La historia de una defunci¨®n
Berasaluze II y Zubieta, unos t¨ªteres en manos de un plet¨®rico Bengoetxea VI y el resolutivo Untoria
Front¨®n Bizkaia. Final campeonato de parejas. 26 de abril. Bengoetxea VI-Untoria, 22-Berasaluze II-Zubieta, 7. La historia de una defunci¨®n.
La Bizkaia pelotazale est¨¢ deprimida. Es el resultado l¨®gico despu¨¦s del descalabro sufrido por el ¨ªdolo al que hab¨ªan entregado todas sus ilusiones, Berasaluze II, y que ha sido una caricatura de delantero en un front¨®n enfervorecido, entregado a su causa y que sigue a?orando m¨¢s de tres d¨¦cadas despu¨¦s a I?aki Gorostiza y a la zaga de los Garc¨ªa Ari?o como sus ¨²nicos campeones. Hasta el lehendakari I?igo Urkullu, presente en el front¨®n, lo deseaba.
Por encima del territorio hostil, los vencedores han venido a Bilbao a aplicar la l¨®gica. Es la que resulta de su superioridad, basada en una compenetraci¨®n donde el excelente momento de Bengoetxea VI se ha conjugado con el temple de Untoria, m¨¢s all¨¢ del dato puntual de que entreg¨® tres fallos entre los cinco primeros tantos del contrario.
En una final de parejas quedarse en 7 es un rid¨ªculo. Despu¨¦s de tantas l¨ªneas y voces apelando al d¨ªa de Berasaluze II, la cancha ha puesto a cada uno en su sitio. Y por ah¨ª ha entrado la depresi¨®n a la afici¨®n local, incr¨¦dula por el acelerado desenlace de un partido con algunos tantos discutidos pero sin la salsa suficiente para interesar siquiera a un par de apostantes. A partir del 9-6, se han ido a un 21-6 que evita comentarios.
No hubo partido en medio del griter¨ªo volcado con el pelotari de Berriz. Se ha adivinado, adem¨¢s, con inusitada rapidez. En realidad, todo se reduc¨ªa a resolver una inc¨®gnita. Si en la parte trasera del front¨®n la inexperiencia de Untoria ante las emociones fuertes no se quebraba con fragilidad pasmosa, el partido era de Bengoetxea VI porque en los cuadros de la piller¨ªa es ahora mismo muy superior a Berasaluze II. Por lo tanto, al no quebrarse el chaval riojano -el aut¨¦ntico descubrimiento del campeonato- todo fue rodado hasta el hilarante marcador final.
Berasaluze se ha disuelto como un azucarillo. Sin generales, Bengoetxea VI tiene mando en plaza
El primer s¨ªntoma del desequilibrio ha llegado con rapidez. Consist¨ªa la t¨¢ctica en un saque largo de pelota botona que Zubieta devolv¨ªa m¨¢s de una vez como alma en pena desde el cuadro diez, librando apuradamente apenas unos cent¨ªmetros del precioso rebote de cristal. A partir de ah¨ª, la pelota llegaba con docilidad a las manos de Bengoetxea para acabar convertida en un misil por encima de la txapa que supon¨ªa otro tanto. Y as¨ª, casi una decena de veces.
Berasaluze II se ha visto impotente. No le ha superado la presi¨®n sino los rivales. Apenas combativo en los primeros tantos de las enga?osas igualadas a 3 y 4, se ha disuelto como un azucarillo.? Incluso, el ¨²ltimo tanto del partido ha sido un error suyo como reflejo de su desatino y desolaci¨®n. Quiz¨¢ la adversidad comenz¨® hace dos a?os en el mismo Bizkaia con aquella da?ina lesi¨®n que siempre acaba pasando factura cuando se exige m¨¢s esfuerzo. Adem¨¢s, Zubieta poco ha podido hacer mientras sufr¨ªa con el desparpajo de un Untoria centrado en su oficio con garrotazos y colocaci¨®n de un veterano.
Sin los generales Irujo y Olaizola II, Bengoetxea VI tiene mando en plaza. Se ha mostrado insultante. Aquel pelotari capaz de maravillas con actuaciones deslucidas se ha mostrado resolutivo, esforzado en defensa y con un saque demoledor, haciendo o¨ªdos sordos a un p¨²blico que le ha acabado reconociendo el m¨¦rito. Toda una tareja de presentaci¨®n para el manomanista que asoma por la puerta.
Mientras, Bizkaia digiere su desolaci¨®n. En la ilusi¨®n colectiva, estaba todo preparado para que Gorostiza y Jes¨²s Garc¨ªa Ari?o confirmaran el relevo entregando a Berasaluze II la txapela de campe¨®n. Al final, todo un espejismo. Quiz¨¢ la afici¨®n vizca¨ªna, entre quienes se ha visto a varios jugadores del Athletic, tenga que esperar a la definitiva explosi¨®n de Urrutikoetxea, ganador por cierto en el primer partido de una tarde que se promet¨ªa feliz y que ha acabado en defunci¨®n.
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