Fractura en la mezquita
La comunidad musulmana de Torredembarra se divide por una lucha de poder en el centro de culto
Es media tarde cuando decenas de musulmanes se acercan al pol¨ªgono de Torredembarra (Tarragon¨¨s). Sortean talleres, f¨¢bricas y alg¨²n que otro bar hasta acceder a una espaciosa nave industrial que cumple las funciones de mezquita.
Orando sobre el suelo enmoquetado les est¨¢ esperando para el rezo de la tarde Mohamed El Maazouzi, el imam desde hace 13 a?os. Seg¨²n el alcalde, Enric Grangel, el imam tambi¨¦n es el principal responsable de la divisi¨®n que sufre la comunidad isl¨¢mica del municipio. Grangel (PSC) le acusa de impartir una doctrina muy recia y relaciona la presunta incomodidad que ello provoca en los fieles con las peticiones para que se abra una segunda mezquita en el casco urbano.
El alcalde Enric Grangel acusa al imam de impartir una doctrina recia
Las declaraciones del alcalde han llegado en un clima convulso por la reciente detenci¨®n de una c¨¦dula yihadista preparada para atentar en Catalu?a. Se producen apenas unas horas despu¨¦s de que el ministro de Interior Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz se?alara la mezquita de Torredembarra, junto con la de Reus, Vilanova i la Geltr¨² y Salt, como centros merecedores de especial vigilancia policial por las supuestas ense?anzas fundamentalistas que se imparten.
Mohamed El Maazouzi aparenta sorpresa cuando se le reproducen las manifestaciones de ambos cargos pol¨ªticos. ¡°Soy imam desde el a?o 2002 y nunca nadie me ha dicho nada de quejas¡±.
El recelo se nota, pero huyen de disputas con el proceder oratorio del imam
Idriss El-Ghzaoui es el presidente de la junta que gestiona el centro de culto y se?ala que ¡°dudo mucho que alguien pueda tener ning¨²n problema con el imam, lo que pasa es que hay algunos que quieren el mando y como no lo pueden tener, se van de aqu¨ª y quieren abrir su propia mezquita¡±.
De manera similar se pronuncia Radouane El-Hachimi, responsable administrativo de la comunidad isl¨¢mica pastoral del Tarragon¨¨s, una asociaci¨®n que desde la mezquita de Torredembarra da cobertura y asesoramiento a ¡°m¨¢s de 7.000 familias¡±. ¡°Con el imam no hay nadie en el pueblo que tenga problemas, los problemas los tienen con nosotros y son de tipo personal¡±, sentencia al tiempo que invita a visitar la base donde se apa?a el grupo rival.
La asociaci¨®n magreb¨ª Osba se re¨²ne en una destartalada casa situada al borde de la carretera de Altafulla. ¡°Nosotros somos los m¨¢s antiguos de la mezquita de Torredembarra¡±, aseguran a modo de bienvenida. Se refieren al centro de culto que, desde 1993, ocupaban en el centro del pueblo y que fue clausurado al abrirse el local del pol¨ªgono.
¡°Aquellos de all¨ª arriba no son de Torredembarra, ni les conocemos ni queremos conocerles¡±, advierte Abdenassar El Merrouni, presidente del colectivo Osba.
El recelo es evidente, pero huyen de cualquier controversia con el proceder oratorio del imam. ¡°Ya s¨¦ por donde vas, pero yo ah¨ª no voy a entrar¡±, dice Abdelouahid El Younoussi cuando se le pide si son ciertas las acusaciones vertidas por el alcalde. ¡°No tenemos problemas con el imam, yo le conozco bien porque trabajamos juntos en la construcci¨®n¡±, tercia Abdul.
¡°Temas personales¡±, ¡°nosotros est¨¢bamos primero¡± e incluso ¡°dinero¡± son conceptos recurrentes cuando tratan de hacer comprender la rivalidad con sus hom¨®logos del pol¨ªgono. No es ninguna cuesti¨®n de fe, aseguran. Requeridos entonces por si hay alguna posibilidad de que mejoren las relaciones y puedan llegar a compartir espacio de culto, la respuesta es tan inmediata como un¨¢nime. ¡°Si tenemos nuestra casa, ?por qu¨¦ tenemos que ir a la casa de otros?¡±.
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