PSE y PP, en el filo de la navaja
Los partidos constitucionalistas se disponen a su prueba m¨¢s dif¨ªcil con unas perspectivas adversas
La estabilidad del PP vasco est¨¢ en manos de Javier Maroto. La p¨¦rdida de la disputada alcald¨ªa de Vitoria, unida a la previsible llegada del PNV a la Diputaci¨®n de ?lava, sumergir¨ªa en el abatimiento a los populares y provocar¨ªa a corto plazo una rebeli¨®n interna por el estallido de una inevitable crisis de consecuencias inimaginables, motivada por la reducci¨®n al ninguneo institucional de un partido sin respaldo social a su espacio ideol¨®gico a partir del final de la violencia de ETA.
A su vez, el PSE-EE tambi¨¦n tiembla, aunque no defiende ning¨²n feudo relevante en las elecciones de este domingo por su orfandad institucional. Los socialistas cifran todo su objetivo en la suma suficiente de esca?os para convertirse en el socio de referencia en la configuraci¨®n de gobiernos de mayor¨ªa, capitaneados, claro, por el PNV, adem¨¢s de apuntalar sus contadas alcald¨ªas. Temerosa por la incidencia del voto Podemos en su prop¨®sito de enmienda con el electorado perdido, la direcci¨®n de Idoia Mendia encara su primera rev¨¢lida ante las urnas con el principal objetivo de contener la sangr¨ªa generada a partir de la salida del Gobierno vasco de Patxi L¨®pez.
As¨ª las cosas, los partidos constitucionalistas buscan su h¨¢bitat electoral, desplazados por la innegable mayor¨ªa del binomio PNV-EH Bildu y oscurecidos por el impacto medi¨¢tico de Podemos y de Ciudadanos, incluso en el Pa¨ªs Vasco. Frente a estas tenebrosas expectativas, los populares ondean la bandera de Maroto como ant¨ªdoto y los socialistas se refugian en su aportaci¨®n a las futuras alianzas que descabalguen del poder en Gipuzkoa a la izquierda abertzale.
En ?lava, el PP se siente "seguro". El equipo de campa?a que dirige I?aki Oyarz¨¢bal mantiene una confianza plena en el triunfo de Maroto y en la dificultad de la oposici¨®n para alcanzar un candidato alternativo con mayor¨ªa absoluta. La continuidad del actual alcalde ser¨ªa la tabla de salvaci¨®n para un partido que intenta llegar a la orilla en Bilbao y San Sebasti¨¢n. "La p¨¦rdida que nos dan las encuestas es fuerte porque supondr¨ªa la mitad de lo que tenemos", advierte un dirigente del PP vasco. Y cita el ejemplo de Getxo, su plaza de referencia en Bizkaia, donde podr¨ªan pasar de 9 a 5 concejales. Este presagio es extrapolable a Gipuzkoa. "Podemos ser residuales y estaremos en las Juntas Generales por el resultado de San Sebasti¨¢n", reconoce la misma fuente.
Bajo este panorama resulta comprensible el abrazo pol¨ªtico de la presidenta, Arantza Quiroga, a la direcci¨®n del PP alav¨¦s. "Se ha dado cuenta de que es su tabla de salvaci¨®n", admiten desde dentro de un partido que no ha resuelto las heridas del anterior congreso y que ha avivado las tensiones con la elecci¨®n de su cabeza de cartel en la capital guipuzcoana. "El problema es que en ?lava no le creen porque todav¨ªa hay mucha brecha", subrayan desde Vitoria.
Conscientes del reto, la direcci¨®n del PP alav¨¦s ha creado su propia estrategia. La campa?a -con criterio independiente- est¨¢ dise?ada en funci¨®n de potenciar la figura de Maroto, principalmente, y la gesti¨®n de De Andr¨¦s como baluarte ante la "amenaza independentista" para este territorio que supondr¨ªa, dicen, un triunfo de PNV o de EH Bildu. "Quiroga se ha subido a la ola que supone Maroto pero no podr¨¢ eludir que se le juzgue tambi¨¦n por los resultados de Bizkaia o de Gipuzkoa".
Los populares f¨ªan su suerte a retener la alcald¨ªa de Vitoria, pero las dudas internas siguen
En Bilbao, el PP asume que quedar¨¢ al margen del futuro gobierno local de Juan Mari Aburto si el PSE-EE aporta al PNV los esca?os suficientes para conformar la mayor¨ªa absoluta. "Habr¨¢ colaboraci¨®n por parte de Luis Eguiluz, pero se har¨¢ muy cuesta arriba la legislatura", se?ala un curtido dirigente que a?ora "aquellas elecciones generales en las que el PP gan¨® por unos votos al PNV", coincidiendo con la mayor¨ªa absoluta de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Ahora, los sondeos les atribuyen apenas tres concejales.
Tampoco en San Sebasti¨¢n hay razones para un mayor optimismo. "Hemos salido muy tarde con una candidata que no era muy conocida y adem¨¢s todos se han enterado de que hemos discutido", se?alan desde el PP guipuzcoano. Adem¨¢s, durante la campa?a se ha apreciado la falta de sinton¨ªa pol¨ªtica entre Miren Albistur y Juan Carlos Cano, alineado con quienes defend¨ªan la continuidad de Ram¨®n G¨®mez como cabeza de cartel al Ayuntamiento donostiarra. "Es l¨®gico", justifica la misma fuente.
Ante semejante coyuntura, todo pasa por atrincherarse en ?lava al menos con el r¨¦dito pol¨ªtico de Vitoria. Sin embargo, en el seno del PP vasco preocupa el futuro. "Con Maroto solo no nos vale porque en Bizkaia y en Gipuzkoa nos quedamos casi fuera y nos obliga a iniciar un camino en una posici¨®n muy dif¨ªcil y con las generales y las auton¨®micas a la vista", se?alan a EL PA?S.
En paralelo, los socialistas caminan tambi¨¦n por el filo de la navaja. Est¨¢n convencidos de que "hemos hecho una buena campa?a porque somos los ¨²nicos que presentamos propuestas". Es aqu¨ª donde recuerdan el extenso cat¨¢logo de iniciativas de Alfonso Gil, candidato por Bilbao. Pero en su an¨¢lisis interno albergan la duda de si "vamos a recuperar a ese votante nuestro que se ha ido quedando en la abstenci¨®n".
Denis Itxaso, la apuesta m¨¢s personal y diferenciada del PSE-EE en estas elecciones, sostiene que hay "motivos y razones" para esta recuperaci¨®n del voto. Persuadido de convertirse en el alcalde de Gipuzkoa, este candidato a diputado general ha liderado una campa?a donde la marca ha quedado en un segundo plano. Toda una declaraci¨®n de intenciones en un territorio donde los socialistas van de la mano y han trabado unas candidaturas con un influyente peso de independientes. "Responde a que estamos en contacto con la gente y hemos ensanchado nuestra presencia", argumentan desde la organizaci¨®n socialista guipuzcoana.
Pero en ?lava, en cambio, contienen el aliento. Las expectativas son moderadas en el ¨¢mbito municipal y pesimistas en el resto del territorio. La direcci¨®n nacional teme que un mal resultado en esta provincia desencadene otra tormenta interna en el seno de una afiliaci¨®n rota por la mitad y donde los cr¨ªticos transitan durmientes.
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