Fiscal¨ªa dice que los 23 acusados eran ¡°peones¡± de una decisi¨®n asamblearia
La defensa reitera que Cabisa "no manifest¨® una voluntad expresa" de recuperar el inmueble desde 1999 hasta 2011
La Fiscal¨ªa ha mantenido la acusaci¨®n contra los 23 j¨®venes juzgados por ocupar un edificio en Rekalde (Bilbao) donde se ubic¨® la asociaci¨®n cultural Kukutza y ha argumentado que estas personas fueron "peones" de una decisi¨®n asamblearia que intentaba evitar el desalojo de ese inmueble.
Seg¨²n ha dicho en la sesi¨®n final de este juicio celebrada este viernes, todos los que "intervinieron" en esa decisi¨®n son responsables de la ocupaci¨®n, pero solo han juzgado a 23 porque responden a la "foto fija" de las personas que se encontraban en el edificio el d¨ªa del desalojo.
Dicho d¨ªa, 21 de septiembre de 2011, la Ertzaintza desaloj¨® a estas personas, que junto a otras 21, se encontraban en el edificio en el que Kukutza desarroll¨® sus actividades durante trece a?os.
La operaci¨®n, que respond¨ªa a una orden judicial a requerimiento de la empresa propietaria del inmueble, la constructora Cabisa, origin¨® numerosos incidentes tanto ese d¨ªa como los posteriores, en los que se detuvo a un total de 64 personas.
La defensa dice que este caso pertenece a la jurisdicci¨®n civil y no a la penal
El Ministerio P¨²blico pide para los acusados una multa de 960 euros y, adem¨¢s, para uno de ellos, Oscar A., solicita tambi¨¦n una pena de tres a?os y un d¨ªa de prisi¨®n por un delito de atentado a la autoridad al considerar que, durante los incidentes, arroj¨® un bloque de hormig¨®n contra unos agentes, a los que no alcanz¨®.
La identificaci¨®n de este joven, seg¨²n la fiscal, se establece porque era el ¨²nico que presentaba una lesi¨®n por una pelota de goma, que un agente dispar¨® contra la persona que lanz¨® el citado objeto.
Sobre la ocupaci¨®n, ha recordado que Cabisa compr¨® el inmueble en 1994 y Kukutza lo ocup¨® en 1998 en estado de abandono. Tras hacer hincapi¨¦ en que no se juzgan las actividades culturales de Kukutza ni la "labor" que llevaba a cabo en el barrio, ha destacado que desde 1999 hasta 2011, la empresa intent¨® recuperar el inmueble en varias ocasiones, pag¨® los impuestos y contrat¨® un seguro, pero Kukutza "ni intent¨® pedir su consentimiento, ni se plante¨® mudarse a otro local".
Los abogados defensores han argumentado su petici¨®n de absoluci¨®n, precisamente, en lo contrario. Seg¨²n su discurso, Cabisa "no manifest¨® una voluntad expresa" de recuperar el inmueble desde 1999 hasta 2011 por lo que se daba por hecho que "toleraba" la ocupaci¨®n.
En su opini¨®n, este caso pertenece a la jurisdicci¨®n civil y no a la penal, y seg¨²n han asegurado, supone "un exceso" y "casi un fraude de ley" que despu¨¦s de m¨¢s de once a?os, Cabisa presente una denuncia penal, lo que han enmarcado en un "contexto de especulaci¨®n inmobiliaria y para conseguir un desalojo seguido de una orden de derribo del edificio". Seg¨²n han destacado, tres a?os despu¨¦s del desalojo, el solar permanece vac¨ªo y sin obras.
Respecto al joven acusado de un delito de atentado a la autoridad, su abogado ha afirmado que durante el proceso ¨²nicamente se le ha informado de que se le acusaba de un delito de usurpaci¨®n de inmueble y, por tanto, este "error" determina la nulidad de las actuaciones y de la acusaci¨®n.
Adem¨¢s, ha criticado que la "¨²nica" prueba en su contra consiste en que solo ¨¦l presentaba una lesi¨®n causada por una pelota de goma. "Se ha pretendido buscar una cabeza de turco para dar verosimilitud a una pel¨ªcula improbable de que dentro del edificio se desarroll¨® una batalla contra la Ertzaintza, cuando ¨²nicamente se intent¨® dificultar el acceso policial", ha dicho.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.