Alvar Aalto, el arquitecto de las mayor¨ªas
Una exposici¨®n muestra los edificios, muebles y objetos creados por el finland¨¦s, representante del movimiento moderno humanizado
La prueba de que el trabajo de un arquitecto o creador sigue vivo es que se siga comercializando. En ese caso el finland¨¦s Alvar Aalto (1898-1976) sigue muy vivo, porque la mayor¨ªa de sus muebles y dise?os siguen vendi¨¦ndose pese a que los realiz¨® hace d¨¦cadas. Por ejemplo, uno de sus muebles, el Taburete 60, formado por un asiento redondo y tres patas, creado en 1933, considerado uno de los hitos del desarrollo del mobiliario moderno, se vende en todo el mundo en una multinacional del mueble sueca, con la diferencia de que en vez de tres patas el taburete tiene cuatro, por aquello, seguramente, de los derechos de autor. A partir de 350 obras, entre maquetas y planos de edificios, pero, sobre todo, muebles, l¨¢mparas y objetos creados por Aalto, la retrospectiva Alvar Aalto (1898-1976). Arquitectura org¨¢nica, arte y dise?o organizada en Caixaforum Barcelona repasa la figura de este arquitecto s¨ªmbolo de la modernidad y la sencillez; que cre¨® edificios y objetos cotidianos fabricados de forma industrial, pero cargados de valor art¨ªstico, no para una minor¨ªa sino para todo tipo de p¨²blicos y bolsillos.
Comisariada por Jocken Eisenbrand del Vitra Design Museum de donde provienen muchas de las piezas, el Alvar Aalto Museum de Finlandia y la Obra Social de La Caixa, la exposici¨®n repasa la evoluci¨®n creativa, desde sus primeros encargos ¡ªcuriosamente iglesias¡ª, a partir de treinta del medio millar de proyectos que lleg¨® a realizar en su vida profesional, sobre todo, en su Finlandia natal, pero tambi¨¦n (casi un centenar) en otros 18 pa¨ªses. Ninguno en Espa?a.
Algunos de sus centros culturales, casas privadas, pabellones de ferias, oficinas o casas se muestran como si se tratara de un estudio, con sus planos colocados en cajones que pueden abrirse y cerrarse para completar lo que muestran las maquetas y las im¨¢genes que decoran la sala. De su primera ¨¦poca es una de sus obras m¨¢s conocidas, el sanatorio de tuberculosis de Paimio, situado a 150 kil¨®metros de Helsinki, donde cre¨® en 1933 el primer ascensor de vidrio del mundo, para conseguir que la naturaleza entrara en ese hospital, y tuviera un efecto terap¨¦utico, tal y como se puede comprobar en una enorme pantalla de v¨ªdeo. La reproducci¨®n de una de las habitaciones del sanatorio permite ver c¨®mo la naturaleza traspasa los muros, en el color verde de las paredes y las formas redondeadas del mobiliario que recuerdan troncos de ¨¢rboles.
Pero lo que m¨¢s llama la atenci¨®n es la sala dedicada a sus muebles, unas piezas que podr¨ªan estar en la vivienda de cualquiera de nosotros ¡ªsi pudi¨¦ramos pagarlos¡ª. Sus sillas y sillones de madera laminada que adoptan formas caprichosas y en las que no se percibe la uni¨®n de las piezas, como si fueran balenciagas de la carpinter¨ªa. Tambi¨¦n se pueden ver las patas en forma de L que invent¨® para montarse en sillas, mesas y taburetes, que Aalto consideraba la hermana peque?a de la columna arquitect¨®nica. Desde el techo cuelgan una veintena de sus l¨¢mparas en las que queda claro su preocupaci¨®n por la luz, en las que se percibe una de las caracter¨ªsticas de los dise?adores n¨®rdicos: que la bombilla no se vea, justo lo contrario de lo que ocurre en los dise?os del sur europeo, seg¨²n destac¨® Mateo Kries, director del museo Vitra. Entre boles y vasos de cristal, destaca la pieza m¨¢s conocida de Aalto, su jarr¨®n Savoy, creado en 1936 y considerado el ep¨ªtome del dise?o org¨¢nico finland¨¦s, que se sigue produciendo y del que se puede ver su molde de madera. Aalto cre¨® en 1935 la empresa Artek, que se sigue vendiendo muebles, dise?os y l¨¢mparas.
La muestra se completa con im¨¢genes actuales de Armin Linke de los edificios de Aalto, en los que puede verse que el arquitecto cre¨® gesamtkunstwerke, "obras de arte totales", dise?ando hasta los m¨ªnimos detalles, como los grandes lucernarios de la biblioteca de Viborg que permiten que la luz natural lo inunde todo.
Por su preocupaci¨®n por la naturaleza no debe extra?ar que durante su viaje a Barcelona de 1951 ¡ªtal y como puede verse al final de la exposici¨®n en un ¨¢mbito creado por Enric Granell¡ª el finland¨¦s descubriera a Gaud¨ª, cuya obra rezuma naturaleza. En una imagen que public¨® la prensa de la ¨¦poca aparece fotografiado en el Parc G¨¹ell. Pero tambi¨¦n se le ve en otra sentado en un tendido de la Monumental viendo una corrida de toros, que seguro que tampoco olvid¨®. Luego viaj¨® a la Alhambra de Granada ¡°un est¨ªmulo arquitect¨®nico¡± y Madrid, donde se neg¨® a entrar a El Escorial porque no quer¨ªa contaminarse de su monumentalidad. Su visita no pas¨® desapercibida porque sirvi¨® de est¨ªmulo para recuperar la vanguardia arquitect¨®nica que la guerra civil trunc¨®. En 1952 se cre¨® el Grup R.
Un v¨ªdeo de YouTube convierte a Aalto en uno de los autores m¨¢s populares. En un tutorial se explica c¨®mo convertir el famoso taburete de cuatro patas de Ikea, en otro de tres, por lo que todo el mundo puede tener el Taburete 60 por menos de 10 euros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.