¡°Quiz¨¢s algunos alcaldes del PSC toleraron la especulaci¨®n de casino¡±
¡°Mis prioridades son el empleo y las desigualdades, Clos y Hereu tuvieron otras¡±, dice Collboni
Jaume Collboni (Barcelona, 1969), el alcaldable socialista por Barcelona, confiesa que decidi¨® dejar el esca?o de diputado en el Parlament y presentarse a las primarias del PSC porque estaba ¡°desenga?ado¡± de la pol¨ªtica centrada en el proceso soberanista. Quer¨ªa hablar y hacer cosas tangibles, las que tocan de cerca a los ciudadanos en su d¨ªa a d¨ªa. A cinco d¨ªas vista de las elecciones, a Collboni le son adversas todas y cada una de las encuestas, con una p¨¦rdida de entre ocho y cinco concejales de los 11 que tiene.
Pregunta. Insiste en reivindicar el legado de los gobiernos socialistas en Barcelona y los electores llevan varias contiendas municipales castigando al PSC (de 20 ediles de 1999 a 11 en 2011). No parece muy buena tarjeta de presentaci¨®n.
Respuesta. Yo intento conectar el recuerdo de lo que hemos hecho con lo que somos en la ciudad. Nosotros, el PSC, somos los de las guarder¨ªas, de los centros c¨ªvicos, de las bibliotecas.... Todo eso es lo que hicimos y creo que el recuerdo es positivo para la mayor¨ªa de la gente, nos voten o no.
P. ?Qu¨¦ diferencia hay entre usted y Jordi Hereu o Joan Clos?
R. Cada proyecto tiene que ver mucho con los retos de cada momento y hoy el objetivo principal es crear empleo y combatir las desigualdades. No era ese el problema hace cinco o diez a?os. Ellos tuvieron sus prioridades, las nuestras son los retos sociales y econ¨®micos: buscar empleo y fijar las prioridades en 10 zonas de la ciudad y apostar por la rehabilitaci¨®n de viviendas. Nuestra pol¨ªtica es m¨¢s de tocar el suelo.
¡°PSC e ICV fueron
P. Usted habla de acotar el turismo, anular el plan de usos de Ciutat Vella y esponjar el centro. Pol¨ªticas desarrolladas, en buena parte, por gobiernos socialistas. Un ejemplo: el hotel previsto en Rec Comtal, de N¨²?ez y Navarro.
R. El planeamiento se aprob¨® con gobierno socialista hace a?os, en un contexto muy diferente. Ahora Ciutat Vella est¨¢ saturada de hoteles y lo que hace 10 a?os pudo parecer razonable, ahora no lo es.
P. Ese solar ha estado a?os apalancado por el constructor y el Ayuntamiento no ha hecho nada.
Le aprietan las costuras
Jaume Collboni llega puntual pero un pel¨ªn overdress, que dicen los ingleses, un punto m¨¢s elegante de la cuenta para la ocasi¨®n. La ausencia de corbata, que busca proyectar informalidad, subraya a¨²n m¨¢s su aspecto dominical. Pero por encima de eso, lo que de verdad llama la atenci¨®n es lo mucho que le aprietan las costuras.
Dicen que le gusta vestir as¨ª, bien ce?ido, y es muy libre de hacerlo. Pero al reportero le da la impresi¨®n de que ese traje y esa cara melanc¨®lica son la alegor¨ªa de un pol¨ªtico que intuye que no le va a ir demasiado bien. Y es posible que la culpa de eso sea menos suya que de un partido que le viene tan estrecho como el traje. ?Ay, qu¨¦ tiempos aquellos, cuando el PSC era la s¨ªntesis de todo y los votos ca¨ªan del cielo! Collboni parece haber llegado a estas elecciones diez a?os tarde o diez a?os demasiado pronto, con su partido en el limbo.
Habla. Collboni habla mucho. Mientras preparan la silla comenta que ha estado de buena ma?ana en el Colegio de Arquitectos (¡°Hay un cierto divorcio entre la profesi¨®n y el Gobierno de la ciudad¡±). Dice que le ir¨¢ mejor de lo que auguran las encuestas (¡°Hay mucho voto indeciso que es voto socialista, desencantado, m¨¢s dudoso. Creo que vamos a dar la sorpresa. Estoy convencido¡±).
