Los catalanes van, los escoceses vuelven

Escocia ya no sirve. Una vez celebrado el refer¨¦ndum, el nacionalismo escoc¨¦s ha dejado de interesar al soberanismo catal¨¢n. Funcion¨® muy bien para ejemplificar la idea aislada de un refer¨¦ndum de secesi¨®n autorizado por el Gobierno central. Es decir, era el ejemplo a restregar a Mariano Rajoy por su negativa a aceptar la propuesta de Artur Mas.

Pero apenas sirve como espejo despu¨¦s del 18 de septiembre, fecha del refer¨¦ndum perdido por Alex Salmond. Las derrotas suelen ser poco inspiradoras, y al parecer no lo son ni siquiera cuando tienen, como es el caso de Escocia, los extra?os rasgos de una derrota victoriosa, en la que las ideas y los proyectos no alcanzaron la mayor¨ªa requerida pero hicieron ostensibles progresos que ahora mismo ya est¨¢n madurando de cara a las elecciones generales brit¨¢nicas del 7 de mayo.

Tampoco inspiran dimisiones como la de Salmond, sustituido sin dilaci¨®n como l¨ªder por Nicola Sturgeon. Y no inspiran sobre todo en pa¨ªses poco proclives a sacar consecuencias de las derrotas electorales. Tampoco est¨¢ resultando muy inspiradora la nueva trayectoria del Scottish National Party (SNP), probablemente porque ahora se est¨¢ comprobando lo que entonces no se quer¨ªa ver, y es la d¨¦bil relaci¨®n entre ambas reivindicaciones nacionalistas, las escocesas y las catalanas.

Una vez celebrado el refer¨¦ndum, el nacionalismo escoc¨¦s ha dejado de interesar al soberanismo catal¨¢n

Se vio entonces y se ve con mayor claridad ahora: Escocia no perdi¨® el refer¨¦ndum. Perdi¨® la independencia pero gan¨® el pa¨ªs en su conjunto, porque consigui¨® m¨¢s fuerza dentro del Reino Unido. Escocia quer¨ªa ante todo ampliar su autogobierno y lo va a conseguir si las elecciones del 7 de mayo para la nueva legislatura de Westminster arrojan los resultados que se?alan las encuestas. Y va a obligar, adem¨¢s, quieran o no en Londres, a que la estructura del Reino Unido evolucione hacia el estado federal.

Ahora lo que m¨¢s le interesa al SNP es ser decisivo en Londres, cosa que f¨¢cilmente puede conseguir si se confirman los sondeos, que le dan 50 o m¨¢s esca?os sobre 59. Despu¨¦s de barrer a los conservadores de Escocia ¡ªahora tienen un solo esca?o en la actual legislatura de Westminster¡ª se propone barrer a los laboristas, a los que desbordan por la izquierda y est¨¢n sustituyendo entre los electores de las clases m¨¢s desfavorecidas escocesas.

Sturgeon ha dejado aparcadas tres de las m¨¢s destacadas propuestas del programa: la autonom¨ªa fiscal, el cierre de las bases de submarinos nucleares Trident y un nuevo refer¨¦ndum de independencia, que ya no son prioridades para esta legislatura, sobre todo de cara a establecer alianzas parlamentarias o de Gobierno con los laboristas, los ¨²nicos con los que quiere asociarse.

Respecto al refer¨¦ndum de salida de la UE, su propuesta es la m¨¢s europe¨ªsta y la m¨¢s consecuentemente soberanista. Los conservadores, obligados por la presi¨®n del UKIP, proponen el refer¨¦ndum de salida sin m¨¢s; los laboristas quieren congelar toda nueva transferencia de poderes a la UE si no hay un refer¨¦ndum de por medio; y el SNP exige en cambio una doble mayor¨ªa del conjunto del Reino Unido y de las cuatro naciones constituyentes. Esta propuesta presupone que si vencen los tories, convocan un refer¨¦ndum y el resultado es el Brexit (salida de la UE), entonces los escoceses ir¨¢n a otro refer¨¦ndum para salir del Reino Unido y quedarse en la UE. El separatista de un separatista europeo es un unionista... europeo.

Algo habr¨¢ hecho bien el SNP para que la derrota sea una victoria pol¨ªtica e incluso un salto hacia delante en su poder y capacidad de influencia en el conjunto del Reino Unido. Entre las cosas que ha hecho bien est¨¢ la claridad de sus propuestas de refer¨¦ndum independentista, que llev¨® en el programa electoral con el que venci¨® y obtuvo el Gobierno en Escocia y tambi¨¦n la precisi¨®n de su programa europeo, social, econ¨®mico y de defensa. Ambas cosas contrastan con la confusi¨®n y las ambig¨¹edades perfectamente calculadas de CiU, partido que, a pesar del caracoleo independentista de los tres ¨²ltimos a?os, llevar¨¢ por primera vez la propuesta de independencia en el programa para las pr¨®ximas elecciones del 27 de septiembre.

Salmond pele¨® en la campa?a del refer¨¦ndum por un modelo de sociedad escocesa independiente, no por una independencia en abstracto. La independencia escocesa es claramente europe¨ªsta y de izquierdas, mientras que en Catalu?a se nos propone el camino inverso, primero decidir que somos independientes y luego ver qu¨¦ tipo de pa¨ªs independiente queremos ser. No es f¨¢cil confiar en un camino en el que se deja para el final el contenido, que es el modelo de sociedad. No es seguro que los votantes de izquierdas quieran una independencia como la de Singapur, ni que los de derechas la quieran como la de Venezuela. La independencia escocesa es un instrumento para obtener un modelo de sociedad, mientras que la catalana tal como se ha propuesto hasta ahora es un fin en s¨ª mismo, cuyas bondades se presuponen siempre y en cualquiera de los casos. Los catalanes solemos creer que cuando los otros van nosotros ya volvemos, pero el caso escoc¨¦s parece demostrarnos exactamente lo contrario. No s¨¦ muy bien si seremos capaces de mirarnos de nuevo en este espejo y aprender algo de Escocia.