El independentismo y Artur Mas se la juegan a todo o nada

Catalu?a celebra hoy por primera vez unas elecciones auton¨®micas en las que el debate principal y casi ¨²nico es el de si esta comunidad puede abrir un proceso hacia la independencia. El escenario so?ado por el nacionalismo durante d¨¦cadas ha encontrado finalmente acomodo en unas elecciones con aires de plebiscito en las que, sin embargo, no est¨¢ claro que los partidos independentistas logren una victoria en esca?os y en votos. El Gobierno central asegura que no considerar¨¢ legitimado ning¨²n paso hacia la secesi¨®n, al rechazar el car¨¢cter plebiscitario

El resultado de las urnas esta noche plantea tres escenarios posibles dependiendo de si el independentismo representado por Junts pel S¨ª y la CUP suman mayor¨ªa absoluta en esca?os y en votos, si la consiguen solo en esca?os o si no logran ni siquiera los 68 diputados que necesitar¨ªan para gobernar sin apoyo de los partidos constitucionalistas. Las encuestas publicadas en campa?a se?alan el segundo escenario como el m¨¢s probable, y es tambi¨¦n el que m¨¢s inc¨®gnitas genera.

Junts pel S¨ª, la heterodoxa plataforma electoral que agrupa a Converg¨¨ncia Democr¨¤tica de Catalunya, Esquerra Republicana y las asociaciones soberanistas que han agitado el independentismo catal¨¢n durante los ¨²ltimos cuatro a?os, mantienen que se sentir¨¢n legitimados para iniciar un proceso de independencia si suman 68 de los 135 esca?os del Parlamento catal¨¢n. Dentro de la suma incluyen los esca?os de la CUP, el partido de la izquierda alternativa que no solo quiere la independencia, sino que tambi¨¦n plantea una ruptura con el actual sistema y la salida de la UE, adem¨¢s de cuestionar que Artur Mas pueda seguir siendo presidente.

Una victoria solo en esca?os que implique un papel principal para la CUP implicar¨¢ como m¨ªnimo dos problemas para la lista de Artur Mas y Oriol Junqueras. En primer lugar, la CUP ha aclarado que solo ver¨¢ legitimado el proceso si hay mayor¨ªa de esca?os y votos. La ley electoral, al primar las provincias menos pobladas en el reparto de esca?os, hace posible que las dos cosas no siempre coincidan. En este caso habr¨¢ que ver si Junts pel S¨ª intenta salir adelante con su plan, que comienza con una declaraci¨®n simb¨®lica en el Parlament y acaba con unas elecciones ¡°constituyentes¡± dentro de un a?o y medio.

El segundo problema al que se enfrentar¨ªa Junts pel S¨ª si necesita a la CUP es que podr¨ªa tener que encontrar un candidato alternativo a Mas para la presidencia de la Generalitat. La CUP ya ha se?alado que prefiere a Oriol Junqueras ¡ªl¨ªder de ERC¡ª o a Ra¨¹l Romeva, que ha actuado como cabeza de lista instrumental para facilitar el acuerdo entre partidos y plataformas. Mas pasar¨ªa entonces a un segundo plano o, con toda probabilidad, se retirar¨ªa de la vida pol¨ªtica.

Todo ser¨¢ muy diferente en el caso de que haya una mayor¨ªa soberanista clara y la CUP acepte llevar adelante la hoja de ruta de Junts pel S¨ª. En este caso la inestabilidad institucional est¨¢ garantizada por un a?o y medio como m¨ªnimo. Tras la declaraci¨®n institucional del Parlamento catal¨¢n dando inicio al proceso de independencia los independentistas prev¨¦n comenzar a construir las llamadas ¡°estructuras de Estado¡±, y singularmente la de Hacienda que hoy est¨¢ suspendida por el Tribunal Constitucional. El Gobierno prev¨¦ que, si esto ocurre, se pueda aplicar la controvertida reforma de este tribunal que ha impulsado por la v¨ªa de urgencia. De nuevo, estar¨ªa en peligro la presidencia de Mas.