mero de ambulantes gitanos, entre ellos los zamoranos. El mes pasado, Alvite denunci¨® al hijo del rey, el pr¨ªncipe Sina¨ª Gim¨¦nez, ante la Fiscal¨ªa Superior de Galicia, y el fiscal plante¨® un ultim¨¢tum al l¨ªder cal¨¦. El v¨¢stago del Mor¨®n deber¨ªa propiciar la ¡°negociaci¨®n¡± entre los bandos enfrentados por los puestos y garantizar el ¡°respeto a los derechos y libertades de las personas¡± y su ¡°incorporaci¨®n inmediata a los mercados locales¡± sin ¡°ning¨²n tipo de represalia¡±.
El pasado fin de semana, desde el entorno del bando gallego, se sucedieron varios comunicados en los que adem¨¢s de negarse el conflicto se desvinculaba a Sina¨ª Gim¨¦nez de la cooperativa. Se apelaba incluso, a un ¡°consejo de ancianos¡± que negaba la existencia de un destierro, instaba al ¡°apret¨®n de manos¡± y garantizaba a todos los cooperativistas zamoranos que cuando decidan volver a trabajar recuperar¨¢n sus puestos aunque provisionalmente est¨¦n ocupados por gitanos gallegos. Este consejo de ancianos que ha trabajado en pro de un acuerdo pac¨ªfico, seg¨²n se informaba, est¨¢ compuesto por cinco gitanos gallegos y cinco zamoranos. Sin embargo, seg¨²n vecinos de O Porri?o que est¨¢n en contacto diario con el grupo que huy¨® de Galicia, "este consejo es una pel¨ªcula, no existe", ni hay "representantes" de los 410 afectados en ¨¦l. Por su parte, Romero Alvite insiste en que la ocupaci¨®n, aunque sea temporal, de los puestos de zamoranos por parte de gitanos gallegos podr¨ªa evitarse si los Ayuntamientos cumpliesen el art¨ªculo de la ley de comercio que obliga a exhibir permanentemente la autorizaci¨®n municipal en cada puesto. Esta irregularidad se produce "por el consentimiento del alcalde de turno", protesta, "y la Xunta, que permanece impasible, tiene en su mano remediarlo... No tiene m¨¢s que bloquear las subvenciones varias que reciben los consistorios para obligarlos a cumplir la ley".
Pero a punto de cumplirse el tiempo dado, despu¨¦s del cual Carlos Varela advierte que va a ¡°decidir si ejerce la acci¨®n penal¡±, los signos externos del conflicto no son buenos. Si antes el grado de tensi¨®n se med¨ªa por el ¨¦xodo a Castilla, que dur¨® algo m¨¢s de una semana, y por la falta de un centenar de ni?os en los colegios de O Porri?o y Tui, la llamativa ausencia de los mercadillos es, en fechas navide?as, el s¨ªntoma m¨¢s evidente de que el problema no se ha resuelto. Los vecinos de los zamoranos explican que alguno, en su desesperaci¨®n, ha salido ¡°a la calle con una bolsa de calcetines para vender algo, al menos, a clientes conocidos¡±.
El fiscal subrayaba que el regreso a las ferias deber¨ªa ser pac¨ªfico pero, seg¨²n personas pr¨®ximas, los zamoranos siguen teniendo "miedo". A principios de mes, la Guardia Civil de Tui levant¨® atestado del intento de un grupo allegado al Mor¨®n de entrar en una vivienda de zamoranos. Y la misma tarde de Nochebuena, una hija del rey atac¨® con un palo a dos mujeres del otro bando en una de las principales calles de la localidad. Tuvieron que ser atendidas en el centro de salud y los agentes denunciaron los hechos en el juzgado. Tras la agresi¨®n, el d¨ªa 27 la corporaci¨®n de Tui, que respalda a los zamoranos, pidi¨® a la fiscal¨ªa que inicie de una vez la v¨ªa penal.
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