Para la foto, opta por sentarse en la silla. De entrada no cruza las piernas, sonr¨ªe, busca posici¨®n, deja ver unos llamativos calcetines a rayas horizontales desiguales. No para de hablar, un poco atolondrado. "?s molt poltrona, aix¨°", ironiza. Se nota que no est¨¢ demasiado c¨®modo en esa vieja silla. Se adelanta, sent¨¢ndose casi en el borde, las manos juntas. "Estos son unos japoneses que non saben ni qui¨¦n soy ni qu¨¦ hacemos aqu¨ª", bromea otra vez, se?alando a un grupo de turistas chinos. "Me pregunto qu¨¦ explicar¨¢n cuando lleguen a casa", a?ade. "Molt divertit", concluye al acabar la sesi¨®n. ?De verdad¡?
R. El problema es que algunas constructoras juegan a la especulaci¨®n de casino a base de permutas.
P. Una pr¨¢ctica promovida por los sucesivos alcaldes socialistas durante a?os¡
R. Probablemente se toler¨®. Creo que la especulaci¨®n de casino, que forma parte de una vieja pr¨¢ctica que va m¨¢s all¨¢ de los partidos, no se puede tolerar ahora. El caso de Rec Comtal es un s¨ªmbolo de esa ¨¦poca y se deber¨ªa expropiar. Ya s¨¦ que es caro pero la Administraci¨®n debe tener momentos de plantarse y decir basta, hasta aqu¨ª hemos llegado.
P. Tambi¨¦n reivindica el trabajo hecho mano a mano con ICV, ?lo hace para molestar a Ada Colau porque esa formaci¨®n concurre ahora integrada en BCom¨²?
R. Es una reivindicaci¨®n de proyectos con acentos y matices distintos pero compartidos desde el gobierno de la ciudad. Algo que parece que molesta a BCom¨². Aunque parezca extra?o reivindico el trabajo hecho por una parte de los ahora contrincantes, porque hay otra parte que est¨¢ con nosotros.
P.?Qu¨¦ quiere decir?
R. Que nosotros tenemos a Quim Mestre ¡ªex edil de ICV fichado por el PSC ¡ª y hay mucha gente de Iniciativa que nos va apoyar porque no est¨¢n de acuerdo con la UTE pol¨ªtica que se ha montado en seis meses para las elecciones y que est¨¢n literalmente escondidos en esta campa?a.
P. Tambi¨¦n fueron socios con ERC, un partido del que ahora no quieren ni o¨ªr hablar.
R. Fuimos socios a ratos. En este momento es complicado porque la verdad es que CiU y ERC ya han llegado a un acuerdo y supeditan todo a la soberan¨ªa y a proclamar la independencia dentro de 18 meses. El PSC no estar¨¢ metido en medio de un proceso que no va a ninguna parte.
P. Insiste en m¨¢s guarder¨ªas p¨²blicas, luchar contra las desigualdades en los barrios. Algunas propuestas son coincidentes con BCom¨².
R. Creo que coincidimos en el diagn¨®stico de los problemas de la ciudad. Pero ellos no tienen un equipo s¨®lido para afrontarlo y han dejado fuera a gente con experiencia de gobierno. Nosotros tenemos esa experiencia. No veo en la lista de BCom¨² los perfiles de personas para gobernar.
P. Se desmarca mucho del mandato de Xavier Trias pero lo cierto es que le han posibilitado los ¨²ltimos presupuestos. ?No es contradictorio?
R. Yo no he votado su investidura, no estuvimos en su gobierno, no hicimos los presupuestos con ¨¦l, solo nos abstuvimos a cambio de introducir partidas por valor de m¨¢s de 60 millones de euros para abaratar la T-10, para que se desbloqueara la construcci¨®n de ocho guarder¨ªas, para que se pueda iniciar la cobertura de la Ronda de Dalt. Buscando el beneficio de las personas y con luz y taqu¨ªgrafos.
P. ?Entonces estar¨ªa abierto a pactos?
R. Yo no creo en la oposici¨®n de barricada. Si tengo la oportunidad de condicionar proyectos en beneficio de los ciudadanos como lo hemos hecho este a?o, no veo por qu¨¦ no.
P. Dice que el gobierno de CiU ha sido el ¡°cajero¡± de la Generalitat.
R. La excepci¨®n solo debe ser todo lo que tenga que ver con los derechos b¨¢sicos, como la sanidad y la educaci¨®n. Pero yo, por ejemplo, no hubiera pagado nada por la c¨¢rcel y no entiendo que el Ayuntamiento deba sufragar el circuito de Montmel¨®. Por contra, me parece razonable aportar lo necesario para desbloquear la ampliaci¨®n del Hospital del Mar. Eso s¨ª, siempre con el reconocimiento de la deuda por parte de la Generalitat.
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