Reus ya no conecta con Espa?a

Ryanair deja de ofrecer desde hoy el vuelo Reus-Palma de Mallorca. Los ¨²ltimos billetes de ida se venden a 151 euros la tarifa b¨¢sica, 195 euros la business, pero el viajero que lo pueda pagar se tendr¨¢ que buscar la vida a la hora de regresar. El anuncio "No disponible" se repite cuando se intenta comprar un billete de vuelta a partir del 1 de julio.

Con la supresi¨®n del enlace con las Baleares, el aeropuerto tarraconense pierde el ¨²ltimo destino que le quedaba dentro del Estado espa?ol. Hasta nuevo aviso, se convierte en una infraestructura fundamentalmente apta para turistas. La eliminaci¨®n del vuelo a Palma rellena de plomo las alas de un aer¨®dromo que el a?o pasado perdi¨® 121.000 pasajeros y qued¨® muy por debajo del mill¨®n de usuarios (850.000, un 12% menos que en 2013). El progresivo adelgazamiento de operaciones que ha registrado la instalaci¨®n deja lejos y dif¨ªcilmente recuperables los 1.700.000 pasajeros que pisaron la terminal durante 2010. De todas formas, no hace falta conocer las cifras para acertar a atisbar que el aeropuerto de Reus es un p¨¢ramo.

Un vistazo al panel que anuncia las pr¨®ximas llegadas constata que quedan muchos espacios por llenar. El luminoso es un coto privado de las Islas Brit¨¢nicas. Glasgow, Dubl¨ªn, Belfast y Edimburgo son, junto con el modesto aeropuerto de East Midlands, situado al lado del circuito de Donnington, en Leicestershire, las ¨²nicas rutas que se anuncian con periodicidad. Manchester, Leeds, Londres, Cork y Newcastle son otras opciones para salir volando desde Reus siempre y cuando la prisa no aceche porque la regularidad de los vuelos no es, ni mucho menos, diaria. Lo mismo pasa con las conexiones con Bruselas, Eindhoven y Frankfurt.

Ryanair asegura que gestiona el 55% de las operaciones que se hacen en Reus y recientemente ha anunciado que, durante la campa?a de invierno, mantendr¨¢ dos rutas a Londres Stansted y Eindhoven. Dos frecuencias semanales que, seg¨²n la aerol¨ªnea, permiten transportar a m¨¢s de 315.000 pasajeros al a?o y mantener 315 puestos de trabajo en el aeropuerto tarraconense.

En la terminal 1 de Reus hay dos bares, uno en cada punta. Entre los dos, suman m¨¢s personal que clientes. La tienda de regalos y art¨ªculos de prensa permanece cerrada. En la oficina de informaci¨®n se ofrecen bonitos impresos de los encantos de la Costa Daurada, del Delta de l'Ebro y de los puntos m¨¢s tur¨ªsticos de Catalu?a. No se puede decir que haya mucha pelea por obtener un ejemplar. "Pongo los que est¨¢n editados en franc¨¦s y en ingl¨¦s, pero ni as¨ª los cogen", indica la persona que atiende desde el otro lado del mostrador.

Una breve fila de taxis aguarda junto a las puertas acristaladas de salida. La hilera se asemeja m¨¢s a la cola de un sem¨¢foro que a la zona de espera de un aeropuerto. Todos lucen una rosa roja en la puerta. Son taxis de Reus, los ¨²nicos que est¨¢n autorizados para cargar pasajeros. Llu¨ªs, taxista veterano, indica que son m¨¢s de lo normal porque est¨¢ a punto de llegar un vuelo. Dos compa?eros suyos fuman mientras aguardan posibles clientes y saltan como un resorte cuando se les interroga sobre c¨®mo va la faena. "?No lo ves que aqu¨ª no hay nada?", responde uno. El otro, un poco m¨¢s expl¨ªcito, lamenta que "se lo han llevado todo a la capital, todo a Barcelona. Centralismo puro", denuncia. A?oran los d¨ªas en que llegaban "20 vuelos diarios". "Ahora cuatro o cinco al d¨ªa y ya est¨¢. Unos pocos m¨¢s cuando hay ch¨¢rteres", cuentan antes de tirar el cigarro al suelo y ponerse en guardia cuando las puertas se abren.

"De Glasgow", indica un hombre de piel lechosa y cargado de pecas cuando, deslumbrado tras recibir los primeros rayos de sol, se le pregunta de d¨®nde vienen. Muchos arrastran maletas pero pocos entran en los taxis. Se lanzan directos hacia los autocares que les esperan al otro lado del paso de cebra. Los buses van decorados a partes iguales con propaganda de Andorra y del nuevo espect¨¢culo que el Cirque de Soleil ofrece en Port Aventura. Para ellos las vacaciones ya han empezado. En el aeropuerto de Reus la inactividad no es solo temporal.