El libro vuelve al ¨¢rbol
Terrassa recupera troncos ca¨ªdos durante el vendaval del pasado mes de diciembre para transformarlos en ¡®bibliotecas¡¯ en la calle, al aire libre
Unos curiosos troncos colocados en vertical en medio de la acera sorprend¨ªan el pasado mi¨¦rcoles a muchos transe¨²ntes de Terrassa. Sobre todo porque si uno se acercaba pod¨ªa ver varias hendiduras en ellos¡ ?y libros en su interior! Es la curiosa y original soluci¨®n que han encontrado en Terrassa para dar una segunda vida a una veintena de ¨¢rboles de los miles ca¨ªdos durante el vendaval que azot¨® la ciudad el pasado diciembre. El proyecto, bautizado con el nombre de Arllibre, consiste en el libre intercambio de libros en una decena de puntos de la ciudad. Los ¨¢rboles, de donde un d¨ªa surgieron los libros, vuelven a acoger esa pieza que resiste el imparable avance tecnol¨®gico.
?La iniciativa nace de ?gora Terrassa, un espacio de debate ciudadano formado por entidades de la ciudad y el Ayuntamiento. Pep Mart¨ª, miembro de su comisi¨®n dinamizadora e impulsor de Arllibre, recuerda que en un momento en que charlaban sobre c¨®mo mejorar los h¨¢bitos sociales de la ciudadan¨ªa, justo vieron en Facebook un proyecto en Berl¨ªn donde usaban los ¨¢rboles como bibliotecas improvisadas en la calle. ¡°Ello coincidi¨® justo con el vendaval. Todo parec¨ªa invitar a hacer un espacio p¨²blico m¨¢s colaborativo y era una oportunidad para cambiar los h¨¢bitos de unos y otros¡±, explica Mart¨ª.
La idea de fondo de Arllibre es similar al conocido Bookcrossing, es decir, que cualquier persona puede dejar uno o varios libros y llevarse otro a cambio. Los puntos de intercambio se instalaron el pasado mi¨¦rcoles y se han nutrido, en un primer momento, con aportaciones de miembros del ?gora y conocidos. En total se han habilitado ocho puntos: cuatro est¨¢n en el exterior (delante de la biblioteca central y la del distrito 6, en el Vapor Gran y en el Parc Sant Jordi) y cinco en el interior del resto de bibliotecas y en el bar Amics de les Arts.
Con la iniciativa no solo se quiere fomentar, ¨®bviamente, el sano h¨¢bito de la lectura. ¡°La lectura nos permite imaginar. Y seguramente todos tenemos en casa alg¨²n libro al que ya no hacemos caso y que ahora lo podemos compartir y no con nuestras amistades, sino con una red de desconocidos¡±, anima Mart¨ª. Por una parte, tambi¨¦n se incentiva el reciclaje. Y es que el 9 de diciembre el vendaval provoc¨® la ca¨ªda masiva de ¨¢rboles en Terrassa (y otros municipios cercanos): 1.250 en el n¨²cleo urbano y m¨¢s de 100.000 en todo el t¨¦rmino municipal. ¡°Muchos de estos ¨¢rboles iban a acabar siendo madera o pellets y ahora les otorgamos un nuevo papel¡±, a?ade.
Tambi¨¦n se quiere alimentar otros valores como la solidaridad y el cooperativismo. ¡°Tenemos que darnos la oportunidad como ciudad de relacionarnos de forma diferente e ir interiorizando otros tipo de h¨¢bitos¡±, apunta Mart¨ª. Concretamente, se refiere al riesgo de que los libros acaben siendo robados y torpedee la iniciativa. ¡°Sabemos que hay riesgos, pero los asumimos. Tenemos que ponernos a prueba como ciudad¡±, tercia el padre de Arllibre. La conversi¨®n de los ¨¢rboles en estanter¨ªas corri¨® a cargo de trabajadores del Ayuntamiento, pero la idea es que su mantenimiento recaiga en alguna asociaci¨®n de la ciudad que trabaje con personas en riesgo de exclusi¨®n.
Arllibre arranc¨® el mi¨¦rcoles, poco tiempo para medir qu¨¦ impacto y respuesta tendr¨¢. Pero si algo ha despertado es el inter¨¦s y la curiosidad entre los transe¨²ntes. El conjunto de tres troncos-librer¨ªa instalados frente a la biblioteca central de Terrassa despierta la curiosidad de Carme, de 43 a?os, que detiene el paso. Su hija Illa, de 10, va directa a ojear los libros. ¡°Me gusta la idea, est¨¢ bien¡±, dice la mujer despu¨¦s de descubrir de qu¨¦ se trata. ¡°Es muy chulo. A m¨ª me gusta leer¡±, a?ade t¨ªmida su hija, que ansiosa va cambiando de libro. ¡°?No hay libro para ni?os!¡±, se queja.
Llu?sa Quevedo, de 50 a?os, tambi¨¦n decide pararse ante el extra?o y nuevo elemento de la v¨ªa p¨²blica. ¡°Est¨¦ticamente es bonito, igual que el valor que transmite¡±, valora. ¡°Todos tenemos muchos libros que no leeremos m¨¢s. Y con esta iniciativa se ayuda a que la gente lea y que el precio de los libros, que no es bajo, no sea un obst¨¢culo para ello¡±, a?ade la mujer, que asegura que participar¨¢ en la iniciativa. Y, po¨¦ticamente, remacha: ¡°el ¨¢rbol vuelve al ¨¢rbol¡±.
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