Maizenita, un vasco por buler¨ªas
El cantaor Lander Ega?a, de Bilbao y del Athletic, triunfa con los palos flamencos de su primer disco. Sus amigos gitanos le ense?aron ¡°algo m¨¢s que m¨²sica¡±
En Jerez de la Frontera le sugirieron llamarse El Ni?o de la R¨ªa, pero ¨¦l prefiri¨® darse a conocer como Maizenita. Lander Ega?a fue bautizado con ese sobrenombre por su padre, I?aki, antiguo m¨²sico, cuando todav¨ªa viv¨ªan en el barrio bilba¨ªno de Txurdinaga, donde el cantaor se cri¨® y donde not¨® que algo le ¡°ara?¨®¡± y le ¡°toc¨® por dentro¡±. Sus amigos ¡°los gitanillos¡±, etnia muy arraigada en este barrio obrero en el que creci¨® Lander, le ense?aron ¡°algo m¨¢s que m¨²sica¡±. El flamenco llam¨® as¨ª a la puerta de los Ega?a. I?aki hab¨ªa sido bajista de grupos como Im¨¢n Califato Independiente, Los Brincos o Los Bravos.
Lander, acompa?ado por uno de sus amigos de toda la vida, a los que ha ¡°turrado¡± muchas tardes y noches cantando, y con quien comenz¨® a escuchar a Camar¨®n, recuerda en voz alta sus inicios como cantaor. Mientras pide un caf¨¦, se le escurre un seseo que delata su actual residencia, Jerez de la Frontera. Lleva cerca de cinco a?os en la localidad gaditana, que es donde se ha ¡°criado¡± como cantante. Con la veintena reci¨¦n cumplida, Lander decidi¨® abandonar Bilbao e ¡°ir a la cuna¡± del flamenco; su familia lo dej¨® todo y se march¨® con ¨¦l para apoyarle, no sin que antes Lander concluyera sus estudios de grado superior, condici¨®n que puso su madre.
¡°Mi madre imaginaba mi relaci¨®n con la m¨²sica, pero mi padre no¡±, aunque este a menudo le o¨ªa canturrear t¨ªmidamente mientras estudiaba en su cuarto. En una de esas tardes de libros, I?aki escuch¨® cantar a su hijo y le puso, en tono de guasa, el apodo de Maizenita: el padre andaba trasteando en la cocina en busca de ¡°la harina esa que tenemos¡±.
Lander lleg¨® a Jerez de la Frontera con 20 a?os. Tras pasearse por bares, bodegas y tabancos, ha ido escuchando y aprendiendo el flamenco ¡°pasito a pasito y de manera natural¡±, haci¨¦ndose un hueco en un territorio casi desconocido para un vasco. Un hueco en el que ya cabe su primer disco, Tierra nueva, que presenta desde finales del 2014 por toda Espa?a. Contradiciendo al refranero, Maizenita s¨ª es profeta en su tierra, como ha demostrado el lleno logrado en el teatro Arriaga de Bilbao en dos ocasiones. Una experiencia que califica como ¡°un sue?o y una sorpresa¡± a la vez. Madrid tambi¨¦n le acogi¨® con ¨¦xito de cr¨ªtica y p¨²blico; Sevilla o Badajoz han sido igualmente testigos del quej¨ªo de Lander. Sus buler¨ªas, sole¨¢s, fandangos y martinetes sonar¨¢n en las pr¨®ximas semanas en Huelva o San Roque.
Camar¨®n le inspir¨® a ¨¦l y a muchos otros, pero sus ojos se ensanchan con Paco de Luc¨ªa
Camar¨®n le inspir¨® a ¨¦l y a muchos otros, pero sus ojos se ensanchan a¨²n m¨¢s cuando se le menciona a Paco de Luc¨ªa. No ahorra elogios al ensalzar a los ¡°muchos artistazos¡± que ha habido y hay en el mundo del flamenco, pero ¡°Paco es el mejor¡±.
Se entretiene so?ando con el propio flamenco y el Athletic, al que lleva por bandera. ¡°Hay que sentirlo¡±, dice. Pe?ista del equipo rojiblanco en Jerez, igual que trae a Bilbao el cante, las palmas y la guitarra, tambi¨¦n ondea por Andaluc¨ªa los colores de su equipo. No ve diferencias en el sentimiento que pueda tener un vasco o un andaluz a la hora de cantar o escuchar flamenco. Evita mezclar los t¨®picos pol¨ªticos con algo puramente cultural, un estilo de m¨²sica. Pero s¨ª ve similitudes entre un seguidor del flamenco y un aficionado del Athletic. ¡°La pasi¨®n es la misma¡±. Ahora tiene la vista puesta en la final de la Copa del Rey del 30 de mayo. ¡°En un partido todo puede pasar¡±, dice el forofo cantaor.
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