Efervescencia en la escena alternativa
Las salas de teatro 'off' surgen y desaparecen r¨¢pidamente en Madrid. Los cambios invitan al debate
La continua aparici¨®n de salas alternativas en la ciudad ha sido saludada como uno de los grandes fen¨®menos culturales madrile?os de los ¨²ltimos tiempos. De diferentes tama?os, formatos, en espacios poco convencionales, florecen aqu¨ª y all¨¢. Pero tras la euforia cuantitativa surgen las sospechas: ?Se programa con calidad? ?Son justas las condiciones laborales? ?Estamos ante una burbuja teatral que puede estallar en cualquier momento?
Hace unos meses, a iniciativa de la revista de artes esc¨¦nicas Godot, se convoc¨® a las gentes del teatro a hablar de esa supuesta burbuja teatral y, con el tiempo, se ha consolidado una especie de mesa de di¨¢logo en torno a las cuitas de la escena off. ¡°Las salas alternativas tienen dos problemas¡±, explica ?lvaro Vicente, redactor jefe de Godot, ¡°uno, que no existen licencias para salas alternativas y suelen funcionar con licencias de bar, teatro y hasta discoteca, con los problemas que ello acarrea; y, dos, la precariedad laboral en la que se mueven los trabajadores¡±. En una multitudinaria asamblea de la Uni¨®n de Actores que se celebr¨® en el Mar¨ªa Guerrero en 2014, se hizo patente la paradoja en la que viven los actores: si se regularan las salas alternativas, que muchas veces no dan de alta a los artistas ni los remuneran justamente, acabar¨ªan desapareciendo. Y si desaparecieran, muchos actores no podr¨ªan trabajar ¡ªaunque sea precariamente¡ª ni llevar a cabo sus sue?os y proyectos.
?Qu¨¦ hacer? El pasado 6 de junio se public¨® un nuevo Convenio de Teatro, firmado por patronal y sindicatos del sector, que en un punto provisional recoge que los actores de salas de menos de 200 butacas cobrar¨¢n por jornada 73,3 euros, lo mismo que cobra un actor de reparto en un teatro grande. ¡°Tratando de dar dignidad a estos actores, se cae en un agravio comparativo¡±, opina Vicente. Esta tarifa, seg¨²n explica Rosa Fern¨¢ndez, de Coarte Producciones, y participante en la mesa, no ser¨¢ alcanzable para las salas que menos butacas tienen. ¡°Se habla mucho de la situaci¨®n del teatro, del arte, pero se habla poco de los derechos laborales, y estos tienen que ser el punto de partida para lo dem¨¢s¡±, dice.
?Existe una burbuja de salas teatrales? ¡°S¨ª, hay un boom excesivo de salas¡±, opina Jos¨¦ Martret, ¡°se est¨¢ saturando un poco. Supongo que se ir¨¢ deshinchando el asunto y quedar¨¢n los proyectos m¨¢s firmes¡±. Martret es uno de los art¨ªfices de La Casa de la Portera, que cerr¨® sus puertas hace una semana, pero no por falta de p¨²blico sino por fin de ciclo.
¡°Hay demasiadas salas y hay p¨²blico, pero tocamos a un pedazo muy peque?o de la tarta¡±, dice Javier Ortiz, de El Sol de York, que cerr¨® el pasado verano tras 18 meses de andadura. ¡°Una sala puede ser rentable a medio o largo plazo, pero no puedes recuperar la inversi¨®n en un a?o¡±, explica. Otras salas que han cerrado en los ¨²ltimos tiempos, por diferentes motivos, son Garage Lumiere o La Trastienda. Pero la burbuja no explota, y siguen apareciendo nuevas, como los teatros Luchana, la sala Nada, El Apartamento o M¨ªnima.
Respecto a la calidad: ¡°Deber¨ªa haber menos salas, pero con mejores propuestas¡±, dice Fern¨¢ndez. ¡°En la escena off la l¨ªnea entre profesionalidad y amateurismo es difusa¡±, concluye Vicente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.