Noise Nebula, debutantes rumbo a Seattle

Ah, bendita inocencia biso?a. Los cuatro integrantes madrile?os de Noise Nebula (falta el bater¨ªa, el pontevedr¨¦s F¨¦lix Migueles) nos reciben en su cub¨ªculo de El Observatorio, pero se sienten obligados a aclarar que los leopardos de las paredes no son cosa suya. ¡°Los colgaron nuestros compa?eros de local, que ya son mayores¡±, anotan. ¡°Gente de treinta y tantos¡­¡±.

Son las ventajas de observar el mundo con los a?os 1994 y 1995 en sus carnets de identidad: cuatro chavales tan sensatos y humildes como carentes de complejos. Los que fardaban en el instituto con camisetas de Mando Diao o Bloc Party. Jovenzuelos que se tostaban toda la discoteca de la biblioteca municipal de Carabanchel y completaban su colecci¨®n picoteando en eMule. Aunque no sin sobresaltos, ya se sabe. ¡°Me pas¨¦ varios d¨ªas descarg¨¢ndome un concierto de Arctic Monkeys¡­, pero result¨® ser una porno¡±, admite Tom¨¢s Avil¨¦s, guitarra y voz. Y a su lado se troncha Pablo Iglesias, que comparte ocupaci¨®n, instrumento y estudios de comunicaci¨®n audiovisual.

Eligieron el nombre de Noise Nebula porque defin¨ªa bien su sonido (el ruido de Sonic Youth, el aire et¨¦reo de Slowdive) y, chicos listos, porque nada sal¨ªa con esas dos palabras en Google. El padre de Tom¨¢s, Javier Avil¨¦s, les pas¨® otros discos fundamentales para la causa: Sebadoh, Dinosaur Jr., Yo La Tengo¡­ ¡°Es nuestro gur¨² particular¡±, certifican a coro. Pedro Garc¨ªa, tercer guitarrista, aprendi¨® de sus t¨ªos m¨¢s j¨®venes: Dani fue miembro de Seine, ¡°los Libertines madrile?os¡±. Y el desparpajo hizo el resto. ¡°En diciembre de 2013 entramos a grabar Kaleido, el primer EP, sin saber bien ni lo que ¨ªbamos a hacer¡±, admiten. Dos meses m¨¢s tarde estaban present¨¢ndolo en el Maravillas Club (¡°conocimos al programador por los bares de Malasa?a y le molamos¡­¡±). Y en julio ganaron el concurso para colarse en el 101 Sun Festival de M¨¢laga. Tocaron a las cinco de la tarde bajo un sol justiciero, pero el t¨¦cnico de sonido Ra¨²l Lorenzo les ech¨® el ojo. De su mano naci¨® Hiberna, cuatro canciones ya disponibles en iTunes o Spotify.

Y en esas llegamos a la madrugada del pasado 31 de julio. Modorra canicular en un local vecinal de Eugenia de Montijo. Y un correo electr¨®nico con remite neoyorquino.

El bajista Pablo Talavante lo reley¨® tres veces antes de clavarle el codo a Pablo, que dormitaba a su vera. El jurado del Converse Rubber Tracks, el concurso mundial para bandas emergentes de esta marca, les hab¨ªa escogido como uno de las 84 mejores formaciones j¨®venes. Al certamen concurrieron m¨¢s de 9.000 grupos de los cinco continentes. El premio: cuatro d¨ªas en Seattle para grabar tres canciones en los venerados estudios Avast. ¡°No sab¨ªamos ni c¨®mo reaccionar. Nos abrazamos, lloramos, echamos a andar por el barrio. Pillamos cervezas y pipas en la gasolinera y as¨ª pasamos toda la noche¡­¡±.

Dos de los nuevos temas se titular¨¢n Universe y Dust. El tercero se est¨¢ fraguando. ¡°Hemos pasado una semana juntos en Redondela, en casa del bater¨ªa, desconectados de todo y a nuestra bola. Riendo, desnud¨¢ndonos. Ha habido mucho amor¡±, relata Pablo, no sin aclarar que casi todos tienen novia. ¡°No sabemos qu¨¦ pasar¨¢¡±, resumen, ¡°pero no nos cerramos a nada. Vamos sin grandes expectativas, pero sin miedo. Y s¨ª, ya hemos buscado d¨®nde est¨¢n la tumba de Jimi Hendrix y la casa de Kurt Cobain¡­¡±.