Joaqu¨ªn Muns, el economista del FMI y el Banco Mundial
Alcanz¨® las m¨¢s altas funciones accesibles a un profesional no pol¨ªtico
No abundan en parte alguna las personas integras sin fisuras y generosas con su saber, y acabamos de perder a una: Joaqu¨ªn Muns. Fue un economista, docente de vocaci¨®n, no solo de sus alumnos universitarios, sino de la ciudadan¨ªa a la que se dirigi¨® durante d¨¦cadas desde la prensa diaria. Subrayando siempre los aspectos mejorables de las pol¨ªticas y comportamientos econ¨®micos y pol¨ªticos que analizaba con precisi¨®n y juzgaba con prudencia y equilibrio.
Su car¨¢cter autoexigente y perfeccionista no le permit¨ªa otra cosa. Alcanz¨® las m¨¢s altas funciones accesibles a un economista profesional no pol¨ªtico: Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Banco de Espa?a, C¨¢tedra. Todo ello sin el m¨¢s m¨ªnimo asomo de arrogancia, vanidad o autocomplacencia.
El trabajo bien hecho seg¨²n los m¨¢s altos est¨¢ndares internacionales fu¨¦ para ¨¦l una necesidad que no le abandon¨®, y que con comprensible frecuencia le llevaba a lamentarse de circunstancias y pr¨¢cticas que observaba en su entorno universitario, econ¨®mico o pol¨ªtico.
Sufr¨ªa a menudo por su pa¨ªs al que quer¨ªa ver mejor. Y nunca cej¨® en su empe?o por contribuir a ello mediante su esfuerzo y aportaciones intelectuales, profesionales y docentes.
Fue uno de los primeros y m¨¢s apasionados europe¨ªstas (lo que le vali¨® la representaci¨®n de la C¨¢tedra Jean Monet), y nunca dej¨® de seguir la evoluci¨®n del proyecto europeo, que le ocup¨® y le preocup¨® hasta sus ¨²ltimos d¨ªas y trabajos. En ellos manifest¨® su convicci¨®n de que Europa solo superar¨ªa sus actuales dificultades profundizando su uni¨®n pol¨ªtica.
Tuvo tiempo de dejarnos su visi¨®n sobre las causas ¨²ltimas de la gran crisis que a¨²n nos afecta. Pensaba que ¨¦sta se ha debido a que Occidente no supo reaccionar adecuadamente al desplazamiento del poder econ¨®mico a Oriente y a la explosi¨®n de su capacidad productiva. Afirmaba que deber¨ªamos haber visto la ineludible necesidad, ante tal fen¨®meno, de mejorar nuestra eficiencia econ¨®mica y adaptar a ella nuestro nivel de consumo y gasto. Una vez m¨¢s un diagn¨®stico que implica autodisciplina, integridad, trabajo y esfuerzo, las actitudes que caracterizaron su propia existencia.
No hay duda de que el mundo ser¨ªa mejor si cundiera su ejemplo.
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