Un tr¨ªo ins¨®lito

Adelant¨¢ndose a los festivales musicales veraniegos de Peralada o Torroella de Montgr¨ª, Girona, la capital, enriquece las noches de verano con su propio propuesta: Nits de Cl¨¤ssica, un festival necesario que, a juzgar por el lleno absoluto registrado en el concierto que nos ocupa, est¨¢ dando satisfacci¨®n a una aspiraci¨®n largamente sentida por la nutrida parroquia mel¨®mana gerundense.

La originalidad de este concierto estaba en la configuraci¨®n del sonido. Un tr¨ªo, s¨ª, pero un tr¨ªo formado por un piano moderno, un violoncello antiguo y un tenor. Elementos individualmente archiconocidos pero recombinados en una propuesta sonora inhabitual.

Toda la primera parte estuvo ocupada por Bach en diferentes formatos. En primer lugar, tres arias de tres cantatas que no acabaron de alcanzar un equilibrio exacto debido a la apabullante presencia del piano, un Steinway moderno que Julius Drake sujetaba tanto como pod¨ªa, pero que impon¨ªa su potencia y debido, tambi¨¦n, a la fuerte personalidad de solista de Isserlis, que quiz¨¢ no se resignaba suficientemente al papel impuesto de acompa?ante. Sigui¨® la c¨¦lebre Tercera Suite para violoncello solo de Bach interpretada por Isserlis con una facilidad y naturalidad en el fraseo deliciosas y de gran personalidad, que superaban y se impon¨ªan a cualquier objeci¨®n filol¨®gica.

A¨²n en la primer parte, Five Spiritual Songs para tenor y piano. Este Bach filtrado por Britten s¨ª son¨® equilibrado, Bostridge pudo desplegar su hermosa voz de tenor especialmente en la ¨²ltima pieza, Bist du bei mir, quiz¨¢ la m¨¢s hermosa canci¨®n de Bach, una bell¨ªsima canci¨®n de amor.

La segunda parte ofreci¨® aun m¨¢s originalidad, tres canciones de Franz Paul Lachner (1803 ¨C 1890), un autor poco prodigado y que merecer¨ªa mayor atenci¨®n. Sigui¨® una pieza sorprendente y harto desconocida, un aut¨¦ntico descubrimiento, Tom O¡¯Bedlam¡¯s Song (1961) para tenor y violoncello de Richard Rodney Bennett que permiti¨® a Bostridge desplegar una vocalidad vigorosa, mucho m¨¢s agresiva y de fuerte expresividad. El concierto se cerr¨® con Auf dem Strom de Franz Schubert, la joya de la corona del repertorio para el ins¨®lito y original tr¨ªo formado por tenor, violoncello y piano.