Absueltos dos guardias procesados por corrupci¨®n en el ¡®caso Macedonia¡¯

El caso Macedonia, una compleja investigaci¨®n sobre corrupci¨®n en casi todos los cuerpos policiales que operan en Catalu?a, arranc¨® el 28 de mayo de 2009. La Guardia Civil recibi¨® el soplo sobre una inminente entrega de droga. Juan Miguel Bono, el presunto traficante, apareci¨® esa misma tarde en el lugar se?alado ¡ªla calle del Trabajo de Barcelona¡ª y, tras apearse de su moto, recogi¨® 29 paquetes del maletero de un coche. Los agentes le detuvieron. Y sus superiores redactaron un atestado en el que detallaban que parte de los 54 kilos incautados eran, supuestamente, coca¨ªna y otras sustancias estupefacientes.

El juez Joaqu¨ªn Aguirre sospech¨® de la actuaci¨®n de los guardias cuando el Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa determin¨® que apenas un kilo del supuesto alijo era realmente coca¨ªna; el resto conten¨ªa yeso y az¨²car. E imput¨® a una quincena de ellos por tr¨¢fico de drogas y asociaci¨®n il¨ªcita, entre otros delitos. Hab¨ªa nacido el caso Macedonia, que se hizo m¨¢s y m¨¢s complejo hasta alcanzar tambi¨¦n a mossos, polic¨ªas nacionales y narcos. La mayor¨ªa de guardias fueron exculpados antes de llegar a juicio. Salvo dos: el teniente Francisco P. y su subordinado sargento Ra¨²l J., que han sido procesados (y finalmente absueltos) por falsear aquel atestado, como recoge la sentencia, a la que ha tenido acceso EL PA?S.

El juez acus¨® a los mandos de saber de antemano que la droga era falsa

El teniente y el sargento son los primeros implicados en el caso que llegan a juicio. Su absoluci¨®n ¡ªdurante la investigaci¨®n tuvieron el tel¨¦fono intervenido¡ª supone un rev¨¦s para la causa, que desde la primavera de 2011 mantiene imputada pr¨¢cticamente a parte de la unidad anticorrupci¨®n de los Mossos d¡¯Esquadra que, en su d¨ªa, hab¨ªa dirigido las pesquisas. El juez Aguirre tambi¨¦n acab¨® sospechando del subinspector Antoni S. y de cinco subordinados por haberle ocultado la identidad de un confidente policial que, presuntamente, estaba involucrado en la banda de traficantes. El supuesto protegido por los Mossos es Manuel Guti¨¦rrez Carbajo, un confidente policial que fue clave para desmantelar, entre otros esc¨¢ndalos, la corrupci¨®n de miembros del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa (CNP) en torno a los prost¨ªbulos Riviera y Saratoga, de Castelldefels. El confidente sostiene que el chivatazo fue una venganza para perjudicarle. El fiscal no ve delito en la actuaci¨®n de los Mossos, cuya imputaci¨®n est¨¢ ahora en manos de la Audiencia de Barcelona.

En el caso Macedonia tambi¨¦n est¨¢n implicados un subinspector y otros agentes de los Mossos que, presuntamente, recibieron regalos a cambio de facilitar informaci¨®n a la banda. La causa ha generado, de rebote, un gran malestar entre cuerpos policiales. En febrero de 2012, los Mossos registraron la joyer¨ªa Rabat para saber si el confidente compr¨® relojes a mandos del CNP como pago por supuestos favores. Meses m¨¢s tarde, la Polic¨ªa irrumpi¨® por orden del juez en la sede central de los Mossos para obtener copias de las escuchas que, seg¨²n el magistrado, le fueron hurtadas.

La sentencia que absuelve a los dos guardias relata que aplicaron los reactivos qu¨ªmicos al material intervenido e indicaron, en el atestado, que pod¨ªa ser coca¨ªna y anfetamina. El fiscal les acus¨® de falsedad por imprudencia y pidi¨® el pago de una multa de 1.440 euros y seis meses de suspensi¨®n de empleo p¨²blico.

Los magistrados se?alan que el teniente ¡ªdefendido por los abogados Judit Gen¨¦ y Javier Melero¡ª habl¨® de ¡°supuesta¡± droga en el informe, por lo que expres¨® sus dudas. La aparici¨®n de un kilo de coca¨ªna, se?alan, ¡°justificaba la actuaci¨®n policial¡±. La resoluci¨®n rechaza, adem¨¢s, que los guardias conocieran de antemano que se tratara de una ¡°encerrona tendida al detenido por desconocidos¡± o que no hubiese droga. Lo supieron d¨ªas despu¨¦s a trav¨¦s de sus superiores, que hab¨ªan sido informados por el confidente Carbajo de que la droga era mala.