Negro sobre blanco

?ltimo d¨ªa de BAM y de nuevo el p¨²blico acudi¨® al epicentro del festival, las contiguas plazas de Corominas y dels ?ngels, de nuevo divididas tem¨¢ticamente dejando el recogimiento para la primera, encerrada entre edificios como para favorecer confesiones, y el baile para la segunda, m¨¢s abierta a la ciudad. Adem¨¢s, en la noche del mi¨¦rcoles ambas plazas tuvieron tambi¨¦n color, ya que el intimismo fue blanco, ya se sabe que los blancos tienen muchos problemas emocionales, mientras que el baile fue negro, siguiendo con t¨®picos ya se sabe tambi¨¦n que los negros bailan hasta el hambre. Superficialidades al margen, la plaza dels ?ngels fue sacudida por Bombino, Saun & Starr y Vaudou Game, o lo que es lo mismo, blues tuareg, soul y vud¨² cruzado con funk; mientras que los trinos cantautoriles ac¨²sticos y el pop, Juan Wauters y Blank Realm pasaron por Corominas sin especial ¨¦xito.

Acierto pues en la forma de ser programados los grupos, que en la plaza dels ?ngels exprimieron todo el poso negro. Bombino a base de vuelos circulares de guitarra de intenci¨®n hipn¨®tica, un poco en la onda de Mdou Moctar, otro de los participantes en este BAM. Vientos de arena negra para solaz de quienes comenzaban a bailar en una plaza ya casi llena. El baile se exprimi¨® a¨²n m¨¢s mediante un lenguaje ya conocido, el del d¨²o femenino de soul cl¨¢sico Saun & Starr, antiguas coristas de Sharon Jones, una de las art¨ªfices del renacimiento del soul tradicional. Excelente concierto el del d¨²o, con banda impulsada con metales, como mandan los c¨¢nones, y canciones brillantes. Ya para el cierre, la sugestiva mezcla entre m¨²sica de vud¨² vista por Peter Solo (Vaudou Game), un togol¨¦s fincado en Francia que bebe as¨ª de dos culturas, que mezcl¨® en un concierto muy vitalista. Mientras, Juan Wauters, un cantautor uruguayo afincado en Estados Unidos, y Blank Realm, pop australiano, pasaron sin pena ni gloria como meros entremeses de las actuaciones de la plaza dels ?ngels.

As¨ª el primer BAM con nueva direcci¨®n a cargo de Marc Campillo se cerr¨® habiendo ofrecido una programaci¨®n demasiado larga, los escenarios montados invitaban a no dejarlos vac¨ªos de domingo a mi¨¦rcoles, pero que en conjunto ha ofrecido actuaciones de sumo inter¨¦s, desde el clasicismo de Michael Rother al folk de Ryley Walker, actuaci¨®n sensacional al suya, pasando por el acento local de Beach Beach, el funk sint¨¦tico y amojamado de Lonelady, la marcianada inasible de Wand o el optimismo mel¨®dico y tenue de Vetiver. Son alguno de los nombres, junto a Nueva Vulcano, Miquel Serra o Senior, de un BAM que ya es historia. Y van........