Cervantes, reenterrado solemnemente
Una ceremonia c¨ªvica, religioso y militar rubrica el sepelio de sus restos, extraviados en el interior de un convento desde el siglo XVII
La estela de Miguel de Cervantes Saavedra refulge de nuevo en el madrile?o barrio de las Letras donde vivi¨® y falleci¨® hace cuatro siglos. Sus restos permanec¨ªan desde entonces extraviados intramuros del convento de las Trinitarias. Ahora, tras una gran l¨¢pida de caliza que lleva inscrito el nombre del Pr¨ªncipe de las Letras junto a un poema suyo de homenaje a la vida, los restos del escritor universal, localizados el pasado mes de marzo gracias a una exhaustiva investigaci¨®n cient¨ªfica, reposan ya en una urna en el umbral de la iglesia conventual donde ¨¦l dispuso ser sepultado en 1616.
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, en un acto c¨ªvico, religioso y militar, postrero de su mandato municipal, inaugur¨® la nueva sepultura. Dentro del templo monacal reson¨® emotivamente el Himno Nacional, interpretado por una veintena de profesores de la banda de M¨²sica del Cuartel Inmemorial n¨²mero 1, mientras el nuevo enterramiento permanec¨ªa escoltado por soldados de dos regimientos, Viejo de Sicilia, n¨²mero 67 y C¨®rdoba, n¨²mero 10, herederos de dos de los hist¨®ricos Tercios en los que Cervantes combati¨® en su mocedad.
Junto a la alcaldesa, que evoc¨® la grandeza y espa?olidad de Cervantes, se hallaban Dar¨ªo Villanueva, presidente de la Academia Espa?ola, el Vicario para la Vida Consagrada, Joaqu¨ªn Mart¨ªn Abad y el general Antonio Nadal, en representaci¨®n de las Fuerzas Armadas, que tomaron la palabra para glosar la relevancia literaria, religiosa y militar del egregio difunto.
En la nueva sepultura hab¨ªan sido depositadas el d¨ªa anterior, en una ceremonia cerrada al p¨²blico, tres urnas que contienen los restos de una reducci¨®n de huesos enterrados en las Trinitarias a partir de 1613 y 1630, entre los que figuraban los despojos mortales de Cervantes. El nuevo sepelio, precedido por procesi¨®n de religiosas y responso del Vicario de Vida Consagrada, hab¨ªa sido rubricada legalmente a fecha del mi¨¦rcoles 10 de junio de 2015 por el fedatario y secretario general del Pleno del Ayuntamiento de Madrid, Federico Andr¨¦s L¨®pez de la Riva, siguiendo los protocolos propios de las inhumaciones oficiales.
La ceremonia abierta del jueves, de car¨¢cter c¨ªvico, religioso y militar, se propuso desde el Consistorio de Madrid como un modo de satisfacer una reconciliaci¨®n simb¨®lica con la figura del literato universal cuyo cad¨¢ver no debi¨® extraviarse nunca, como as¨ª sucedi¨® desde la reedificaci¨®n de la iglesia trinitaria en 1697, obra que caus¨® el extrav¨ªo. Ahora, el hallazgo de los restos de Cervantes ha sido posible por la feliz superaci¨®n de numerosos obst¨¢culos administrativos, presupuestarios y legales. De un lado, surgi¨® la idea de hallar los restos de Cervantes en un per¨ªmetro extenso, pero limitado ¨Cel convento madrile?o de la calle de Lope de Vega- donde perduraba la certeza de que yac¨ªan intramuros desde 400 a?os atr¨¢s. Del otro lado, aflor¨® la receptividad para ver viable la idea del rescate por parte del geo-radarista Luis Avial, conectado profesionalmente al forense vasco Francisco Etxeberr¨ªa, colega suyo en numerosas otras exploraciones funerarias. A ello se incorpor¨® Fernando de Prado, genealogista, que busc¨® ¡°bajo las piedras¡± una financiaci¨®n para el proyecto. Prado asegur¨® haberse visto impelido a amagar, inicialmente, con demandar la ayuda fuera de Espa?a, concretamente en Estados Unidos. Al cabo, Pedro Corral, delegado de Cultura del Gobierno municipal, acogi¨® con entusiasmo el proyecto y la alcaldesa Ana Botella, con la aquiescencia de las concejalas Ana D, Atri y Milagros Hern¨¢ndez, del PSOE e IU, respectivamente, dio el banderazo presupuestario, 12.000 euros primero y hasta 100.000 despu¨¦s, para que la b¨²squeda comenzara. Hasta 60 personas, desde forenses a arque¨®logos, bi¨®logos o expertos en textiles, han intervenido en la investigaci¨®n.
La empresa no hubiera medrado sin la aquiescencia de la Iglesia, en cuyo feudo madrile?o se hallaba el enclave funerario donde Cervantes fuera enterrado, por tener encomendada la custodia de sus restos la Orden Trinitaria que, junto a la Mercedaria, salvaron a Cervantes de su cautiverio de un lustro en Argel. La investigaci¨®n iniciada por el renombrado forense vasco Francisco Etxeberr¨ªa, con un equipo interdisciplinar de lujo en la cripta funeraria de las Trinitarias, no hubiera avanzado a la velocidad de crucero que cobr¨® en los ¨²ltimos meses de no haber sido por la intervenci¨®n del historiador Francisco Mar¨ªn Perell¨®n, que penetr¨® una decena de archivos y en tiempo r¨¦cord fundament¨® documentalmente la orientaci¨®n cabal de las exploraciones. Su ¨²ltimo hallazgo, registrado en el propio archivo conventual, ha consistido en encontrar el documento que acredita el traslado interior de los restos de cuantos fueron enterrados con Cervantes, hasta 16 personas, en un primer enclave monacal para ser inhumados luego en la cripta del templo reconstruido en 1697. Este hallazgo ha despejado ya cuantas sombras se proyectaban sobre la autenticidad de la postrera morada del escritor universal.
Queda ahora por delante saber qu¨¦ m¨¢s piensan hacer las Reales Academias ¨Cla Espa?ola ha sufragado la l¨¢pida- , obligadas a retomar la antorcha de este empe?o cultural sin precedente en la historia de Madrid, puesto que ante un proceso de su enjundia han mantenido una evidente discreci¨®n. Ocasi¨®n para despejarla tendr¨¢n el a?o que viene, 2016, cuando se cumplen cuatro siglos exactos de la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra, acaecida un 22 de abril de 1616 a tan solo un centenar de metros de distancia de donde yace, ahora s¨ª, a sabiendas de que lo que queda de su cuerpo aqu¨ª descansa.
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