Mir¨® languidece en Mont-roig del Camp
La mas¨ªa del pintor se encuentra en desuso y abandonada pese al proyecto para convertirla en museo desde 2011
¡°Mont-roig es para m¨ª como una religi¨®n¡±, dijo el pintor Joan Mir¨®. En esta localidad tarraconense del Baix Camp el artista encontr¨® la inspiraci¨®n pasando largas temporadas durante 65 a?os en su mas¨ªa familiar, conocida como Mas Mir¨®. Pero este edificio, catalogado como Bien Cultural de Inter¨¦s Nacional por su valor art¨ªstico y arquitect¨®nico y con un proyecto para rehabilitarlo que acumula retrasos, languidece en la actualidad en estado de abandono. Cristales rotos y cableado desperdigado bordean el inmueble, situado a pocos metros de la autov¨ªa A-7. El cerrojo de una de las puertas laterales ¡ªel de la antigua casa de los masoveros¡ª est¨¢ roto y el desperfecto se ha solucionado instalando un candado para ahuyentar posibles ladrones. La puerta permanece medio abierta entre cadenas. Se divisan en el interior de la casa malas hierbas y suciedad. Algunas ventanas est¨¢n tapiadas con bloques de cemento. En otras una fina tela resguarda del ojo ajeno las salas solitarias cubiertas de polvo. En el estanque florece la inmundicia. La mas¨ªa ya sufri¨® el robo de varias piezas del mobiliario en verano de 2013, admite el alcalde, Ferran Pellicer (ERC).
A pesar del estado actual, la obra y el universo mironiano se gestaron en este espacio, al que dedic¨® lienzos como La Mas¨ªa (1922). El padre del artista compr¨® el enclave en 1910. Un a?o despu¨¦s Mir¨® acudi¨® all¨ª para recuperarse de una enfermedad y fue entonces cuando decidi¨® dedicarse de lleno a la pintura. ¡°Me infunde un gran entusiasmo y pinto como un loco. Animales monstruosos y animales ang¨¦licos. ?rboles con orejas y ojos, payeses con barretina y fumando pipa¡±, dijo Mir¨® de la localidad que junto a Mallorca y Barcelona acabar¨ªa por formar su tri¨¢ngulo vital.
Mir¨® acudi¨® al lugar desde los 18 y hasta los 83 a?os. En muchas ocasiones lo acompa?aron amigos como Ernest Hemingway, Alexander Calder o Josep Llu¨ªs Sert. Desde 2004 la antigua iglesia de Mont-roig acoge el Centro Mir¨®, donde hay reproducciones de la obra que el artista pint¨® inspir¨¢ndose en el municipio. Mir¨® le dedic¨® en 1919 el lienzo Poble i esgl¨¦sia de Mont-roig.
En 2011, los antiguos lazos del creador con Mont-roig resurgieron cuando tras una d¨¦cada de negociaciones el Ayuntamiento y los herederos del pintor firmaron un convenio para convertir en museo la mas¨ªa. Se hizo con el compromiso de crear una fundaci¨®n que gestionase la rehabilitaci¨®n del espacio. ¡°Queremos un centro activo, donde habr¨¢ una tienda de productos de la tierra, un restaurante y una biblioteca¡±, anunci¨® entonces Joan Punyet, nieto del pintor. En el convenio se pact¨® que la mas¨ªa fuese alquilada por el Consistorio por un periodo de 50 a?os, con el objetivo de conseguir la inversi¨®n del 1% cultural del Gobierno. Esta subvenci¨®n de momento no les ha sido concedida.
La casa museo deb¨ªa abrir en 2012 con exposiciones permanentes, con obras originales y programas educativos. Pero el proceso se retras¨®. En 2013 el Ayuntamiento, la Fundaci¨®n Joan Mir¨® y dos nietos del artista constituyeron la Fundaci¨®n Mas Mir¨® para ejecutar el proyecto por fases y recabar financiaci¨®n. El Ayuntamiento cont¨® con la aportaci¨®n de 200.000 euros de descendientes del artista para realizar trabajos de acondicionamiento y seguridad. La Caixa don¨® 15.000 euros y la Asociaci¨®n Nuclear Asc¨®-Vandell¨°s (ANAV) 30.000 m¨¢s. Quer¨ªan abrir un a?o despu¨¦s ya algunos espacios del inmueble. La inversi¨®n necesaria para ejecutar las obras al completo se fij¨® en 2,16 millones de euros. Sin embargo, una vez m¨¢s, la falta de dinero trunc¨® el calendario.
El Mas Mir¨® est¨¢ formado por un conjunto de edificios de ¨¦pocas diversas, que abarcan desde el siglo XVIII al XX. El principal se enmarca dentro de la tipolog¨ªa de los indianos, con un gran patio. Este edificio est¨¢ flanqueado por la antigua entrada de los carruajes y por el habit¨¢culo de los masoveros, quienes residieron all¨ª hasta hace escasos a?os.
Tambi¨¦n hay una capilla, junto a la que se ubica el estudio del pintor. Esta es la estancia m¨¢s valiosa del lugar: tiene grandes ventanales, desde los que se divisa el huerto y el mar. Con paredes blancas y desnudas, incluye dos grafitis hechos por Mir¨® y una chimenea. En diciembre la puerta del estudio permanec¨ªa abierta, con despojos tirados por el suelo y en unas condiciones de conservaci¨®n penosas. Los edificios agr¨ªcolas a¨²n est¨¢n m¨¢s degradados, algunos con paredes agujereadas e inmundicia. Solo el jard¨ªn permanece cuidado.
A lo largo de estos a?os la mas¨ªa ha sido objeto de numerosas investigaciones, como la de Elena Juncosa, experta en el artista, y cuyo trabajo Mas Mir¨®: aportaciones documentales a uno de los espacios creativos de Joan Mir¨® est¨¢ pendiente de presentarse.
Tras la oleada de quejas, el alcalde dice que han empezado a realizar ¡°peque?as limpiezas en la zona¡± y contratado a ¡°un equipo de arquitectos¡±. ¡°Los recursos son los que son, la familia ya retir¨® muebles y material valioso. Hay una alarma conectada con la polic¨ªa local¡±, afirma Pellicer. Una parte del mobiliario est¨¢ relegado a un almac¨¦n local, mientras que otros muebles y piezas de decoraci¨®n contin¨²an en la mas¨ªa, explican fuentes conocedoras de la situaci¨®n. Desde la Fundaci¨®n Mir¨® aseguran que est¨¢n trabajando para presentar en las pr¨®ximas semanas ¡°un proyecto¡± de la futura rehabilitaci¨®n. El Ayuntamiento quiere luchar para conseguirla llevarlo a cabo: ¡°Es importante porque Mir¨® pint¨® aqu¨ª muchos cuadros, pero los originales [el paisaje y las personas], los tenemos nosotros¡±, concluye el alcalde.
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