Enrique Villegas, un padre del Carnaval de C¨¢diz

¡°?Y esos qui¨¦nes son?¡±, preguntaba una joven Roc¨ªo D¨²rcal al ver salir a cantar a un grupo de hombres ataviados con guitarra , chaqueta granate, peluca con flequillo y enorme salero. ¡°La cl¨¢sica murga de C¨¢diz¡±, le contestaba su anciana acompa?ante de mesa. Eran Los Beatles de C¨¢diz, una comparsa del carnaval gaditano, que alcanz¨® tanto ¨¦xito en los 60 que pudo protagonizar esta escena de la pel¨ªcula Acomp¨¢?ame. Su creador, Enrique Villegas, considerado uno de los padres del talento que emana de la fiesta gaditana, ha muerto a los 91 a?os.

Villegas, aunque luc¨ªa gaditan¨ªa, nunca ocult¨® su procedencia. Naci¨® en 1923 en Ayamonte (Huelva). A los ocho a?os perdi¨® a su madre y esta circunstancia, que le inspir¨® una sentida letra dedicada al d¨ªa de las madres de 1964 que a¨²n se canta en C¨¢diz, marc¨® su devenir. Tuvo que ponerse a trabajar desde ni?o, por ejemplo, como vendedor ambulante de pescado. A los 16 a?os se traslad¨® a C¨¢diz, donde hizo, seg¨²n recuerda su hijo Francisco, de sastre, fot¨®grafo y cobrador del OCASO, hasta que consigui¨® estabilidad en los astilleros. All¨ª conoci¨® a su amigo Paco Alba, el que le introdujo en el mundo del carnaval. Su amistad se mantuvo aunque en el concurso del Teatro Falla fueron rivales.

De hecho, Alba le gan¨® en 1965 cuando Villegas sac¨® la comparsa Los escarabajos trillizos, que se conform¨® con el segundo premio. Pero esos escarabajos sacaron mucho m¨¢s partido a su repertorio. En el teatro gaditano triunfaron ataviados como el famoso grupo de Liverpool, de ah¨ª que todos les conocieran como Los Beatles de C¨¢diz. Su fama traspas¨® fronteras y, por primera vez, una agrupaci¨®n de carnaval consolid¨® una gira por toda Espa?a, que termin¨® durante ocho a?os. Manolo Caracol supo de ellos y les contrat¨® 10 d¨ªas para su sala Los Canasteros. Estuvieron seis meses llenando cada d¨ªa. ¡°Yo creo que triunfamos porque los de Liverpool nos daban mucha propaganda¡±, explic¨® hace unos a?os Villegas en una entrevista con gran retranca.

Su repertorio engatusaba por su c¨®mica presencia, su cancionero popular y sus r¨ªtmicas canciones como ese Terentent¨¦n que bailaron en el cine con Roc¨ªo D¨²rcal. Llegaron a rodar cuatro pel¨ªculas y actuaron en 130 salas de fiesta. Dieron 10 vueltas a Espa?a y llegaron a cruzar el charco. Estuvieron en Puerto Rico. Les ofrecieron contratos en M¨¦xico y Nueva York pero, ya por entonces, el grupo hab¨ªa empezado a disolverse. Ninguno se hizo de oro, recuerdan sus componentes. Eran muchos para repartir.

Villegas volvi¨® despu¨¦s al carnaval de C¨¢diz para sellar agrupaciones que forman parte de la memoria colectiva de la fiesta: Los hombres del campo, Los hijos de la noche, Quince Piedras o Braceros del Pueblo. Cuid¨® la imagen, la afinaci¨®n, los popurr¨ªs, la figura del director musical. Cre¨® escuela. ¡°Sembr¨® y recogi¨®¡±, ha dicho su hijo. Acumul¨® todos los reconocimientos que caben: el antifaz de oro, el premio Baluarte, el t¨ªtulo de hijo adoptivo, una calle reci¨¦n inaugurada frente a la playa de la Caleta y una estrella a los pies del Teatro Falla, en la que se lee: ¡°Que las piedras son duras ser¨¢ del modo que se las mire¡±, una de las letras de una de sus comparsas.

Villegas cont¨® a los suyos que llevaba tiempo con las maletas hechas. Con su Ayamonte, con las quince piedras de La Caleta, el ficus del antiguo Hospital de Mora al que le dedic¨® un pasodoble y el coraz¨®n de todos los gaditanos. En 1999 pregon¨® el carnaval de C¨¢diz, uno de los honores que se le concede a los m¨¢s grandes de la fiesta. ¡°Aunque C¨¢diz no me haya parido, que me den la llave de tu puerta para que cuando el cielo me lleve pueda volver y poder cantarte como si vivo estuviera¡±, recit¨® aquel d¨ªa. El pr¨®ximo 31 de mayo iba a cumplir 92 a?os. Sus amigos le preparaban un homenaje. Al maestro, al que abri¨® las fronteras de los pasodobles de carnaval, a uno de los padres de la fiesta.