Candidato Pedro S¨¢nchez
El l¨ªder socialista habl¨® de federalismo pero sin concretar. Esperaba m¨¢s.
Esperaba con expectaci¨®n la puesta de largo del pr¨®ximo candidato a la presidencia del gobierno de Espa?a por el PSOE, Pedro S¨¢nchez. Lo vi salir a la palestra como si acabara de ganar unas elecciones. Radiante de optimismo. Tambi¨¦n lo vi salir con su mujer y a ¨¦sta con el pulgar levantado en se?al de ¡°?esto es pan comido!¡± Pero de toda esta parafernalia, lo que m¨¢s atrajo mi atenci¨®n fue la inmensa bandera espa?ola que le serv¨ªa de fondo. (Me qued¨® la duda de si esa bandera era, proporcionalmente, tan grande como la que se instal¨®, por orden de Aznar, en la madrile?a plaza de Castilla). De lo que no me qued¨® ninguna duda es de que todav¨ªa se sigue con la misma exigencia de exhibicionismo patri¨®tico.
Luego de los s¨ªmbolos, igual de respetables vengan de donde vengan, vinieron las palabras. Pero por momentos, me pareci¨® que esas palabras apenas llegaban a distraernos de la ense?a expuesta. Sobre todo porque lo que se o¨ªa eran generalidades, cuesti¨®n curiosa teniendo en cuenta la necesidad que hay, ahora mismo, de mayores concreciones.
Habl¨® de paro, pero no resumi¨® c¨®mo lo acometer¨¢, aunque ya es de agradecer que no prometiera para la pr¨®xima legislatura liquidarlo de un plumazo, como augur¨® el ¨ªnclito ministro de Hacienda. Habl¨® tambi¨¦n de corrupci¨®n, un tema enunciado con la oportunidad exigida aunque tampoco dio pistas de c¨®mo su partido va a colaborar a erradicarlo, contando, con perd¨®n del lector por mi fatalismo, que habr¨¢ que comenzar a aceptar que, como la desocupaci¨®n, tambi¨¦n habr¨¢ siempre una corrupci¨®n estructural. Trat¨¦ de extraer de toda su alocuci¨®n un tema estrella. Me pareci¨® que dicho tema era el federalismo. Cit¨® el Estado federal de la mano de una f¨¦rrea convicci¨®n m¨¢s que nunca socialdem¨®crata, por parte de su partido cuando llegue a la Moncloa.
Francamente esperaba m¨¢s en este espinoso asunto. Hablar de federalismo sin citar ninguna medida concreta (excepto vaguedades voluntaristas del tipo ¡°seremos valientes para que todos los espa?oles se sientan reconocidos¡±), aunque fuera meramente simb¨®lica (en la l¨ªnea de la grandilocuente exposici¨®n de la bandera espa?ola), es no comprometerse a tomarse la cuesti¨®n de la estructura del Estado con la seriedad y la premura que exigen.
Yo no s¨¦ si sabe el candidato Pedro S¨¢nchez lo mucho que podr¨ªa hacer para ofrecer una alternativa cre¨ªble al independentismo. ?Sabe el se?or S¨¢nchez cu¨¢ntos catalanistas, cu¨¢ntos, no ser¨ªan independentistas si vieran que los gobernantes (tanto da si son del PP o del PSOE) miraran por su lengua como si se tratara de un asunto de Estado. Que es lo que es en el fondo, un asunto de Estado. Tengo un hijo que trabaja en Estocolmo. Me cuenta que suele acudir a las conferencias que programa el Instituto Cervantes y a las que es invitado. Me alaba su excelente organizaci¨®n. Pero me comenta que siempre le queda la sensaci¨®n de que si fuera sueco, le ser¨ªa muy dif¨ªcil deducir que en Espa?a, aparte del castellano, existen m¨¢s lenguas. Algunas de ellas, tienen tantos hablantes como Suecia, Finlandia o Dinamarca.
Al hilo de esta cuesti¨®n, supongamos que un festival de m¨²sica ligera como es Eurovisi¨®n fuera a tener m¨¢s futuro que el que uno desear¨ªa para un evento de tanta chabacaner¨ªa. Como todo el mundo sabe, a este festival acuden los pa¨ªses, como si se tratara de un mundial de f¨²tbol, a competir en excelencia cancioneril. Generalmente sus artistas participan cantando en la lengua del pa¨ªs que representan, aunque cada vez m¨¢s las lenguas aut¨®ctonas son suplantadas por el ingl¨¦s. Espa?a siempre lo ha hecho en castellano. ?No es eso incompatible con la realidad ling¨¹¨ªstica de nuestra piel de toro? ?Por qu¨¦ no podr¨ªa un o una solista o grupo hacerlo en gallego, astur, catal¨¢n o vasco? Claro que alguien podr¨ªa, con relativa raz¨®n, aducir que para participar con piezas de tan poco calado art¨ªstico, hechas todas las excepciones, en un entorno tan pachanguero, qu¨¦ m¨¢s da en la lengua que se cante. Pero se da la circunstancia que aqu¨ª no se est¨¢ ventilando la categor¨ªa de Eurovisi¨®n ni la contribuci¨®n de sus artistas al erario art¨ªstico de la humanidad, sino simplemente al hecho de que los participantes espa?oles no lo puedan hacer en sus lenguas maternas si desearan hacerlo.
Ser¨ªa bueno que alguien de su partido le informara al candidato del PSOE que Joan Manuel Serrat, en 1968, no pudo cantar en catal¨¢n en Eurovisi¨®n porque el franquismo se lo prohibi¨®.
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