Lobistas en la sanidad p¨²blica
La sanidad p¨²blica concertada ha dado un paso al frente una semana antes del pleno dedicado al sistema sanitario que acoger¨¢ el Parlament entre ecos del caso Innova. Una treintena de gerentes de hospitales han remitido una carta a los diputados en la que se ofrecen a darles ¡°una visi¨®n amplia y objetiva de nuestro modelo que les permita abordar el debate con un pleno conocimiento de nuestra realidad¡±. Un paso que los gerentes ven necesario ante ¡°la proliferaci¨®n de informaciones que intentan desacreditar nuestro modelo sanitario¡± y que han generado un debate ¡°del que el Parlament a menudo se hace eco, [pero que] expresa desinformaciones muy importantes y se basa muy pocas veces en informaciones reales y contrastadas¡±. El resto del texto insiste en argumentos como que el modelo sanitario catal¨¢n es un caso de ¨¦xito, puntero en Europa y que ha logrado mejorar la salud de los catalanes en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas.
La carta es contundente. Y atrevida. A¨²n a riesgo de exagerar, podr¨ªa pensarse que quienes la firman (gestores de hospitales financiados con fondos p¨²blicos) se han excedido de sus funciones. Se declaran primero poseedores de una verdad que, al parecer, escapa a ciudadanos, medios de comunicaci¨®n e incluso diputados. Subiendo un poco el nivel, el escrito sugiere que unos y otros, presos de la ignorancia, la ineptitud o la mala fe ¡ªo una explosiva mezcla de todo ello¡ª llevan un tiempo conspirando contra el modelo catal¨¢n de salud. Y por ¨²ltimo, pero no menos importante, la gravedad de la situaci¨®n es tal que es necesario que los gerentes bajen de sus despachos para mostrar a sus se?or¨ªas el recto camino hacia el conveniente debate sanitario.
Podr¨ªa tambi¨¦n pensarse que los gerentes van a¨²n un poco m¨¢s all¨¢. En su carta funden en una sola cosa la salud de los ciudadanos y el futuro del modelo sanitario catal¨¢n, con ellos como imprescindible argamasa. As¨ª presentadas las cosas, en una especie de despotismo sanitario que a?ora tiempos pasados, estos cargos p¨²blicos hurtan a los dem¨¢s actores el papel que las leyes les confieren. ?Para qu¨¦ van a movilizarse los ciudadanos contra recortes y privatizaciones si, adem¨¢s de no saber de lo que hablan, al hacerlo van contra su propia salud? ?Para qu¨¦ van a informar los medios si, adem¨¢s de carecer de datos reales y contrastados sobre la corrupci¨®n, solo pretenden hacer da?o? ?Para qu¨¦ van a interpelarse los diputados en sus funciones parlamentarias si no saben documentarse? En fin, y lo m¨¢s grave: ?Para qu¨¦ va esforzarse el conjunto de la sociedad en llevar el imprescindible debate sobre pol¨ªtica sanitaria a la calle, los medios y los plenos si el intento, adem¨¢s de in¨²til, puede acabar siendo perjudicial para todos?
Probablemente todo esto sea una exageraci¨®n y el paso dado por los gerentes tenga otra explicaci¨®n. Ellos son el eslab¨®n mejor remunerado ¡ªcon sueldos de hasta 145.000 euros al a?o¡ª de la administraci¨®n catalana. Un sueldo que no les impide incumplir de forma sistem¨¢tica la normativa de contrataci¨®n en sus hospitales, como ha repetido hasta la saciedad la Sindicatura de Cuentas. Casi todos los firmantes tambi¨¦n se han sumado con entusiasmo a extender por la red p¨²blica ese engendro llamado Barnacl¨ªnic, una cl¨ªnica privada subvencionada con los impuestos de quienes no pueden pagar para saltarse las listas de espera. Muchos de estos gerentes tambi¨¦n conocen bien, aunque hayan callado, los desmanes con fondos p¨²blicos cometidos por algunos. Y algunos los conocen tan bien porque dirigen centros convertidos en epicentros de la corrupci¨®n sanitaria. Sorprende tambi¨¦n que los firmantes de la carta hayan hecho un hueco en ella al propietario de Corporaci¨®n Fisiogesti¨®n, la exempresa del director del CatSalut a la que tan bien le van las cosas desde que coloc¨® a su exejecutivo al frente de la sanidad catalana.
As¨ª las cosas, y como casi siempre la explicaci¨®n m¨¢s sencilla es la m¨¢s cercana a la verdad, lo m¨¢s probable es que lo que estos gerentes pretenden hacer lobby para defender sus intereses y los de sus jefes ¡ªen la Generalitat y en las patronales¡ª a una semana de un pleno complicado. Est¨¢n en su derecho de hacerlo. El cabildeo es una pr¨¢ctica legal es Espa?a. Pero mejor que se ahorren las lecciones y no empu?en la bandera de defensa de la sanidad p¨²blica. De esto ya se ocupan otros. Aunque no sepan nada.
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