Gim¨¦nez Bartlett: ¡°El mundo est¨¢ bastante encanallado¡±
La escritora asegura que su 'Hombres desnudos', ganadora del Planeta y que aborda la prostituci¨®n masculina, es una "exploracion social de la crisis"
Alicia Gim¨¦nez Bartlett (Almansa, Albacete, 1951) es de las pocas personas quiz¨¢ que a¨²n se le erizan los pelos cuando alguien le devuelve el saludo por la ma?ana o un camarero deja alg¨²n rastro de cordialidad. ¡°A¨²n existe esa amabilidad hacia el otro y del otro, y en buena parte se genera en ti¡±, defiende con voz bajita, castigada tras la marat¨®n de entrevistas, peaje de haber ganado ayer el 64 premio Planeta de novela por Hombres desnudos, libro que quiz¨¢ no hubiera podido escribir si la reconocida madre literaria de la inspectora Petra Delicado no fuera una observadora sagaz.
¡°Ocurri¨® que a una fiesta se present¨® una amiga nuestra con un hombre moreno de no m¨¢s de 30 a?os y metro ochenta, guap¨ªsimo, bien educado; s¨®lo hablaba de tenis, pero todas nos quedamos babeando¡±. Era un gigol¨®. ¡°Se dio un gustazo pero nadie lo critic¨® por el entorno econ¨®mico en el que est¨¢bamos¡±, constata la escritora.
El personaje, la amiga, la actitud del entorno acomodado¡ todo lo de aquel episodio est¨¢ subyacente en la trama de la obra con la que Gim¨¦nez Bartlett se embols¨® los 601.000 euros del galard¨®n mejor dotado de las letras hispanas. En ella, Javier, profesor de literatura en paro, se cruza con una adinerada empresaria reci¨¦n abandonada por su marido, obligados ambos a cambios radicales en sus respectivas vidas cuya intersecci¨®n estar¨¢ en la prostituci¨®n masculina. ¡°S¨ª, he investigado sobre ese tema que, como m¨ªnimo en Espa?a, funciona m¨¢s por el boca-oreja que por agencias de servicios masculinos¡± apunta Gim¨¦nez Bartlett.
Vivimos en una sociedad decadente, tipo final del Imperio romano. En ese contexto, reivindico la existencia y el uso del chico de alterne
El episodio no deja de ser la punta del iceberg del trasunto que quer¨ªa abordar. ¡°Buscaba analizar los cambios psicol¨®gicos y de actitudes que est¨¢ comportando la crisis econ¨®mica: ?est¨¢ primero la lucha de sexos o la igualdad? ?Rebelarse lo hace alguien? Y si lo hace, ?sirve de algo? ?Qu¨¦ precio paga quien, a pesar de estar muy preparado, no puede encontrar empleo de casi nada? Aqu¨ª hay una lucha social que sigue latente, aunque no se hable de ella¡±. Y, de alg¨²n modo, la gran paradoja que es que una situaci¨®n as¨ª no tiene una traslaci¨®n violenta: ¡°Lo hemos visto en Grecia o en Portugal: esto no puede estallar porque el grado de civilizaci¨®n que supuestamente hemos alcanzado es tambi¨¦n tan supuestamente perfecto que hacer cualquier cosa fuera de lo pautado parece ya una locura de b¨¢rbaros¡±, dice quien recogi¨® el galard¨®n ante todas las autoridades con un jersey en el que pod¨ªa leerse la inscripci¨®n ¡°Merde¡±: ¡°Ya que no podemos hacer la revoluci¨®n¡ fue una peque?a broma¡±.
Esa ¡°exploraci¨®n social¡±, como Gim¨¦nez Bartlett clasifica su nuevo libro, ?no cab¨ªa en la serie de su inspectora Delicado? ¡°Son temas m¨¢s duros y serios que los que suelen caber en esa serie, donde Petra gasta m¨¢s un registro humor¨ªstico¡±. En realidad, as¨ª lo ha hecho siempre la escritora, que ya ha abordado esas tem¨¢ticas sobre la mujer y la sexualidad o sobre las tensiones sociales en ensayos como La deuda de Eva o El misterio de los sexos o incluso en novelas como Una habitaci¨®n ajena... Es m¨¢s de la mitad de su bibliograf¨ªa y una casi misma proporci¨®n de sus premios, pero sigue siendo reconocida como la dama de la novela negra espa?ola. Lo lamenta relativamente: ¡°Con la escritura hace a?os que he hecho lo que me ha dado la gana y he vivido bastante bien de mis libros, el resto es la necesidad de nuestra sociedad de etiquetar y parcelar¡±.
Quiz¨¢ Hombres desnudos, por la prostituci¨®n masculina, caiga en otro aspecto de las etiquetas sociales, al poder incomodar potencialmente a sectores feministas: ?que las mujeres puedan hacer uso de los gigol¨®s como los hombres lo hacen de se?oras de compa?¨ªa es un signo de igualdad o no deja de ser otra vertiente de un retroceso? ¡°Supongo que todos somos conscientes de que vivimos en una sociedad decadente, tipo final del Imperio romano¡ En ese contexto, reivindico la existencia y el uso del chico de alterne¡ Mire: en este mundo todo est¨¢ igual de encanallado y no vamos a pretender que las mujeres sean las ¨²nicas monjas; puestos a estar como estamos, mejor igualemos en alguno defectos¡±.
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